n Conmemoración en la ex hacienda de Chinameca
"Tu grito aún no se cumple", dan parte a Zapata enviados del EZ
n Un veterano jaramillista y jóvenes rebeldes con el Caudillo del Sur
Hermann Bellinghausen, enviado, Chinameca, Mor., 22 de marzo n "Aquí estamos, mi general, las bases de apoyo del EZLN. Hemos venido a dedicarte un nuevo homenaje en esta hacienda donde el traidor Venustiano Carranza pensaba que iba a matarte", lee Genaro de su cuaderno en un rincón de la hacienda de Chinameca, donde fue asesinado Emiliano Zapata.
Y Genaro sigue el parte, que rinde: "Queremos decirte que tu grito de Tierra y Libertad sigue sin cumplirse. Nosotros sentimos que la clase gobernante no quiere respetar los derechos indígenas sin derramar sangre".
Acompañados en todo momento por don Félix Serdán, apoyado en su bastón de vara, los chiapanecos resultan algo así como zapatistas de tercera generación.
En el devaluado santuario de Chinameca, donde el Estado celebraba antes al héroe con un entusiasmo que ahora ha perdido, los 66 delegados zapatistas que recorrieron el estado de Morelos efectuaron un homenaje peculiar.
Ante unas 200 personas reunidas a la sombra de dos laureles de la India, generosos como ceibas, los indígenas encapuchados le hablaron a Zapata. Joel dijo en su turno: "Le pusimos unas flores, como un premio que se merece y se seguirá mereciendo".
Poco antes, al filo del mediodía, bajo un sol cañero, los delegados zapatistas efectuaron una ceremonia en el mero lugar donde cayó Zapata. Llevando alcatraces, azucenas, nubes, trazaron una espiral centrífuga y fueron depositando, uno por uno, las flores blancas a los pies de bronce del caballo rampante de la estatua.
En ese primer momento habló Jeremías, un delegado de mayor edad entre una mayoría de jóvenes. Su voz era recia, indignada. Sentía la afrenta de Chinameca: "El Plan de Ayala no se cumple. Lo mismo los acuerdos de San Andrés. No es el momento de llorar. Hoy más que nunca debemos seguir el ejemplo heroico de nuestros combatientes. Debemos unirnos en una sola lucha que nos unifique por nosotros", dijo.
A unas horas de haber concluido la consulta nacional, Jeremías dijo: "Es momento de que no le demos permiso al gobierno de seguir la explotación. Ya basta. Esta consulta no es sólo de Chiapas ni del EZLN. Lo hacemos por todos, principalmente por los jóvenes, que son los hombres del futuro".
En el que fuera casco de la hacienda, hoy convertida en centro deportivo, queda un arco en el que aún se aprecian los balazos de la emboscada del 10 de abril. A nombre de sus compañeros, Jeremías proseguía: "Al pueblo sólo le toca obedecer. Nuestro plan es que la consulta tenga éxito para los que vienen por atrás".
Más tarde, en su discurso Genaro elabora una interpretación agrícola, y le dice al general Zapata: "Este lugar mezcla mucho dolor de nosotros los indígenas. Pero tu palabra llegó a nuestras tierras, se sembró. La tierra dio frutos. Nuestro corazón se alegró cuando Zapata llegó a nosotros. Llegó muriendo para vivir de nuevo". Y muy característicamente dice al general: "Eres guardián y corazón del pueblo".
En la tierra de Emiliano Zapata
Para los delegados del EZLN, esta visita a Chinameca es un momento culminante de su viaje. Solín y Ezequiel se dicen maravillados de esta tierra "tan plana". Ellos, que viven entre montañas. Y dice Solín:
"Nunca soñábamos con venir aquí. No lo imaginamos así. Conocíamos la historia, pero del lugar, lo pensamos distinto. Y, chingón, nos pasó así como dicen aquí, que los que no han ido a Chiapas a visitarnos, no se imaginan cómo es".
Marisol, radiante, comenta el gusto que le dio venir a Morelos. "Esta es la tierra de la resistencia". Y que lo diga ella, que vive en medio de la militarización aplastante y lleva 5 años de resistencia continua.
Mientras los zapatistas desarrollaban una especie de ceremonia a su manera, sus anfitriones cumplían su propia agenda. Así, los dos actos en Chinameca son cuatro. En el lugar del sacrificio, un tanto tenebroso, y que indigna a Jeremías, los zapatistas depositan flores mientras los locales les leen para la ocasión un relato del preciso momento en que mataron a Zapata. El profesor Espejo, que como se dice, no venía preparado, en cuanto le piden el numerito para los zapatistas, saca un folder con el texto. Al terminar su relato (Ƒcuántas ceremonias así habrá habido en este siglo del PRI?) dice el profesor: "Hablar de Emiliano es hablar de ustedes". Que la boca se le haga chicharrón. Si se la pasó hablando de Guajardo y sus maldades.
El acto posterior, dentro de la ex hacienda, también fue doble. De hecho así se anunció: primero el acto de los morelenses, y luego el de los zapatistas.
El primero corrió a cargo de la diputada Cristina Balderas, líder de la fracción perredista en el Congreso morelense. El plato fuerte son seis niñas de distintas edades que efectúan una complicada ceremonia de honores a la bandera. Por decisión propia, estas niñas se prepararon dos meses para este momento. Visten traje de gala, unas horribles boinas rojas y guantes blancos. La mayor ordena: "Por escuela, paso derecho, conversión con paso redoblado, ya". Con una bandera nacional "de milicia", nos entretienen un rato. Luego cantan todos: "se levanta en el mástil mi bandera...".
