n Filtraciones ponen en peligro la vida de José Luis Soberanes, dice Ling
Advierten senadores sobre un posible carpetazo al caso Colosio
n Definitivamente, Carlos Salinas de Gortari tiene que ver en el crimen, afirma Rodríguez Lozano
Andrea Becerril n La Comisión Especial de Atención y Seguimiento al Caso Colosio advirtió ante el pleno del Senado de la República que hay la intención de la subprocuraduría especial de dar carpetazo al expediente en torno al asesinato de quien fuera candidato presidencial del PRI, y exigió, ''en nombre del pueblo de México'', que se siga investigando, ya que los mexicanos merecen conocer la verdad.
En voz del senador Mario Vargas Aguiar, los integrantes de esa comisión advirtieron que desde el inicio las investigaciones han sido ''erráticas y confusas'', y expresaron ''extrañeza'' por las filtraciones de información que se han dado, toda vez que ni siquiera los integrantes de esa comisión tuvieron acceso a las declaraciones ministeriales.
Por separado, el senador panista Alfredo Ling Altamirano sostuvo que el responsable de esas filtraciones en torno a las declaraciones que el senador José Luis Soberanes formuló ante el Ministerio Público es el fiscal Luis Raúl González Pérez, ya que es el único que tiene acceso a ellas. Con ello, dijo, se está poniendo en riesgo la vida del legislador y la de su familia.
También en entrevista aparte, el senador priísta Amador Rodríguez Lozano pidió que se investigue al ex presidente Carlos Salinas de Gortari y a Manuel Camacho Solís, a fin de determinar quién estuvo detrás del clima político previo al homicidio.
''Definitivamente, Salinas de Gortari tiene que ver en el crimen, pero no se puede determinar qué grado de culpabilidad tiene'', precisó. Aclaró también que no acusa a Camacho Solís de participar en el homicidio de Lomas Taurinas, pero sí en el ambiente previo a éste.
Incluso, dijo, se ha manejado la hipótesis de que el ex regente estuvo detrás del levantamiento del EZLN en Chiapas, con el propósito de generar la circunstancia que llevara al cambio de candidato priísta.
En tanto, durante la sesión de ayer en el Senado, el presidente de la Comisión Colosio, Mario Vargas Aguiar, informó que el pasado día 19 los legisladores se reunieron con el subprocurador especial, Luis Raúl González Pérez, para constatar únicamente que no hay avances reales en la investigación, pero sí en cambio una tendencia a cerrar el expediente.
Preocupa a los senadores, agregó, la atención desproporcionada que la fiscalía pone en torno a la vida del asesino confeso, Mario Aburto Martínez, y ''la tendencia a convencernos del autor material solitario, sin acreditar los motivos del magnicidio''.
Vargas Aguiar señaló que hay la promesa del fiscal González Pérez de darles a conocer los avances en la línea de investigación referida al entorno político. ''Sin embargo, presentamos aquí nuestra preocupación por la aparición de informaciones en los medios, en los cuales se distorsiona la propia investigación del caso y se llega a ofender la memoria de Luis Donaldo Colosio, sin que exista información oficial al respecto''.
Manifestó luego la ''extrañeza'' de los integrantes de la Comisión Colosio por las filtraciones ųen torno a las declaraciones de Soberanes ante el Ministerio Públicoų ya que, dijo, ni siquiera los propios senadores han tenido acceso a esa información.
Alfredo Ling Altamirano sostuvo a su vez que el responsable de esas filtraciones es el mismo fiscal González Pérez, ''quien ha caído en la ilegalidad, ya que no se puede revelar el contenido de las averiguaciones previas a ninguna persona que no esté directamente involucrada en la investigación del caso''.
Es, dijo, un asunto muy grave que González Pérez debe aclarar, ya que pone en riesgo al senador Soberanes y su propia familia.
