n El año pasado pagó 114% de las utilidades en impuestos y derechos


El régimen fiscal descapitaliza a la industria petrolera: Lajous

n La situación ''es insostenible'', dijo el director de la paraestatal ante el presidente Zedillo

Miriam Posada, Rosa Elvira Vargas, enviadas, Guadalupe Ríos, corresponsal, Salina Cruz, Oax., 18 de marzo n Ante la pérdida neta de 10 mil 590 millones de pesos ųdespués del pago de impuestos y derechosų registrada el año pasado, el director general de Pemex, Adrián Lajous, urgió la puesta en marcha de una reforma fiscal integral, toda vez que ''el actual régimen descapitaliza a la industria petrolera, afecta su eficiencia para captar recursos financieros en el exterior, y desalienta el cálculo económico racional al interior''.

Advirtió que ''esta situación es insostenible'' y alertó que la paraestatal no debe destinar más recursos al gasto corriente, sino a la inversión productiva; de lo contrario, dijo, estará en riesgo su capacidad competitiva y su futuro.

En México, señaló, funciona un régimen fiscal que tiene sometida a la industria petrolera nacional, en el que la base impositiva es el ingreso bruto y no las utilidades.

Ante el presidente Ernesto Zedillo, Lajous expuso que en el caso de las actividades extractivas es necesario diseñar derechos que capturen en forma efectiva la renta económica del petróleo. Apuntó que Pemex pagó impuestos y derechos por un monto equivalente a 114 por ciento de sus utilidades.

''Esta situación es insostenible. El actual régimen fiscal descapitaliza a la industria petrolera, afecta su eficiencia para captar recursos financieros en el exterior y desalienta el cálculo económico racional al interior de la misma'', por lo que urgió a revisar el régimen fiscal de esa empresa y a trabajar para llegar a uno que grave las actividades industriales y comerciales, ''como se hace con cualquier otra''.

Lajous señaló que, de acuerdo con los estados financieros de 1998, se concluye que ''las condiciones económicas de la industria han dado un sentido de urgencia a una situación que teníamos que abordar en cualquier caso''. ''No cabe duda de que la reducción de los costos de operación entrañarán sacrificios'', agregó, y confió en que tendrá el apoyo de los petroleros porque ''de ello depende el futuro de nuestros centros de trabajo''.

Durante la conmemoración del 61 aniversario de la Expropiación Petrolera, Lajous habló por primera vez de los riesgos que representaría para el país continuar con la descapitalización de la paraestatal, así como de la dependencia que el gobierno federal tiene de los ingresos petroleros y de la necesidad de que no dependa ''tanto'' de los mismos.

Por primera vez, manifestó ante el jefe del Ejecutivo que la ''situación es insostenible'', e hizo un llamado a proteger la estructura de Pemex como empresa petrolera integrada, de escala mundial.

Y es que aún cuando la crisis petrolera internacional obligó Pemex a reducir sus exportaciones y a modificar su premisa para el precio promedio anual de la mezcla mexicana de exportación de 15.50 dólares por barril a 10.50, cumplió con sus obligaciones fiscales, sin importar que aunado al conflicto internacional se presentara ''la baja significativa de los precios internos pagados al productor por los combustibles automotrices, industriales y domésticos, como resultado de su vinculación con cotizaciones internacionales de referencia''.

Ante este panorama, Lajous se pronunció por proteger ''las ventajas que ofrece la enorme riqueza de los hidrocarburos de México, capturando a través de Pemex la renta económica de estos recursos naturales no renovables''. Agregó: ''Fortalezcamos su capacidad competitiva en los mercados internacionales dándole los apoyos para asumir los retos de nuevas estructuras de mercado y formas de organización industrial, reconociendo su misión y conducta empresarial, exigiéndole que rinda cuentas claras respecto a su obligación fiduciaria. Pemex necesita revitalizar sus órganos de gobierno y que el Estado tenga mejores instrumentos para ejercer sus derechos de propiedad''. Y es que, dijo, la transformación de Pemex y de la industria petrolera debe ser un proceso gradual y cuidadoso que preste atención al detalle para evitar la destrucción del valor económico.

''Sólo un Estado fuerte puede sentar las bases para que los mecanismos del mercado operen con eficiencia. Sólo un Estado fuerte puede instrumentar las reformas que exige la industria petrolera mexicana al término del siglo XX''.

En este sentido, Lajous dijo que Petróleos Mexicanos aspira a tener un régimen fiscal que, en el caso de las actividades extractivas, establezca derechos que permitan capturar efectivamente la renta económica del petróleo. Señaló que la paraestatal cuenta con la estructura organizativa, los sistemas de información financiera y los procesos administrativos necesarios para llevar a cabo la reforma fiscal integral.

''Así, los ingresos del petróleo estarían integrados por impuestos, derechos y dividendos, y además se podría dar paso a un aspecto fundamental del programa de modernización institucional, que es el diseño y fortalecimiento de las estructuras y procesos de gobierno de la empresa''.