n Los expositores exigieron buscar opciones y pidieron un referéndum
En el foro de consulta hubo total discrepancia con la privatización
n Jiménez Espriú destacó ambigüedades, falta de rigor y de seriedad de la iniciativa presidencial
Andrea Becerril n En un emotivo acto de repudio a la privatización del sector eléctrico, se convirtió ayer el quinto Foro de Consulta sobre la iniciativa presidencial que organiza el Senado de la República. Académicos, investigadores, legisladores del PRD, ex funcionarios e integrantes de la Corriente Renovadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) argumentaron su ''total discrepancia''; exigieron buscar alternativas, incluso, presentaron algunas, y pidieron convocar a un referéndum para que sea el pueblo mexicano el que decida y no se legisle al vapor.
Los coros y consignas de un centenar de trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), no pararon durante las más de seis horas que tardaron los 28 ponentes en exponer sus puntos de vista. Los sindicalistas aplaudieron a rabiar al representante de la Corriente Renovadora, Javier Jiménez Espriú, quien enumeró ambigüedades, falta de rigor y seriedad en la iniciativa presidencial y preguntó si otra vez se cambiará una industria estratégica ''por cuentas y vidrios'', como en la Conquista española.
Bours retrocedió ante el Himno
En ese ambiente, el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Eduardo Bours, apenas pudo insistir en que la apertura del sector eléctrico al capital privado sea total. Los chiflidos le impidieron terminar su discurso y se marchó poco después, antes de que los trabajadores del SME comenzaran a cantar el Himno Nacional y obligaran a todos los asistentes a ponerse de pie y a entonar también sus estrofas.
Con ello, quisieron refrendar su postura en defensa del sector eléctrico y poner una especie de colofón a lo expresado por su representante, José Antonio Almazán, quién exhortó a los legisladores a ''hacer gala de patriotismo'' y rechazar la propuesta de reforma constitucional para la apertura del sector.
EL SME, expresó Almazán, está dispuesto a discutir cualquier alternativa que permita sacar adelante al sector eléctrico nacionalizado, pero ''no dará en forma alguna un cheque en blanco'' al presidente Zedillo en su intento por sacar una iniciativa, que ''está dictada desde las grandes corporaciones internacionales''.
Dejó claro el rechazo a la discusión apresurada y el ''albazo antidemocrático'' en el Congreso, e insistió en que se haga un referéndum nacional para que sea el pueblo el que decida. La petición la formuló también el priísta Francisco Javier Alejo.
Al grito de ''šDuro, duro!'' siguió después el coro de voces con ''Mexicanos al grito de guerra'' y las demás frases del Himno Nacional. Todos de pie; visiblemente emocionados la mayor parte de los asistentes, reunidos en el patio central del viejo edificio de Xicoténcatl.
Era el momento climático, pero no el único. Después de que la presidenta de la Gran Comisión del Senado de la República, María de los Angeles Moreno, inaugurara el foro y resaltara que de la pluralidad de posiciones así como del análisis riguroso se desprenderán los puntos de coincidencia en torno a los principios de soberanía, rectoría del Estado y fortaleza de la nación en materia eléctrica, empezó el debate.
A diferencia de los cuatro foros regionales anteriores, en esta ocasión hubo vehemencia en los expositores para defender sus puntos de vista y la presencia de los representantes del SME, a los que inútilmente intentó ordenar el senador Amador Rodríguez Lozano, integrante de las comisiones dictaminadoras.
El investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Max Ortega, pidió a los senadores oponerse a la reforma, ya que privatizar la industria eléctrica se traduce en una renuncia de la soberanía.
A nombre de la Corriente Renovadora del PRI, el ingeniero Javier Jiménez Espriú, expuso su ''total discrepancia'', no sólo por las contradicciones de la iniciativa con los documentos básicos del PRI, sino porque el planteamiento del proyecto de reforma es ''insuficiente en el análisis económico, discutible desde el punto de vista técnico, ignorante de contenido histórico y ayuno de sensibilidad política''.
Lista y hecha por extranjeros,
la reglamentación secundaria
Ex secretario general de la UNAM y Premio Nacional de Ingeniería, Jiménez Espriú criticó ''la superficialidad'' de los documentos de apoyo a la iniciativa que presentó la Secretaría de Energía. Dijo que parece que se partió de la decisión de privatizar y luego se acomodaron argumentos, premisas y diagnóstico para sustentarla, ''aunque se olvidó ofrecer, cuando menos como ejercicio académico, diversas opciones a evaluar''.
