n Comentaron en Madrid su libro El mundo iluminado


Uno cuenta lo que sueña y lo que

anhela para convocar: Mastretta

n Descubrí que hay un placer en los desafíos, sostiene la escritora

Juan Manuel Villalobos, especial para La Jornada, Madrid, 7 de abril n ''Soy una mujer miedosa empeñada en no serlo y que siempre que escribe tiene miedo a enseñar lo que escribe". Así se define Angeles Mastretta, quien se encuentra en esta ciudad para presentar su libro El mundo iluminado (Alfaguara, 1998).

No obstante, dice la autora de Mujeres de ojos grandes, ''he descubierto que hay un placer en los desafíos" y la literatura es, para esta poblana nacida hace medio siglo, uno de ellos.

Por eso, afirma la escritora mexicana, ''contar a los demás lo que uno siente es como abrir ventanas". Sí, agrega, ''uno está aquí para abrir ventanas, para ver más allá del mundo que nos cerca, de lo previsible".

''Uno cuenta lo que sueña y lo que anhela para convocar" y explica: ''Escribí Arráncame la vida para contar cosas que no se podían decir aunque se supieran, entonces lo que traté de hacer fue convocar para que las personas pudieran hablar más. Porque hay cosas que se escriben para dar con ellas, pero hay otras se escriben para que se lean".

Sobre el título que da nombre a los treinta y cinco textos breves o relatos cortos, El mundo iluminado, la escritora explica que responde a la sensación que le dejó un poema de Sor Juana Inés de la Cruz.

La poeta, dice Mastretta, escribió el más grande de sus poemas para invocar la noche en que soñó que quería comprender las cosas del universo. Pero la ingrata noche se acaba y no consigue dibujar los secretos del mundo. Así, la luz del amanecer la encuentra desengañada y despierta ''en el mundo iluminado" añade la autora de Mal de amores, novela con la que ganó el premio Rómulo Gallegos 1997, en cuyo discurso citó este pasaje del poema de Sor Juana.

Reticente a los galardones, Mastretta dice que hace años aprendió bien que uno no está para ganarlos, sino para divertirse con lo que hace; ''ese es el premio diario. Uno escribe ųy esto lo han dicho otros mejor que yoų para que te quieran y para entender el mundo. Siempre que no escribo tengo la certeza de que no lo entiendo y que cuando lo hago, tengo atisbos de entenderlo".

Virtudes poéticas

Para la escritora catalana Rosa Regás, quien acompañó la presentación, Mastretta se dedica en El mundo iluminado a profundizar, siempre a partir de la intimidad y con virtudes poéticas, sobre la fantasía, la experiencia, la memoria, la decepción, la patria y el paso del tiempo. Todo lo hace, agrega, con el conocimiento poético, tan difícil de encontrar.

''Con estos relatos que parecen entrelazados, uno siente que viaja, que se desplaza de un lado a otro, que se está casi casi en una novela y que son el planteamiento eficaz de una ideología", afirma Regás.

Finaliza Mastretta: ''Este libro está hecho de mi memoria ('la memoria es de los instrumentos más útiles para quien escribe'), mi mirada, mis intimidades, mis fantasías, y está acompañado por los otros, porque uno mira y observa con los otros".

Mastretta imparte en la Casa de América el taller de literatura El mundo iluminado, y se divide en tres sesiones (Memoria, Los otros y Soñar una novela) en las que aborda el proceso creativo de su literatura.