n Opción "más efectiva" para demostrar que se respetan los derechos humanos


Insiste Pierre Sané en que México

debe poner fin a la impunidad

n AI investiga y documenta a diario las violaciones, advierte el secretario general del organismo

Kyra Núñez, corresponsal, Ginebra, 22 de marzo n Pierre Sané, secretario general de Amnistía Internacional (AI), abordó de nuevo las preocupaciones de su organismo respecto a la deteriorada situación de los derechos humanos en México: "Lo que decimos en nuestro informe actual es lo que hemos venido señalando, por años, sobre México: uno de los actos más efectivos para que el gobierno muestre su compromiso hacia el cambio por el respeto y la promoción de los derechos humanos es que ponga fin a la impunidad".

Interrogado sobre las declaraciones de la cancillería mexicana, en el sentido de que el reciente informe de AI ųpublicado el 9 de marzoų, México, a la sombra de la impunidad, no toma en cuenta ni reconoce los avances en el ámbito gubernamental de la lucha contra las violaciones a los derechos humanos, ni el que se esté "organizando" el que sería "el más grande sistema de ombudsman del mundo", el secretario general declaró:

"Pueden decir lo que quieran; pueden designar, desarrollar, poner en acción una burocracia; hacer declaraciones; cambiar legislaciones. Pero mientras los responsables de las masacres en Acteal, Aguas Blancas, El Charco y El Bosque no hayan sido llevados ante la justicia y se entablen procesos penales, sabiendo además que están involucrados oficiales del Ejército e integrantes de grupos paramilitares sostenidos por instancias oficiales, la situación no ha cambiado. Lo que sigue siendo respetado no es el derecho humano, sino la impunidad".

 

Realidad sin cambio

 

Durante una entrevista que trató sobre todo los casos de México y Estados Unidos, que se encuentran entre los 15 "prioritarios" en la 55 sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Sané reiteró que "la manera más efectiva" que tiene México para mostrar, al interior y al exterior del país, que su política no es la de la impunidad, es darle término. "En consecuencia, debe llevar a los implicados ante los tribunales, pues es la mejor lección que se puede enviar al Ejército ahora. Sin embargo, no es eso lo que está pasando".

Mencionó que todavía ocurren cientos de desapariciones, en adición a los casos viejos, "así que, aunque haya reformas legislativas y relativas al ombudsman, no cambia la realidad, pues, Ƒen qué se ha modificado la situación diaria de los campesinos en Guerrero, la de los indígenas en Chiapas, la de los niños en la ciudad de México? O, del otro lado, Ƒen qué ha cambiado la situación de los militares o la de los políticos involucrados en masacres, en violaciones? Para éstos, en nada: siguen actuando con gran impunidad.

"No estamos diciendo que el gobierno esté comprometido en cometer violaciones a los derechos humanos; estamos diciendo que no vemos la voluntad política que se traduciría en investigar los casos a profundidad, en identificar a los responsables y llevarlos ante la justicia, y si son encontrados culpables, castigarlos", añadió.

Respecto a la posibilidad de que la comisión de la ONU actúe en el caso de México, manifestó que sería "bienvenida", pues es uno de los países, entre 15, que están en el orden del día de AI, y hay disposición para darle "sustancia" a una posible resolución. En 1999, los casos "prioritarios" son Estados Unidos, Argelia, Camboya, Turquía y la región de los Grandes Lagos, en Africa; entre los diez "alternos" están México, Colombia, China y Timor Oriental.

Finalmente, y tras recordar las vicisitudes que experimentó durante su visita a México ųcuando el presidente Ernesto Zedillo y altos funcionarios de su gabinete se negaron a recibirloų, Sané dijo sentir que siempre será recibido por los mexicanos y que le gustaría regresar.

"Sólo que para mi próxima visita espero que el gobierno mexicano trascienda la simple retórica y empiece a trabajar efectivamente en prevenir las violaciones, las cuales, no se olvide, Amnistía Internacional continúa investigando y documentando diariamente."

