n No es un capricho de tecnócratas, afirmó


Pide Zedillo al Congreso analice su iniciativa del sector eléctrico

Rosa Elvira Vargas n La democracia es quizá lo único en lo que la sociedad mexicana debe ser intransigente, además de no hacer concesiones al autoritarismo, a la demagogia ni al populismo, porque esos elementos ''acaban siempre conspirando'' contra la vida democrática de las naciones, afirmó el presidente Ernesto Zedillo, y llamó al Congreso de la Unión a ejercer su ''responsabilidad de gobierno'', para que con visión de largo plazo analice, debata e incluso modifique su iniciativa de privatizar el sector eléctrico.

Reunido con los integrantes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el jefe del Ejecutivo dijo que la normalidad democrática que hoy vive el país ofrece a sus habitantes un nuevo tipo de certidumbre con independencia de los actores políticos e incluso de muchas circunstancias, algunas de ellas ''coyunturales''.

De igual modo, rechazó el ''falso debate'' que critica las políticas económicas de su administración como ''el capricho, la obsesión de un grupo de tecnócratas''. Eso es falso, aseguró, y explicó que trata de impulsar una visión de modernidad que no niegue identidad ni soberanía, pero que atienda rezagos y se anticipe a los problemas y circunstancias, ''que sabemos están a la vuelta de la esquina''.

Resaltó que el método y enfoque con el que los mexicanos dirimirán cualquier diferencia es la democracia, y que ésta se ha practicado en los años recientes, como nunca antes en la historia del país. Sin embargo, subrayó que la tarea no está terminada, pues aunque hoy existen mejores instituciones y reglas jurídicas, aún ''hay un trecho por avanzar en la construcción de una nueva cultura de la democracia''.

Y esa cultura, planteó Zedillo, no se puede construir desde el gobierno, ni siquiera sólo desde los tres poderes del Estado, sino que debe surgir, ''esencial y fundamentalmente'' de la sociedad. Apuntó entonces que él ve con optimismo la tendencia democrática que tiene México.

 

Se aplican políticas sociales

responsables y juiciosas

 

A lo largo del discurso que improvisó ante los empresarios, Zedillo hizo el recuento de los avances económicos del país, y en alusión a la expresión del nuevo titular del organismo, Alberto Fernández Garza, en el sentido de que el mayor problema de México es la pobreza, reiteró que ésta sólo podrá corregirse con crecimiento económico.

El gobierno, apuntó, no ha esperado a que transcurran muchos años de crecimiento económico para iniciar el combate de rezagos y las desigualdades y los ilustró con los que llamó avances cuantitativos y de calidad en aspectos como educación y salud. También se detuvo a explicar los detalles del programa Progresa, al que calificó como la ''motivación social más grande'' para seguir aplicando políticas económicas responsables y juiciosas.

Luego, destacó como parte de la visión y de la ética de responsabilidad pública que debe tener todo gobernante, su propuesta de privatizar el sector eléctrico, pues aquél, no debe preocuparse tanto por el hoy sino mucho más por el mañana. Eso, dijo también, como respuesta a quienes inquieren el por qué de presentar esa iniciativa en el último tercio del sexenio.

Enseguida, se planteó a sí mismo la pregunta sobre qué es preferible para el Estado, que invierta en salud, educación, provisión de servicios públicos, combate a la pobreza y atención a la seguridad pública o los escasos recursos de que dispone --''que pueden ser aportados por el sector privado mexicano y extranjero''-- en la generación de energía eléctrica.

Y respondió: ''Para mí, y es únicamente mi punto de vista, pero por supuesto espero que muchos más mexicanos lo compartan... lo más importantes es que el Estado gaste en lo fundamental, gaste en la justicia social, gaste en la justicia''.

En ese punto, redobló su llamado al Congreso --porque, dijo, ''no se gobierna únicamente desde el Poder Ejecutivo'', pues a los otros dos, la Constitución les confiere también esa responsabilidad-- para que considere, debata y si así lo dispone, ''modifique mi iniciativa, pero que tome una posición, que adopte una solución a este respecto''.

Por su parte, en su primer discurso al frente de la Coparmex, Fernández Garza se manifestó por impulsar la reforma fiscal y la adecuación de las leyes laborales; pidió reactivar el sector financiero y bancario para que haya de nuevo disponibilidad de crédito y dejar en este renglón la dependencia del extranjero.

Asimismo, dio el apoyo del gremio patronal a la privatización del sector eléctrico, pues indicó que ''no podemos seguir resistiéndonos a modernizar la patria''. Además, pidió realizar una nueva ''revolución educativa'' al asegurar que el aparato de enseñanza es ineficiente y mantiene en el rezago a millones de mexicanos.

Exigió instaurar una democracia plena y propuso que los actores y fuerzas políticas suscriban un pacto de unidad que contribuya a la transición del país hacia mejores estadios sociales y económicos. La auténtica política, subrayó, no es aquella que divide, sino la que une.

Invitado también a esta asamblea, el diputado Porfirio Muñoz Ledo disintió de lo que apenas momentos antes había expuesto el Presidente. De entrada, dijo no sentirse aludido con el rechazo al populismo, ''porque yo nada tengo que ver con los populismos, si hubiera estado aquí Esteban Moctezuma sí iría contra él, pues eso hace en Sedesol, y la demagogia es la que se oye en discursos que no tienen fundamento''.

Tampoco estuvo de acuerdo con lo planteado por Zedillo entre que si el Estado debe atender los rezagos sociales o invertir en el sector eléctrico. ''Es absurdo. Es irresponsable quitarle constitucionalmente al gobierno la responsabilidad eléctrica porque es un servicio público y debe seguir siéndolo''.

Dijo que no quiere polemizar con el Presidente, aunque tajante planteó que está equivocado, pues el Estado es por definición una entidad de responsabilidades múltiples; eso no se lo plantearía a propósito de modernidad el jefe de Estado de ninguna nación civilizada.