n El fenómeno creció por encima de 60% desde 1980, reporta el organismo


Más de 40% de los niños de América Latina, en condiciones de pobreza: BID

n La tendencia de pauperización se mantendrá la próxima década, considera

Antonio Castellanos n Más de 40 por ciento de los niños en América Latina y el Caribe vive en condiciones de pobreza y el número de menores que se encuentra en esa situación creció más de 60 por ciento desde 1980. De acuerdo con un análisis del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), esa tendencia se mantendrá hasta mediados de la próxima década.

La institución informó que mantendrá su apoyo a los programas que ayuden a niños y jóvenes que viven en condiciones precarias, para frenar el fenómeno que se registra en todos los países de la región.

De acuerdo con el estudio del BID, cuando los que se encuentran en esa situación crecen, transmiten la pobreza a sus hijos. A este círculo vicioso se le ha llamado transmisión intergeneracional de la pobreza (TIP), que contribuye a que persista la des-igualdad de ingresos en América Latina y el Caribe.

Una investigación del BID muestra que los "factores familiares" son altamente importantes en el ciclo de la TIP. La probabilidad de que un niño varón complete la escuela secundaria es 11 puntos porcentuales menor que la de una niña.

Frente a este problema y otros relacionados con la pobreza, el BID aprobó préstamos por más de 2 mil 900 millones de dólares para programas sociales, encaminados a reducir el fenómeno en la región.

Informó la institución que las iniciativas abarcan un amplio espectro: educación, salud, mejora de la condición de la mujer, el niño y el joven, convivencia y seguridad ciudadana, comunidades indígenas, fondos de inversiones sociales y el desarrollo urbano.

Se puso énfasis en las reformas de políticas y la modernización institucional, a fin de lograr mayor eficiencia en la prestación de los servicios sociales y una mejor llegada a los beneficiarios.

Al mismo tiempo, el BID apoyó nuevos proyectos y la continuidad de los programas destinados a los más pobres frente al impacto de las crisis y los desastres naturales.

El reporte de la institución destaca que los préstamos destinados a programas sociales y de emergencia, que favorecen en especial a los grupos de bajos recursos, constituyen actualmente la mitad de sus operaciones. Educación y salud ocupan un lugar prioritario por su impacto para mejorar las condiciones de vida de los pobres y como formadoras de capital humano, esencial para incrementar la productividad y las oportunidades de desarrollo.

Según el documento, en los últimos años nuevos desafíos han surgido para la región, particularmente en el área social. Son problemas de gran complejidad, tales como los ciclos de la pobreza y la violencia, con múltiples causas e interrelaciones en todas las esferas de la sociedad y consecuencias intergeneracionales.

Es por esa razón que el BID, concluye el reporte, ha incrementado su ayuda en temas como cuidado en la infancia, iniciativas contra la violencia social y proyectos que promueven la convivencia ciudadana, liderazgo de la mujer, capacitación y empleo para los jóvenes en riesgo y medidas para prevenir y mitigar las consecuencias de la violencia doméstica.