n Tendrá funciones similares a las de Conasupo, que hoy desaparece


Anuncia Cárdenas fideicomiso que garantizará abasto de maíz en el DF

n El objetivo es disponer de una reserva de entre 23 mil y 46 mil toneladas y evitar la especulación

Ricardo Olayo n El Gobierno del Distrito Federal anunció la creación de un fideicomiso con funciones similares a las de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), que hoy dejará de operar. La finalidad es garantizar el abasto de maíz a los productores de tortilla y evitar la especulación y las prácticas monopólicas de grupos harineros privilegiados por las autoridades federales en años recientes.

El jefe del gobierno capitalino, Cuauhtémoc Cárdenas, informó que se creará una reserva del grano equivalente a entre 15 y 20 días de consumo, es decir, de 23 mil a 46 mil toneladas de maíz blanco de buena calidad que se pondrá a disposición de los 623 molineros del Distrito Federal, y los que se sumen.

El fideicomiso empezará a funcionar en mayo, una vez que se empiecen a agotar las reservas programadas del gobierno federal, según el programa de trabajo del nuevo instrumento, presentado ayer por Cárdenas en una reunión con representantes de molineros.

La reserva será estratégica; en los hechos sustituirá a la que tenía la Conasupo y servirá principalmente a quienes tienen nixtamal, explicó el gobernante en conferencia de prensa en el palacio del antiguo Ayuntamiento.

El nombre de este instrumento crediticio creado el 12 de marzo es Fideicomiso de la Reserva Estratégica de Maíz (Fima) y funcionará con un fondo revolvente de entre 34 y 69 millones de pesos, de tal forma que entre junio y julio se pueda constituir inmediatamente con las cosechas nacionales y esté disponible de inmediato, de acuerdo con las solicitudes y los compromisos de pago de los molineros.

La industria de la tortilla de maíz da empleo directo a 35 mil personas. ''Nos interesa no sólo mantener el empleo, sino también incrementarlo'', dijo el jefe de gobierno.

A su vez, el secretario de Desarrollo Económico del Distrito Federal, Francisco Cano, aseguró que este fideicomiso funcionará sin la corrupción que caracterizó a la Conasupo, y destacó que se trata de distribuir los beneficios, los cuales han concentrado los harineros.

Dijo que el fideicomiso no interfiere con la libertad del mercado para fijar el precio de la tortilla, y subrayó que se aplicarán controles de calidad en las compras de maíz para evitar que se utilice maíz forrajero para consumo humano, como ya ha ocurrido. Además, informó que se dará preferencia a los productores nacionales y sólo cuando sea necesario se recurrirá a proveedores extranjeros.

 

Se busca equilibrar el mercado, aduce

 

Los documentos sobre el Fima distribuidos ayer señalan que el objetivo de ese fideicomiso es mantener una reserva de maíz, pues la liquidación de la Conasupo favorecerá aún más a las empresas harineras ''que durante los últimos diez años, con franco apoyo gubernamental, intentaron sustituir el tradicional proceso de nixtamalización. No lo lograron, en parte por la arraigada preferencia de la población por la tortilla elaborada con masa de maíz cocido''.

En el Distrito Federal, el nixtamal cubre 73 por ciento del consumo; sin embargo, ''la Secofi entregó importantes cupos de importación a filiales de Maseca y de Minsa con el fin de que, además de su harina, también distribuyan maíz en grano a los molinos tradicionales''.

La segunda consecuencia de la liquidación de Conasupo es, ''como suele suceder, que también en el mediano plazo los grandes consorcios internacionales desplazarán a las empresas nacionales distribuidoras de maíz y absorberán de diferentes maneras a las incipientes organizaciones de molineros''.

Por ello, agrega el gobierno capitalino, la creación de este fideicomiso se pacta en forma coordinada con los actores de la cadena maíz-tortilla para que ante cualquier contingencia se pueda mantener el abasto de la ciudad por un tiempo razonable y, ''en su caso, equilibrar el mercado frente a posibles intentos especulativos y tendencias monopólicas''.

Las autoridades capitalinas consideran que aun cuando el sistema de abasto de maíz diseñado por el gobierno federal funcione adecuadamente en los molinos de nixtamal del Distrito Federal, ''los particulares no pueden ni deben ser responsabilizados de las funciones sociales y políticas que ahora han sido abandonadas al cerrar Conasupo''.

El Fima estará vigilado por empresarios de la industria molinera, con quienes habrá concertación, y no busca competir con los particulares que deseen comercializar maíz para consumo humano en el Distrito Federal, aclara.

La disponibilidad del grano ''será, sin obligación de entrega o reparto, a domicilio del Fima''; por ello, los interesados deberán retirar el producto de las bodegas habilitadas en Pantaco.

Participan por el gobierno del Distrito Federal el Fondo de Desarrollo Económico (Fondeco), que financiará inicialmente la compra del maíz --posteriormente los beneficiarios pagarán los créditos concedidos--, los secretarios de Finanzas y de Desarrollo Económico, todos presentes ayer, al igual que el vocero, Pablo Marentes; según Cárdenas, este último funcionario sigue trabajando y las versiones de su renuncia ''son infundadas''. A su vez, Marentes dijo que está satisfecho con su labor y que sigue trabajando ''como siempre''.