No es explicable, de otra manera, remarcó, ejemplificar los éxitos, muy dudosos, de otras privatizaciones en el mundo, con condiciones políticas, económicas y técnicas muy distintas al de México. Tampoco se explica que se haya dejado fuera del análisis a técnicos y profesionales mexicanos y que no se haya consultado a los cuerpos colegiados mexicanos, dijo.
''No es explicable, entre muchas otras cuestiones sin explicación, que sean despachos de consultores extranjeros, cuyos nombres no se revelan, quienes hayan propuesto tanto la modificación operativa del sector, como la legislación secundaria, que debe partir de la modificación constitucional y que ya tienen lista''.
Jiménez Espriú agregó que tampoco es explicable que el proyecto de legislación secundaria no se haya hecho público, como se había ofrecido. Los aplausos lo obligaban a hacer pausas. Expuso que el sector eléctrico ha crecido en los últimos 50 años a tasas mayores de las que hoy se plantean y que existe el personal calificado para enfrentar los retos.
Preguntó: ''Ƒqué justifica la decisión de tirar por la borda 50 años de esfuerzo nacional? ƑEn beneficio de quién o de quiénes, desintegrar empresas cuyas economías de escala las sitúan entre las más rentables del mundo? ƑEn beneficio de quién, abrir indiscriminada y unilateralmente un sector, cuya preservación como servicio público estratégico costó sangre, sudor y lágrimas en las negociaciones del TLC?''.
Preguntó si todavía se piensa reinscribir en el siglo XXI la historia de la Conquista ''y a cambiar espejos y vidrios por mano de obra maquiladora barata y horas-cerebro al 10 por ciento de los que nos cobran. Subsidiaremos así el desarrollo tecnológico de los países y las empresas poderosas, aunque ya no usemos penachos con plumas y nuestros títulos y grados no sean del Calmecac, sino de universidades extranjeras''.
Insistió: ''Extender un cheque en blanco para la privatización del sector eléctrico cuando estamos sobregirados con los de los bancos, carreteras, los ferrocarriles y las aerolíneas, por sólo citar las más conspicuas, parece una excesiva y preocupante responsabilidad del legislativo''.
Desde el fondo se escuchó un grito: ''šEse es el PRI que se quisiera!'', que hizo voltear desde su lugar, en el presídium, a Sergio García Ramírez. El orador concluyó con la demanda de que se dé respuesta a todas las interrogantes planteadas y se analicen de manera seria y profesional las alternativas a la privatización.
Fue un punto de coincidencia. Tanto la diputada Laura Itzel Castillo, quien argumentó la postura del PRD, como Cuauhtémoc Amezcua, del PPS, y el priísta Francisco Javier Alejo, resaltaron que hay otros caminos antes de pensar en entregar a la iniciativa privada, fundamentalmente a la extranjera, el sector eléctrico.
Alejo, quien fue secretario de Patrimonio Nacional y directivo de Comisión Federal de Electricidad, sostuvo que existen otras opciones para financiar la expansión de la industria eléctrica, entre ellas, reestructurar a fondo las dos empresas del sector, contratar créditos internacionales a largo plazo, realizar una reforma tributaria o combinar las tres alternativas.
La catedrática de la UNAM Claudia Sheinbaum calificó de ''falso'' que concesionar la generación y la distribución de electricidad sea la única solución al problema financiero. Resaltó que los ejemplos de Inglaterra, Chile ,Colombia y Argentina muestran cómo la privatización no garantiza el suministro futuro de energía.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Eduardo Bours Castelo llegó tarde al foro, pero de inmediato se dio cuenta del ambiente y trató de acortar su discurso; aún así, no pudo contener las expresiones de rechazo de los trabajadores del SME a su demanda de apertura total del sector eléctrico a la iniciativa privada.
Pidió ''reducir la presencia estatal, pues en la iniciativa continua siendo excesiva. Debemos tender a que la entidad controladora, es decir, el centro de la operación del sistema eléctrico nacional, tenga un carácter privado y autónomo''.
''šTiempo, tiempo!'', coreaban los sindicalistas, mientras Bours, nervioso, se saltaba párrafos. Su nerviosismo aumentó cuando le entregaron la tarjeta roja que se hacía llegar a los ponentes que rebasaban los diez minutos acordados para cada orador, mientras Rodríguez Lozano exigía guardar el orden.
El dirigente del CCE insistió entonces en que se confiera a la iniciativa privada la totalidad de la generación eléctrica, pero además ''impulsar decididamente su participación en la distribución y alentar la competencia en la comercialización del producto''. Todavía, entre rechiflas, dijo que es falso que el subsidio a las tarifas pueda desaparecer, e hizo notar que no debe olvidarse que los subsidios son pagados por la sociedad.
Al concluir el Foro, hubo puños en alto y el grito: ''SME, SME, SME''.