José Steinsleger
Antifascismo dietético

La película tiene dos partes. Al empezar la primera, una voz en off aclara que se nos contará una fábula, y aparece un personaje que nos hace reír. Reímos. Pero en la segunda, que sigue sin corte, vemos a los nazis llevándose a la familia de quien nos hizo reír. A partir de aquí, las ocurrencias del cómico tienen lugar en un campo de concentración nazi, que no se nombra, pero es Auschwitz, a todas luces. Roberto Benigni, comediante, director y actor principal de La vida es bella, es un gran artista. Y todo arte logrado es el que consigue conmovernos.

El papa Juan Pablo II entendió el mensaje soterrado de La vida es bella y recomendó el filme a todos los católicos. "Es una de las diez mejores películas del siglo", dijo. ƑPero cómo? ƑQué tiene que hacer el Papa en la sublimación publicitaria de La vida es bella? En consecuencia, cuando el río suena... hay que darle la razón a Gregorio VII: "La Iglesia católica no ha errado ni nunca errará. De ello son testigo las Sagradas Escrituras".

Creo que como espectador del filme, el Papa intuyó que el arte es una mentira hermosa. El cristianismo institucionalizado, que del amor hizo romanticismo puro, sabe del asunto.

De aquí su simpatía por aquellas obras en las que subyace la gracia del perdón, que es remisión de la ofensa y de la pena merecida. Por su lado, el director Benigni sabe cómo hacer para que los vagones del nazismo, los amantes inocentes y los cuentos idiotas se enganchen unos a otros para que el primero tire de los demás. El espectador suspira: los "imponderables" rigen al mundo.

Al ingresar al campo, el padre (Guido-Benigni) le dice a su pequeño hijo que todo es un "juego" entre "buenos" y "malos" (los nazis). Quizá la mentira tranquilice al niño, cuya mamá (por supuesto) está en otra barraca del campo. Sin embargo, conforme pasan los días, Guido se ve obligado a redoblar los esfuerzos de la mentira porque el niño empieza a conocer la verdad. Obvio: es niño.

Necio, el padre insiste en la mentira. Pero un ser de cinco años que juega es un niño y un niño de 40 que juega es un loco. Juego y locura, realidad deformada. "Nos envían al horno. Nos queman. Hacen jabón y botones con nosotros", dice el niño. "ƑCómo se te ocurre?", responde el padre. Es cierto: ni el niño ni el loco conciben la muerte. La excepción fue Auschwitz. Y Nagasaki-Hiroshima. Y Adén. Y Sabra-Chatila. Y Sarajevo. Y Biafra. Y Siberia. Y Burundi. Y Somalia. Pero Auschwitz no fue un "imponderable", sino la síntesis absoluta de la filosofía alemana.

Si la locura es razón y humor exasperado, Benigni debe ser un loco exasperado. ƑLe falló la imaginación cuando trató de calcular los sufrimientos ajenos? Benigni entendió mal a Oscar Wilde: "el humor es otra forma de la desesperación". Cualquier mortal recu- rre al humor para no enloquecer. Pero todos los grandes humoristas han sido grandes trágicos. Planta ligera, la raíz profunda del humor encierra una savia de conmiseración y desprecio. Sin duda, el salvajismo no sabe reír. Pero hay quienes ríen de todo, porque todo lo desprecian: los payasos. ƑUsted conoce algún niño al que le gusten los payasos? Como la Barbie, los payasos son monstruos inventados por los adultos.

Le cuento un "chiste": "ƑPor qué cayó Hitler? šPorque no pudo pagar el recibo del gas!..." Otro: "ƑEn qué se parecen los judíos al matrimonio? šEn que ambos van desnudos a la tumba!". Vamos, ríase. Son "chistes". O una "fábula": "Papá... Ƒqué pasó en Acteal? Nada: fue un juego entre 'buenos' y 'malos'. Ocúpate de las cosas de tu edad".

ƑCuáles son los límites del arte, del humor, de las formas de contar la historia? En el caso de los nazis, los testigos del Holocausto y los propios nazis son menos cada día. Y a medida que van muriendo se levantan las voces que niegan su existencia, así como proliferan "historiadores" que revisan lo que exactamente sucedió para decirnos que ignoramos lo que exactamente sucedió.

A propósito de La vida es bella, trabajada sobre todos los lugares comunes de la sensibilidad, Richard Schikel escribe en la conservadora revista Time: "Convertir el máximo horror del siglo en entretenimiento popular confortable es aberrante. El sentimentalismo también es un tipo de fascismo, que nos priva del juicio y la agudeza moral y necesita ser resistido".

Como la fábula, el buen chiste conlleva moraleja. Los otros no son chistes sino burlas como La vida es bella, dirigidas a un espectador que sabe que en los campos de concentración de los nazis hubo de todo menos la posibilidad de juego. ƑCuál es la moraleja de esta película? ƑLa necesidad de perdonar con la inclusión del tanque Sherman norteamericano como símbolo de la liberación? Pero esto no es un chiste sino la fórmula para obtener la bendición y, entre risas y lágrimas, ganar el Oscar.