n El ''caudillismo'' del jefe de gobierno rebasa a las instituciones: Muñoz Ledo


Reta Cárdenas a probar injerencia en comicios

n El legislador tiene que probar sus acusaciones con elementos

concretos o quedará como un ''mentiroso'', advierte el funcionario

Ricardo Olayo n El jefe del Gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, retó ayer al diputado Porfirio Muñoz Ledo a demostrar que aquél intervino en las elecciones de la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática.

Muñoz Ledo debe retractarse o probar lo que dijo ''para que no quede él como un mentiroso, o para que no quede yo como una gente acusada de haber cometido algo irregular. Es muy importante que él presente estas pruebas; después de eso podremos hablar de debates y de lo que él quiera. Pero antes de eso no habrá ninguna relación'', precisó durante una entrevista en el edificio de gobierno.

El legislador, agregó, debe aportar elementos concretos, no ''subjetivos''; así, ''yo merecería una sanción de la Comisión de Garantías (del PRD), que me inhabilitaría en mis derechos como miembro del partido para pretender cualquier candidatura, entre otras cosas más''.

Si tras analizar las acusaciones del diputado federal éste resulta descalificado, ''Ƒpues ya para qué quiere el debate?'', respondió el jefe de gobierno cuando se le preguntó si aceptaría una reunión con Muñoz Ledo.

Si el legislador cree que hay caudillismo ''lo tiene que demostrar, (porque) yo no lo veo''. Dijo que no advierte divisiones en su partido y reiteró que la anulación de las elecciones del PRD fue una decisión ''bien tomada''.

 

Cuestiona ataque de la OTAN

 

Cárdenas concedió una entrevista tras despedir a la presidenta de la República de Irlanda, Mary McAlesse, a quien entregó las llaves de la ciudad y declaró huésped distinguida, en una ceremonia realizada en el salón de cabildos del palacio del antiguo Ayuntamiento.

En su discurso, el gobernante capitalino dijo que la intervención armada en Yugoslavia ''carece de un mandato directo de la comunidad internacional''. Recordó: ''No es la primera vez, en esta segunda mitad del siglo, que una acción punitiva organizada por varias potencias es lanzada contra un país en particular, sólo que en los casos anteriores habían mediado resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, relativas al capítulo 7 de la Carta de la ONU, que han suscrito y ratificado 185 naciones, entre ellas Irlanda y México''.

Luego destacó que la acción de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para ''castigar a un gobierno que se niega a aceptar la presencia de autoridades extranjeras que vigilen el cumplimiento de un pacto político de paz alcanzado entre partes en pugna de su propia nación'' no tiene el consenso internacional.

Si bien la comunidad de naciones acepta la posibilidad de realizar acciones punitivas en caso de amenaza a la paz, aún no se justifica la intervención armada para evitar actos de abierta violación de los derechos humanos de la población, sostuvo Cárdenas.

En este caso, advirtió, está en juego el concepto mismo de soberanía de un Estado ''ƑHasta que punto puede y debe transgredirse esa soberanía en aras de la defensa de los derechos humanos? ƑQué autoridad moral puede tener un grupo de potencias militares para determinar cuándo poner orden en asuntos internos de otra nación, ya sea mediante presiones políticas o amedrentamiento bélico, sobre todo si en innumerables ocasiones se han desentendido de situaciones similares? Estas preguntas demandan una cuidadosa reflexión'', precisó.