 

EU debe a dar el buen ejemplo

 

Durante su participación en la ceremonia de apertura de las seis semanas de trabajo de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Pierre Sané se dedicó a presentar los reclamos de AI para que Estados Unidos actúe con apego a su doctrina de defensor mundial de los derechos humanos hacia el interior del país, donde en los últimos años se ha manifestado "un gran deterioro de las garantías y las libertades fundamentales".

Asimismo, dio voz al sentir de muchos expertos en derechos humanos, y pidió que en la citada comisión "se haga a un lado la política, que argumenta situaciones económicas y sociales para evitar el trabajo sustancial: poner coto a las violaciones de los derechos humanos".

Durante la entrevista con La Jornada, Sané afirmó que en Estados Unidos "las violaciones son persistentes, masivas y afectan en forma desproporcionada a los pueblos étnicos y las minorías raciales", lo cual se debe "a la prevalencia del racismo que permea los cuerpos policiacos y el sistema judicial, y en los que priva además la injusticia económica de las clases sociales y la discriminación de las mujeres.

"Estados Unidos ųrespondió Sané a otra pregunta de este diarioų no niega los alegatos contenidos en el informe de AI publicado el 9 de marzo; no niega la brutalidad policiaca, pero en lo que mostró su desacuerdo fue en nuestro reclamo de que la pena de muerte es una violación de un derecho humano, tal como es reconocido por más de 140 países del mundo.

"De Estados Unidos esperamos su cooperación con los órganos de la comisión de Naciones Unidas, esperamos su acción en la prevención y protección de los derechos humanos al interior del país, por su propia credibilidad, porque de no hacerlo, los otros países dejarán de tomarlo en cuenta, pues si está comprometido con los derechos humanos, como dice estarlo, entonces tiene que demostrar ese compromiso en su propia casa. Por eso debe cooperar también con los relatores especiales."

Agregó que "la forma como Estados Unidos conduce la pena de muerte es definitivamente un mal ejemplo", de ahí la "gran preocupación" de Amnistía Internacional y la campaña lanzada en octubre de 1998 para que sea abolida en los 38 estados que la tienen ųy prevenga que otros estados la instaurenų. Continuar con ella "legitimaría esa violación para ser usada por otros países, como son los casos de Guatemala y Filipinas".

Más grave aún, añadió Sané, es el hecho de que la tecnología estadunidense, en el caso de la pena de muerte y de otras violaciones a los derechos humanos, esté siendo utilizada por otros países donde las salvaguardas son menos, con lo que "Estados Unidos promueve su tecnología para matar gente".

 

La credibilidad de AI, a salvo

 

Estados Unidos, insistió el secretario general de AI, "debe terminar con la práctica de instigar violaciones a los derechos humanos, que es la secuela natural a sus negocios de venta de armamento; la mayoría de las armas puestas a la venta sin ningún considerando son verdaderos instrumentos de tortura, con los cuales se han cometido innumerables violaciones. Las armas de tortura han ido a México y a Colombia, a Turquía, a Indonesia, según el informe de AI en octubre de 1998".

Pierre Sané dijo que el hecho de identificar a Estados Unidos como un país donde se violan los derechos humanos no pone en duda la credibilidad de AI.

"Ello ocurriría si silenciamos el hecho, y el hecho es claro: en los últimos años, el deterioro de la situación de los derechos humanos en ese país se ha agravado; hay más y más condenas de penas de muerte, más ejecuciones ųno menos de 300ų, incluyendo a jóvenes; más y más personas que son maltratadas en una detención y padecen la brutalidad policiaca; el burocratismo en la policía se ha agravado; los demandantes de asilo son detenidos sin investigación judicial y hechos prisioneros en celdas con criminales; las mujeres detenidas sufren incluso violaciones de género; las condiciones carcelarias son ínfimas y las cárceles están sobrepobladas".

Por todo ello, "es urgente que Estados Unidos se dedique a examinar su propia situación, se adecue a los estándares en derechos humanos que exige a otros y que, como lo ha aceptado la comunidad internacional, admita que la pena de muerte es una violación y declare, como muchos otros países, una moratoria indefinida a esa práctica aberrante", concluyó el secretario general de Amnistía Internacional.