n Conmemoran 50 años del Ateneo Español
La península olvida la aportación de sus exiliados: Sánchez Vázquez
n En México pervive en el recuerdo y la reflexión, señala
Angel Vargas n A seis décadas de que la derrota de la causa republicana en España provocara la primera emigración a México de cientos de simpatizantes con aquélla, Adolfo Sánchez Vázquez se pregunta: Ƒpor qué no doblar esta página que, desde hace 20 años, es la de una historia real, sí, pero que ya no se vive?
El filósofo se contesta: ''Cuando el exilio llega real, objetivamente a su fin (en 1978, año en que despegó la transición a la democracia en España), permanece y dura, pues el exiliado jamás podrá renunciar al pasado que lo trajo aquí y sin el futuro ahora de volver con el que soñó tantos años.
''El exilio permanece no sólo en el recuerdo, como asunción de ese pasado, y en la obra que perdura de esos años, sino también en la tensión no resuelta entre poder y querer que se nos planteó desde que el exilio, objetivamente, llegó a su fin: cuando se quería, no se podía volver, y cuando se puede, ya no se quiere volver."
El doctor honoris causa por la UNAM participó anteanoche en la conmemoración del 50 aniversario del primer acto que celebró el Ateneo Español de México (16 de marzo de 1949). La ceremonia contó, además, con la intervención de José Sacristán, fundador de la institución, y del ex canciller Santiago Roel.
Luego de afirmar que el Ateneo supo cumplir holgadamente con la misión de alimentar la llama de la cultura, la libertad y la democracia de la causa republicana exiliada mientras el franquismo la mantenía apagada en España, Sánchez Vázquez vinculó la efemérides de esa institución con los 60 años del exilio de 1939.
En emotiva lectura de su texto Entre la memoria y el olvido, el profesor emérito de la UNAM planteó el significado que el exilio español tiene para México y España.
Por lo que corresponde a nuestro país, consideró que el exilio es reconocido como parte de la historia contemporánea nacional, pues los antiguos exiliados compartieron con los mexicanos sufrimientos y goces, sueños y reveses, desvelos y afanes, así como sus aportes.
Ser un transterrado
En México, agregó, ''el exilio pervive en la memoria y la reflexión, y no sólo para la satisfacción y provecho del antiguo exiliado, especie casi extinguida, sino de las nuevas generaciones del país que hizo posible e impulsó su obra. Y esto es lo que hoy, sobre todo en México, importa".
Pero, prosiguió, Ƒqué sucede con la España y los españoles de nuestros días?, Ƒse recuerda, se reconoce o valora lo que hicieron en tierra ajena estos hijos de la propia que, al finalizar la Guerra Civil, se vieron arrojadas de ella?
Las respuestas que dio Sánchez Vázquez pueden resumirse en que la España de hoy, salvo algunas excepciones, mantiene en el olvido esa parte de su historia. Acotó: ''Ciertamente, hay que repudiar toda la violencia que abone el espíritu de guerra civil, pero justamente por ello, no puede olvidarse el infortunio que representó para España el terrible sacrificio que impuso a sus hijos, así como las dolorosas consecuencias que acarreó, dentro del país, en los años ominosos de la guerra, y, fuera de él, con el desgarrón del exilio".
Para rubricar su intervención, indicó que en el exilio americano se escribió un capítulo de la historia de España, que no podía escribirse en su propio suelo y que dejó un múltiple legado político, moral, cultural e hispanoamericano.
''De aquí la necesidad de que en la España actual sea rescatado de su olvido e indiferencia el exilio de 1939, pues éste no es sólo una parte inegable de la vida y la cultura de México, sino también de la vida y la cultura de España. Y ésta no puede olvidar hoy, sin mentirse, una parte de sí misma", concluyó quien vive en carne propia esta historia, al ser uno de los ''transterrados".