n Su informe irritó a legisladores de oposición


Ningún resultado ofrece el fiscal especial sobre el caso Colosio

Roberto Garduño n Un fiasco ha resultado el papel de Luis Raúl González Pérez en la investigación sobre el homicidio de Luis Donaldo Colosio. A dos años y medio de haber tomado el caso, el fiscal no ofrece nada, ni indicios, ni pruebas.

Como hace un año, el encargado de la indagatoria sostiene su tesis del asesino solitario, el cual pudo ser instigado, ya sea por un hombre de dudosa coherencia mental, que llegó hasta autoproclamarse presidente provisional de México, o el dirigente de un partido mesiánico denominado "de la Unión Americana".

Esto provocó la irritación de los diputados y senadores de oposición --que forman parte de las comisiones legislativas para el caso--, quienes exigieron la renuncia del responsable de la indagatoria. Incluso, los mismos priístas arremetieron contra Jorge Madrazo Cuéllar: "Estamos cansados del incumplimiento del procurador", dijeron.

González Pérez ofreció una explicación verbal a los legisladores encargados de dar seguimiento a las pesquisas, sin mediar un documento de por medio, y en esa exposición determinó lo que ya se sabía, según su investigación, que "Mario Aburto tuvo la capacidad para preparar y ejecutar el atentado contra Luis Donaldo Colosio Murrieta; sin embargo, y aunque se ha probado que es el autor material único, no puede descartarse, hasta el momento, que haya habido detrás del crimen una influencia directa o indirecta para cometer el delito, de los cuales, sin embargo, no hay hasta ahora, indicios concluyentes".

En el auditorio México de la PGR estalló el malestar entre los 27 diputados y senadores. La inexistencia de indicios concluyentes hizo que el diputado priísta Guillermo González Martínez se levantara de su sitio y saliera de la procuraduría.

 

Esto es una burla: González Martínez

 

Afuera, indignado, el legislador evidenció los pobres fundamentos que expuso el fiscal: "šEstoy muy molesto, porque esto se ha convertido en una burla para el pueblo! šEstamos cansados de tantas mentiras, del incumplimiento del procurador! Vamos a exigir que se actúe con mayor seriedad. Ahora quieren retomar la modalidad del narcotráfico. Si en este sexenio no se resuelve el caso, es muy difícil que en el futuro puedan obtenerse buenos resultados".

Incluso, en tono moderado, el panista Javier Castello criticó los magros, si no es que inexistentes, resultados de las indagatorias: "Acudimos con gran pesimismo, porque no hay resultados concretos. Para nosotros el complot está por encima de todo (...) apunta a que el móvil fue político".

Durante el encuentro, que duró cuatro horas y media, los diputados y senadores de oposición exigieron al fiscal González Pérez que, ante la incapacidad manifiesta, renunciara, "y él dignamente dijo que no renunciaría hasta que termine la investigación", explicó vía telefónica el senador panista Alfredo Ling Altamirano. Sin embargo, fuentes de la fiscalía especial negaron que tal petición hubiese existido. "Ni por asomo ocurrió eso", se comentó a este diario.

También molesto por la explicación que recibieron los integrantes de las comisiones legislativas de seguimiento a la investigación del caso Colosio, Ling resumió en cuatro las tesis clave del fiscal para explicar el homicidio del candidato presidencial del PRI: Narcopolítica, asesino solitario, autoría intelectual y entorno político.

A pesar de la insistente postura del funcionario con relación a la imposibilidad de darle carpetazo al caso, el presidente de la comisión de diputados, Manuel González Espinosa, expresó su "profunda insatisfacción" por los resultados.

La sesión entre los legisladores y el fiscal se tornó, en cierta forma, violenta, porque los integrantes de las comisiones exigían resultados, pero no los obtuvieron. Lo único que recibieron fue la promesa de que se seguirá trabajando con profesionalismo y objetividad.

Nadie salió convencido del auditorio México, y mucho menos lo estaban los reporteros que esperaron afuera del edificio de la PGR, pues se tenía contemplada una conferencia de prensa de González Pérez, la cual fue suspendida. Incluso los senadores y diputados salieron por la puerta de atrás de la procuraduría, rehuyendo a los informadores. Después, se supo que el procurador Jorge Madrazo sugirió a los legisladores que no tuvieran contacto con la prensa, para evitar expresiones ofensivas contra el fiscal.

Más tarde, la oficina de prensa de la fiscalía especial del caso Colosio emitió un boletín de prensa, para explicar tres líneas de investigación: antecedentes del arma homicida; búsqueda de instigadores, autores intelectuales o de posibles cómplices; y reconstrucción de la vida de Mario Aburto como asesino solitario.

La cuarta, la del entorno político, la dejó abierta el investigador, y en los próximos días se reunirá nuevamente con los diputados y senadores, para entregar un informa escrito, "completo", sobre el particular.

De las tres primeras, la del arma utilizada en el asesinato, concluye que las declaraciones de Mario Aburto y su hermano José Luis Aburto con relación a que el homicida se la compró a un taxista o la obtuvo de un individuo de nombre Marco Antonio Zamudio resultaron "ser insubsistentes" (faltas de fundamento). También declara el fiscal que no ha encontrado "medios de prueba que permitan esclarecer plenamente cómo adquirió Mario Aburto el arma de fuego... Los elementos probatorios revelan que adquirió el arma antes del atentado".

Entre otras sorpresas que trajo a colación la explicación de González Pérez, se encuentran tesis que parecían superadas, como la de la búsqueda de instigadores, autores intelectuales o cómplices del asesino confeso. La fiscalía buscó luces en los posibles nexos entre Mario Aburto y Ernesto González Mesina, un personaje mesiánico, que fundó el llamado Partido de la Unión Americana.

También refiere las presuntas relaciones entre el homicida y Rodolfo Macías Cabrera. Los encargados de las pesquisas se dieron a la tarea de averiguar la existencia de alguna "influencia en Mario Aburto, dado el vínculo familiar directo que existe entre quien se autoproclamaba presidente provisional de México en el exilio y el asesino. Entre las personas que habrían instigado Mario se encuentran José Luis González Meza, un hombre que habría enviado una carta a Aburto para felicitarlo por su acción, y Raúl Loza Parra, ex subdelegado de la PGR en Baja California.

En cuanto a la reconstrucción de la vida de Aburto, el fiscal concluye que su infancia, cargada de conflictos familiares y desintegración, le influyó en actitudes psicópatas; que nunca pudo superar sus problemas de baja tolerancia, y que su padre y su abuelo fueron homicidas.

A nadie dejó satisfecho la explicación del fiscal González Pérez.