n Los pintores rinden homenaje al creador a tres lustros de su fallecimiento


Francisco Corzas, maestro al que se debe reconocer en México: Farías

n Cuevas, Sesma y Coen, entre los participantes en la colectiva que se abre en el Centro Cultural San Angel

Angélica Abelleyra n En el quince aniversario luctuoso de Francisco Corzas, los pintores le rinden homenaje.

Mediante 22 obras, entre litografías y técnicas mixtas, se recordará al creador que sumó a su impecable técnica y sensibilidad, un gusto por la figura que lo situó como uno de los autores fundamentales en el panorama de la plástica de la segunda mitad del siglo, integrante de ese grupo-no grupo de la llamada Ruptura que dio un aire fresco al camino que habían andado los muralistas en el arte mexicano.

 

Constructor de paisajes humanos

 

José Luis Cuevas, Rafael Coronel, Javier Juárez, Raymundo Sesma, María Antonieta Ocampo, Leonel Góngora y Arnaldo Coen, entre otros amigos y admiradores del artista, traerán a la memoria al constructor de esos paisajes humanos con "un perturbador acento en lo grotesco" (Juan García Ponce) y donde sus murmullos visuales integraron un "mundo crepuscular, como de oro y musgo" (Salvador Elizondo).

El grabador José Luis Farías es el organizador de la colectiva. De su propia colección, retomó litografías de Corzas y algunas piezas más de Góngora, Cuevas y Sesma para ''que los amigos recordemos a Francisco a un año más de su partida", indica.

Y aunque suene a lugar común, enfatiza lo que acontece con éste y muchos otros artistas:

''A Corzas no se le ha dado el lugar que merece. Tal vez haya influido que fue un autor que no se hizo en México sino en Italia, pero aún así no se le ha otorgado el reconocimiento ni la difusión" a los que tiene derecho una obra como la suya.

En este sentido, Farías recalca la urgencia de que las autoridades culturales exhiban la producción corciana de forma constante ''para que el público se acerque cada vez más al lenguaje plástico de un verdadero maestro, un creador que nunca fue vedette". Indica que si bien la obra de Corzas forma parte de las colecciones institucionales de los museos de Arte Moderno y Carrillo Gil, su presencia en variados recintos artísticos no es tan continua como sería deseable.

Admirador de la pintura italiana, Corzas nació en la ciudad de México en 1936. Se formó en La Esmeralda (1951-1955), pero se localizó en el extranjero, fundamentalmente en Italia, el sitio donde agrandó su camino creativo, con cursos al fresco en la Academia de San Giacomo y de desnudo en la Academia de Belle Arti.

En 1958 expuso de manera individual por primera ocasión en México y 1972 se marcó como el año de su incursión en el Museo del Palacio de Bellas Artes, con una restrospectiva que incluyó 123 piezas.

Por sus largas temporadas de residencia en la península itálica, confeccionó para el Museo Vaticano dos piezas: Profeta y Plegaria, en 1973; al año siguiente participó en bienales internacionales en Noruega, Puerto Rico y en la República Federal Alemana, habiendo recibido la beca especial Des Arts, en 1967, por parte del gobierno francés.

 

Reflejar la ensoñación del mundo

 

Si bien la fecha exacta del fallecimiento de Corzas es el 15 de septiembre de 1983, desde hoy se recordará el decimoquinto aniversario de su partida, a través de la pequeña selección reunida por José Luis Farías, quien fue amigo del creador de personajes luminosos pero tristes, inmersos en la nada pero que reflejan la ensoñación de un mundo. Un mundo figurado por el también poeta que escribió:

''Yo tengo los ojos negros,/ negros de noche y de viento/ y negros son mis aperos/ y a veces mis pensamientos. /Tomé para mis espuelas/ la plata de los esteros/ y para mí el horizonte/ del alma y el de los cerros.''

(La exposición y homenaje a Francisco Corzas se inaugura hoy, a las 20 horas, en el Centro Cultural San Angel. La cita es en avenida Revolución esquina Francisco I. Madero. Permanecerá abierta hasta el próximo 11 de abril.