n Kissinger, artífice del apoyo al tirano: Ratner
Asegura Washington que condenó los abusos de la dictadura chilena
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 24 de marzo n El gobierno de Estados Unidos reaccionó este miércoles al fallo de Gran Bretaña sobre Au- gusto Pinochet indicando que condenó los abusos de ese régimen cuando estaba en el poder, pero otros críticos recuerdan más bien una complicidad entre ambos gobiernos y preguntan cuándo se dará a conocer una versión completa de esa relación.
"El gobierno de Estados Unidos condenó firmemente los abusos del régimen militar de Pinochet cuando estaba en el poder", declaró el vocero del Departamento de Estado, James Rubin.
Al responder a preguntas sobre la reacción oficial de la Casa Blanca en torno a la decisión de los lores sobre el caso de extradición del ex dictador chileno, Rubin señaló que aunque no se ha estudiado el fallo, Estados Unidos está comprometido con la justicia y el apoyo a países como Chile "que han realizado esfuerzos significativos para fortalecer la democracia y promover la reconciliación y un estado de derecho".
Rubin, en respuesta a una pregunta, informó que el gobierno estadunidense realiza un proceso para presentar otra serie de documentos clasificados sobre Pinochet, los cuales empezarán a difundirse este verano.
Pero nadie espera que en esos documentos revelen el papel de Estados Unidos en los primeros días del régimen de Pinochet, ni lo que muchos sospechan fue una relación de complicidad con el gobierno golpista.
El reconocido abogado constitucional y experto en derecho internacional Michael Ratner, señala que algunos críticos aquí están estudiando el efecto que podrá tener este caso sobre actores estadunidenses claves, como Henry Kissinger.
Sin embargo, Ratner señala que como superpoder, Estados Unidos sólo utiliza el "derecho internacional" como argumento cuando le conviene, y rechaza todo intento de ser sometido a las mismas reglas que impone a otros.
Con esto, agrega, se explica por qué la secretaria de Estado Madeleine Albright reaccionó con mucha cautela cuando Pinochet fue detenido el año pasado en Londres a petición de un juez español, cuando declaró que la oposición del gobierno chileno al arresto merecía "respeto significativo" y que Estados Unidos buscó alejarse del asunto insistiendo en que era un problema entre Chile, Inglaterra y España.
"A Estados Unidos le preocupa que sus funcionarios pudieran ser los próximos" en ser sometidos a este nuevo marco legal, dice Ratner.
Agregó: "Consideren el mensaje que envía: si Pinochet, instalado con aprobación estadunidense, aliado de Gran Bretaña y amigo de Margaret Thatcher no puede estar seguro, Ƒquién lo está?"
Una vieja complicidad
Peter Kornbluh, experto en la relación Estados Unidos-Chile y analista de la organización National Security Archive, señala que nuevos documentos confirman una estrecha y cercana relación entre Kissinger y Pinochet, unidos en su pasión anticomunista.
"En Estados Unidos, como sabe, tenemos simpatía con lo que usted está intentando lograr aquí", le declaró Kissinger a Pinochet el 8 de junio de 1976, señala Kornbluh.
"Le dimos una bienvenida al derrocamiento del gobierno inclinado al comunismo. No buscamos debilitar su posición", afirmó Kissinger al dictador según un memorándum de una conversación privada en junio de 1976 entre ambos, recién revelado y citado por Kornbluh en un artículo publicado por The Nation.
Kissinger le comenta al dictador chileno que la crítica en su contra por "supuestos" abusos de los derechos humanos no es más que el resultado de una campaña ideológica.
"Mi evaluación es que usted es víctima de todos los grupos de izquierda por todo el mundo y que su mayor pecado fue que derrocó a un gobierno que se estaba convirtiendo en comunista", dijo el entonces secretario de Estado estadunidense.
Kornbluh cita a Kissinger que le comenta a Pinochet: "Queremos ayudarlo, no minarlo. Usted dio un gran servicio a Occidente al derrocar a Salvador Allende. De otra manera Chile hubiera seguido a Cuba. Así, no hubiera habido ningún derecho humano".
Es decir, le agradece a Pinochet, señala Kornbluh, por avanzar la causa de los derechos humanos.
El representante demócrata George Miller, un crítico de los abusos de Pinochet desde mediados de los 70, y quien ahora encabeza la campaña para obligar a la Casa Blanca ha entregar todo documento sobre Pinochet a los jueces españoles, declaró que el fallo de hoy "envía un mensaje a los mandatarios de que no pueden actuar con impunidad... que hay límites a su poder oficial".
"Sea cual sea el resultado final del caso del general Pinochet --agregó--, desde este día en adelante el letrero en la puerta de la comunidad internacional ahora dice: 'Dictadores asesinos no son bienvenidos, viajen a riesgo propio'".
Para el Instituto de Estudios Políticos (IPS), organización liberal en Washington donde trabajó el ex canciller del gobierno de Allende, Orlando Letelier, antes de ser asesinado en esta capital por sicarios del régimen pinochetista, la decisión de este miércoles fue bienvenida.
Pero con ella se intensifica la necesidad de que el gobierno estadunidense coopere con la investigación al otorgar todo documento que tiene sobre Pinochet, afirmó Marcus Raskin, del IPS.
Saul Landau, del mismo instituto, declaró que "esperamos que no hayan sobrecargado sus máquinas para destruir documentos. Dado que el gobierno estadunidense ayudó a llevar a Pinochet al poder, podrían haber funcionarios aquí con esa tentación".
Aunque Amnistía Internacional saludó la decisión de los lores británicos de rechazar la inmunidad de Pinochet, lamentó los nuevos "obstáculos de procedimiento (penal)" en la vía de la extradición a España.
En el mismo sentido se expresó la organización Human Rights Watch, mientras la alta comisionada para los derechos humanos de Naciones Unidas, Mary Robinson, consideró que el fallo es "otro paso significativo en la lucha internacional contra la impunidad", refirió la agencia Dpa.