Ante esto, el legislador panista propondrá que la Comisión Colosio formule un extrañamiento al fiscal.
n El acto luctuoso, en medio de la grilla
Colosio, sólo un asunto más en el homenaje que le rindieron priístas
Arturo Cano n La "cultura de la línea" en aprietos. A los empleados de la profesora Elba Esther Gordillo les faltan manos para arrancar las letras de unicel. La pared ha de quedar desnuda antes de que entren los candidatos invitados por la CNOP. Pero cuando entran José Antonio González Fernández y Dulce María Sauri Riancho, en la pared todavía se lee: "ulce auri. 23 de marzo de 1999". En el centro de la mesa, donde no hay letreros con sus nombres, están a sus anchas José Luis Soberanes y Rodolfo Echeverría con sus frases del aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio: "Si no hay debate no hay combate, si no hay combate no hay democracia, si no hay democracia interna no hay unidad".
A reventar hemos llegado, compañero priísta. Y qué mejor fecha que ésta del aniversario de Colosio, el presidente nacional de la XIV Asamblea y su anuncio de que había llegado la hora del "punto final a la perversión política de las decisiones cupulares y centralizadas, la imposición y la antidemocracia". Ocho años ha.
Y Rodolfo Echeverría se agarra de frases así para encarar a Dulce María Sauri, tras darle un medio abrazo a González Fernández: "šEstán rehuyendo el debate!"
En esas andan cuando aparece la anfitriona, Elba Esther Gordillo, con su sabiduría de mil agarrones: "Hay que cuidar las formas/ soy partidaria de la política con ética, no con estética", invitamos a uno y también al otro, pero después, etcétera, etcétera.
Turno de González Fernández, quien gasta diez minutos en presentar sus respetos a los otros contendientes, en hablar de su agitada agenda de la minicampaña priísta, para terminar: "Si se quiere un debate, que se acuerde".
ƑLos problemas del país, los retos del PRI? Tampoco los tocará en su segunda intervención ųya sin el aspirante coladoų, pues preferirá un tema digamos que más práctico: "No hay que innovar mucho en la CNOP, hay que seguir con Elba Esther".
El turno de Echeverría ųcandidato de la "democracia interna", quiere que le llamenų; no hace honor a su demanda de equidad: consume 45 minutos. Además de su llamado a que los consejeros "voten en conciencia", Echeverría despliega su manejo de las fibras sensibles del priísmo: nuestro partido ha arriado sus banderas, nuestras bases sociales están agraviadas. "Si retomamos sus banderas, si las ponemos como estaban, a la vanguardia del partido, no tendremos la menor duda de que ganaremos la próxima elección presidencial".
Ya para entonces, los candidatos han firmado el pacto puesto en la mesa por Celso Humberto Delgado, presidente del Consejo Político Nacional: respeto a la militancia y a los órganos encargados del proceso electivo, legalidad, debate de alto nivel, equidad, apego a los estatutos.
Igual, apenas sale del salón de juntas de la CNOP, Rodolfo Echeverría ųhace apenas unos días reunió para la foto a tres ex presidentesų se lanza de nuevo con su amenaza: "Estamos pensando seriamente en dejarlo solo y que se au-to-des-le-gi-ti-me. En las próximas horas decidimos si nos retiramos o no".
La paradoja del 23 de marzo de 1999, quinto año sin Colosio: el sainete del día ocurre en el sitio donde José Francisco Ruiz Massieu acudiera al último acto político de su vida. Lo mataron al salir de la CNOP, en 1995. El crimen lo ordenó el entonces militante priísta, ya sentenciado, Raúl Salinas de Gortari.
El PRI es un partido de valientes, no de violentos, cerró el presidente Zedillo en otro aniversario de Colosio.
Se ha enterrado esa etapa, dicen los priístas. Está abierta otra, que sugiere Rodolfo Echeverría: "Si no hay un proceso democrático para elegir a los dirigentes, menos lo va a haber para elegir al candidato a la Presidencia de la República" .
