n El Congreso y los partidos acusan al presidente Cubas del crimen
Agudiza el asesinato de Argaña la crisis que sacude a Paraguay
n La principal central sindical declaró una huelga nacional para exigir la renuncia del mandatario
Afp, Ap, Reuters y Dpa, Asunción, 23 de marzo n El asesinato este martes del vicepresidente de Paraguay, Luis María Argaña, agudizó la crisis que sacude al país, ya que mientras el Congreso y los partidos políticos acusaron al presidente Raúl Cubas de la muerte de su acérrimo rival político, la principal central sindical del país declaró a partir de esta medianoche una huelga general por tiempo indefinido para exigir la renuncia del mandatario, al tiempo que 10 personas resultaron heridas en choques entre jóvenes argañistas y policías antimotines.
Testigos relataron a la radio y la televisión que un grupo de hombres --que utilizó armas de guerra y vestía uniforme de camuflaje-- bajaró de un camioneta, se acercó al automóvil de Argaña, que circulaba por una calle cercana al centro capitalino, y le disparó varios tiros.
El vicepresidente, de 66 años, fue trasladado de inmediato al Sanatorio Americano, donde a las 8:30 horas se confirmó su muerte por tres balas que le atravesaron el corazón y una que le reventó el globo ocular.
En el atentado, en el cual los atacantes lanzaron una granada que no explotó, también murió un custodio, mientras que el chofer se encuentra gravemente herido.
Cubas, quien avivó las tensiones al ordenar la libertad del ex general golpista Lino Oviedo tras asumir en agosto pasado, convocó a una reunión urgente de su gabinete, ordenó el cierre de fronteras para evitar la fuga de los asesinos, llamó a los paraguayos "a mantener la cordura", y nombró a su hermano Carlos Cubas, opuesto a la liberación de Oviedo, ministro del Interior en remplazo de Rubén Arias Mendoza, quien renunció tras conocerse la noticia del atentado.
Aunque Cubas lamentó el asesinato, deslindó al gobierno de responsabilidades al señalar que "el doctor Argaña se ha manejado con personal a sus órdenes y no hemos podido darle cobertura de seguridad", que incluía un carro blindado.
De su lado, Oviedo dijo que lamentaba el crimen de Argaña, pues "si bien fuimos adversarios, nunca he negado mis sentimientos fraternos por la estirpe patriótica".
El atentado deja vacante la vicepresidencia en momentos en que la mayoría parlamentaria --compuesta por disidentes del gobernante Partido Colorado y la oposición de centro-izquierda-- se apresta a votar el 7 de abril si abre un juicio político al presidente, por ignorar una orden de la Corte Suprema de devolver a Oviedo a la cárcel.
Argaña fue derrotado por Oviedo en las elecciones internas del Partido Colorado el año pasado, pero se sumó a la fórmula presidencial cuando Cubas asumió la candidatura luego que el ex militar fue condenado por su intento golpista en 1996 contra el anterior mandatario.
Precisamente el ex presidente Juan Carlos Wasmosy dijo que el responsable del crimen es "el titular del Poder Ejecutivo", y consideró que la comunidad internacional "tiene la obligación y el derecho a restablecer el estado de derecho" en Paraguay.
La dirigencia del Partido Colorado, que respondía a Argaña, así como el Congreso, también responsabilizaron del asesinato al Poder Ejecutivo "y al movimiento político que lo sustenta", mientras que el líder de la Central Unitaria de Trabajadores, Alan Flores, convocó a partir de esta medianoche a una huelga general "hasta que se vaya este presidente asesino".
Poco después del crimen, cientos de simpatizantes de Argaña se reunieron frente al Sanatorio Americano, y atacaron a algunos políticos del oficialismo y de la oposición que intentaron entrar al lugar para dar el pésame a los familiares.
Posteriormente, la policía reprimió con violencia a un centenar de jóvenes que se concentraron en las cercanías del palacio de gobierno para reclamar la renuncia de Cubas, y en la refriega un diputado del opositor Partido Encuentro Nacional y otro del Partido Liberal Radical Auténtico fueron agredidos por los agentes, uno de los cuales se habría disculpado al explicar que recibieron órdenes superiores.
A unos 200 metros del lugar, unos 15 mil campesinos se manifestaban para pedir la condonación de sus deudas, en una protesta que había sido programada para hoy desde hace dos meses.
Mientras los restos de Argaña eran velados en su residencia, luego de que su familia se negó a que se trasladaran a la casa de gobierno, el abogado personal del vicepresidente, Icho Planás, advirtió que "aquí va a correr sangre", y que Cubas y Oviedo "serán colgados en una plaza pública, junto a sus respectivas familias".
Entrada la noche, versiones no oficiales daban cuenta de que el gobierno podría decretar el estado de excepción para asumir poderes extraordinarios.
Mientras, Estados Unidos condenó el asesinato de Argaña y pidió al gobierno paraguayo conducir "una enérgica" investigación, en tanto que la Organización de Estados Americanos advirtió que el "crimen atroz" pone en peligro la democracia.
Además de agudizar las luchas políticas internas, la muerte de Argaña podría constituir un duro golpe en las relaciones internacionales de este país, que junto a Argentina, Brasil y Uruguay integran el Mercado Común del Sur (Mercosur).
El presidente argentino, Carlos Menem, dijo que el Mercosur "está de luto", mientras que el canciller uruguayo interino, Roberto Rodríguez, opinó que el atentado crea una situación "muy preocupante" en Paraguay, que volvió a la democracia hace 10 años tras ser derrocado el dictador Alfredo Stroessner, aunque en el poder continuaron los colorados.
El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, condenó el asesinato --al igual que los gobiernos de Perú, Colombia, Costa Rica, Bolivia, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Chile--, pero consideró que no existen hasta ahora en el país vecino signos para una intervención del Mercosur.
Finalmente, el ex dictador Stroessner, exiliado en Brasil desde su destitución, quedó "muy sorprendido" por el crimen de uno de sus hombres en Asunción, afirmó telefónicamente a Afp una persona que se presentó como colaborador suyo.