Cantan el Himno Nacional, acompañados por una filarmónica de sanates en los laureles.
En su parte de la ceremonia, que como tal se anuncia, los zapatistas sólo hacen uso de la palabra. Es cuando Genaro dice su inspirado discurso: "Sigue la sangre nuestra aflorando en estas tierras mexicanas. Hay en nosotros razón en la demanda de que haya paz en nuestras tierras indias. No necesitamos al Ejército federal para poder gobernarnos con razón y dignidad".
Recuerda el momento "cuando Zapata habló con nosotros, para que los poderosos tiemblen. La democracia es nuestra razón. La justicia, nuestra vida", y concluye su informe al general: "Bailado Zapata, vives en estas tierras".
Con emotividad más personal, Maricarmen dice: "Aquí nos quisieron, nos amaron, nos recibieron con mucho cariño".
Domingo Leal, del municipio de Ayala, dice al final que en Anenecuilco recibieron a los zapatistas como hermanos. En la tierra de Zapata, "hemos sido capaces de organizarnos en plazas, escuelas, calles, sin policías. Todo esto lo luchamos por ustedes y por nosotros".
Anuncian que "como en todos los actos", cantarán el himno zapatista, "a cargo de la compañera Italia, de Jojutla". Entonces Italia da un paso al frente y entona la nueva versión del corrido zapatista Carabina 30-30. Lleva estampado en su camiseta el rostro de quien será último orador este día en Chinameca: Félix Serdán. El cinto de su morral cruza el pecho de la joven como canana de trapo. Canana pacífica.
Finalmente, don Félix: "Este es un día para la historia. El 22 de marzo es ya una fecha importante, porque los hermanos de Chiapas han realizado una tarea. Han roto una vez más el cerco que el gobierno les ha puesto para aislarlos del pueblo de México. Para nosotros es un privilegio la presencia de estos compañeros. Ellos nos han mostrado cómo la lucha verdadera no es a medias, sino completa". El veterano oficial jaramillista, él mismo en caso de "lucha completa", termina con dos consignas: "šZapata vive, la lucha sigue!, y šviva mi general Jaramillo!". Serdán pide un último aplauso para la larga hilera de encapuchados de cara al público y se dispone a acompañarlos de regreso hasta la selva Lacandona, de la misma manera que fue por ellos la semana anterior. Y viejos, los cerros.
La última actividad de los delegados zapatistas fue una visita al Congreso morelense, a invitación de la fracción perredista, y donde fueron declarados visitantes distinguidos.
n Tras la consulta, endurecimiento del gobierno, afirma
Advierte Héctor Sánchez sobre una
provocación militar en Chiapas
Andrea Becerril n En lugar de descalificar la consulta zapatista, el gobierno federal está obligado a reconocer sus resultados y a ofrecer alternativas políticas de solución al conflicto en Chiapas, luego de la gran participación ciudadana que se dio en torno a la causa indígena, comentó el senador perredista Héctor Sánchez, integrante de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa). Asimismo, advirtió que las declaraciones del secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, en torno a ese referéndum muestran el endurecimiento de las autoridades.
El senador perredista dijo que es preocupante esa actitud, "la descalificación por la descalificación, sin anteponer ninguna otra alternativa política como lo hizo Labastida Ochoa , ya que no sólo lo dice como secretario de Gobernación, sino como posible candidato del PRI a la Presidencia".
Sin embargo, agregó, mientras el gobierno no se atreva a consultar al pueblo de México sobre derechos y cultura indígenas, no tendrá argumentos para desacreditar una consulta como la de ayer "en la que participaron millones de mexicanos y donde se opinó de manera libre"
El senador oaxaqueño, de extracción indígena, dijo que si Labastida Ochoa no está de acuerdo con el resultado de la consulta zapatista, lo emplaza a que promueva otra, con las preguntas que quiera "para ver cómo responde el pueblo de México".
Dijo luego que desafortunadamente ha habido otras declaraciones preocupantes, "por ejemplo las del senador Oscar López Velarde, diciendo que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es un grupo armado que no quiere el diálogo ni resolver el problema. Ahí implícitamente se está llamado a derrotarlo militarmente".
El legislador del PRD agregó que por ello no descartaría que en los próximos meses pudiera haber una provocación de gran envergadura que hiciera intervenir nuevamente al Ejército en Chiapas, militarizar aún más la entidad y presentarlo como opción de paz.
Frente al ejemplo del EZLN de buscar opciones políticas que den salida al conflicto, pareciera que al gobierno federal le interesa que el problema en Chiapas quede estancado, pues no solamente perdió oportunidad de resolverlo en este sexenio, sino que en los próximos comicios buscará utilizarlo electoralmente para inducir el voto del miedo.
Por otra parte, Héctor Sánchez dijo que los legisladores integrantes de la Cocopa tomarán en cuenta el resultado de la consulta sobre la ley indígena. Sin embargo, agregó, no es algo que obligue a esa comisión a tomar alguna resolución, toda vez que en su carácter de instancia de coadyuvancia no puede inclinarse hacia alguna de las partes en conflicto.