500 años de política
José Luis Soberanes sube la voz. José Antonio González Fernández susurra. "ƑVa a haber equidad o no?", suelta el ex colaborador de Colosio. "ƑLe van a entrar al debate o no?" Se sigue de largo. En los medios, propone. No, es la respuesta del hasta hace unos días secretario del Trabajo. En reuniones con los consejeros, por sectores. Tampoco. Bueno, ante el Consejo Político Nacional. Que no. Siguen la palmada en la espalda de González Fernández y la frase, dicha más alto, de Soberanes: "Entiendo tu posición, José Antonio, no vamos a dejar de ser amigos por eso".
Y ya, encuentro de apenas unos segundos. La cargada no espera. Amueganados en una Suburban habían llegado González Fernández y Dulce María Sauri Riancho acompañados nada más, pero nada menos, por Alfonso Martínez Domínguez, Fernando Ortiz Arana y Gustavo Carvajal, todos ex presidentes nacionales del PRI.
Apretujones de por medio, todos los mencionados suben al templete para hacer la guardia de rigor y depositar una ofrenda ante el busto de Luis Donaldo Colosio. El cuadro lo completan los también ex presidentes Rafael Rodríguez Barrera, Jorge de la Vega Domínguez y Pedro Ojeda Paullada. Allá arriba deben sumar unos 500 años de carreras políticas. ƑAlguna duda? Nada, la aplanadora que acompaña a González Fernández deja claro hacia dónde se inclina ųColosio dixitų la "cultura de la línea".
Habían soltado que el orador sería el senador Marco Antonio Bernal. Un mensaje claro: Soberanes no representa a todos los colosistas. Pero no. Quizá ųvista la plana mayor que rodeó al ex secretario del Trabajoų hubiera sido un exceso de rudeza.
ƑY para Luis Donaldo?
Un homenaje luctuoso en medio de la grilla. En el arranque, las sillas vacías. Suben los amigos y ex colaboradores de Colosio a hacer la guardia en los extremos del busto de bronce. Luego los sectores: Heladio Ramírez López y sus líderes campesinos, los jefes de la ceneopé sin la profesora Gordillo, la briosa juventud de los cetemistas de Leonardo Rodríguez Alcaine. Sólo la guardia de los ex presidentes con González Fernández logra concentrar al respetable.
Lo importante son las citas para mañana, la Semana Mayor, que el priísmo consumirá en la renovación de su dirigencia, estar cerca de José Antonio (el "con permiso, hermano", seguido del empujón) y las toneladas de declaraciones.
ƑColosio y los cinco años de su asesinato? Apenas un tema y, por supuesto, no el central. Colosio. El cadáver incómodo, el mártir inoportuno. Que nadie lucre con su memoria, insisten los priístas, inmersos en el jaloneo abierto luego de las renuncias de Mariano Palacios Alcocer y Carlos Rojas, nunca informados del método que el presidente Ernesto Zedillo propondría para elegir al candidato del 2000.
Un tema apenas. Palacios Alcocer hace la declaración cajonera sobre la necesidad de que se profundicen las líneas de investigación y no se termine ésta en el autor material.
Angélica Luna Parra lee un discurso que pocos registran, ocupados como están en la batalla por la presidencia y la secretaría general.
Soberanes posa para la foto junto a una manta: "Sr. Presidente, Sr. fiscal especial, la sociedad mexicana los descertifica al no haber voluntad de esclarecer el asesinato".
Luego, el ex colaborador de Colosio preguntará: "ƑQué podía yo vetarle a Carlos Salinas con el poder que tenía en ese momento? Cierto, me preguntó mi opinión sobre Zedillo y Ortiz Arana, y se la di, favorable al segundo, con argumentos".
Y Ortiz Arana allá arriba, pieza de la aplanadora que avala a la fórmula González-Sauri.