n Celebraron el cumpleaños 73 del poeta chiapaneco
Porque dio mucho amor, a Sabines
se le perdona todo: Poniatowska
n ''Obsequió al mundo emociones que perdurarán con su obra''
Mónica Mateos n Y la poesía sigue. En la celebración del que sería el cumpleaños número 73 de Jaime Sabines, sus amigos y sus lectores se reunieron en la casa de la cultura que lleva su nombre, al sur de la ciudad de México, para hablar del autor al que ''se le perdona todo" porque provocó mucho amor, como señaló Elena Poniatowska en referencia a la polémica posición política que Sabines tuvo respecto del conflicto armado en Chiapas.
La escritora recordó la primera vez que entrevistó al autor de Horal, en 1967, cuando enamoraba con su amabilidad y simpatía, sin que la enfermedad hubiera hecho presa de su ánimo. Con su poesía cotidiana, Sabines obsequió al mundo emociones que perdurarán con su obra, aunque su voz no haya hablado ''comprensivamente" del dolor que viven las etnias de su estado natal, agregó.
Cultivar el amor
Bajo una inesperada tormenta de primavera, los poetas Hugo Gutiérrez Vega, Silvia Tomasa Rivera y Eduardo Hurtado ''husmearon" en la obra de su colega recién fallecido. En una breve y sencilla velada, como le gustaban las cosas a Sabines, lo mismo le dedicaron poemas propios que recordaron sus encuentros con el chiapaneco o afirmaron que su obra ''se conoce muy parcialmente, en buena medida porque muchos de sus admiradores no lo leen y sólo acuden al Recuento de poemas para buscar los versos consabidos, los que se publican en periódicos, revistas y panfletos, se rescriben en las bardas, se citan en los bares y en las fiestas: los amorosos callan. Versos aislados, fragmentos que ayudan a vivir. Los que de veras lo leen siguen siendo unos cuantos", puntualizó Hurtado.
Una fuerte lluvia luchó contra las voces de Alejandro Aura y Selma Beraud, quienes clamaron al estilo Sabines, ''quiero tocarte, verte (...) amo, amo tus ojos, soy como el hijo de tus ojos". Tan sencillo parecía el mundo, a pesar del viento y el frío que no amedrentó a los jóvenes que, con los cabellos mojados y mochilas al hombro, escucharon las voces que querían parecerse a la del poeta.
Fue raro escuchar las palabras de Sabines en boca de mujer, pero consiguieron su fin: invocar ''la felicidad y parte de las desdichas del hombre que hizo de su vida la profesión de poeta", explicó Aura. Sobre el recuerdo del autor de Yuria emergieron después voces de jóvenes creadores que si bien han abrevado de las palabras del autor chiapaneco, ahora navegan con ruta propia.
Freja Cervantes, Gonzalo Vélez, Alfredo Giles-Díaz y Juan Manuel Gómez ocuparon el foro, venciendo el temblor de manos, iniciando sus senderos para seguir haciendo bullir la literatura, rubricando que la poesía no se crea ni se destruye, sólo se transforma, resiste, vive sempiterna:
''Niña, colibrí de diminutos dedos,/ hacedora de humo,/ tus alas giran lento,/ viajan por las muecas/ y al subir, se estrellan./ Tengo frío./ Tengo amor y no sé cómo decirle./ Ve con ella,/ basta verla, colibrí,/ no hay más pureza que la suya;/ vuela hasta sus ojos y tiñe sus ojeras./ Que no sufra, colibrí, dile que no llore./ Dile, aunque suene a temblor de adolescente,/ que no sé mirar a otra mariposa./ Colibrí, gato o conejo/ o hermana de tiernos años,/ aún padecemos ese mal:/ la densidad, lo hondo/ y la ceguera./ Tan poca imaginación y tantas pesadillas./ Tanto amor sacado a la impotencia,/ tanto mar./ (...) Anda, colibrí,/ dile que la busqué para decirle que la amo./ Dile tú, porque a mí ya no me escucha", imploró el joven poeta Juan Manuel Gómez y la noche del cumpleaños de Sabines, en un caótico y lluvioso Distrito Federal, gozó.
Rosas rojas en Tuxtla Gutiérrez
En Tuxtla Gutiérrez, unas cinco mil personas se reunieron en el Polyfórum Mesoamericano para recordar a Jaime Sabines, informó la agencia Notimex. En una enorme pantalla, la imagen de poeta apareció mientras se escucharon sus poemas. El recinto fue tapizado con rosas rojas y se recordó aquel 28 de junio de 1997, cuando Sabines ofreció su última lectura pública en Chiapas.
Niños, jóvenes y escritores chiapanecos leyeron versos del autor de Tarumba, acompañados por las notas musicales de la tradicional marimba y de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
Luego, se presentó el recital multidisciplinario Jaime Sabines, boca de cien labios, que contó con la participación de José Falconi, Manuel Santamaría, Liliana Gómez y Guillermo Henri.
''Morir es retirarse, hacerse a un lado,/ ocultarse un momento, estarse quieto,/ ...y estar en todas partes en secreto", dijo, dice, seguirá diciendo, Jaime Sabines.