Se cumplió lo que ya parece ser regla: en momentos en que se habían calmado los rumores acerca de cambios en la dirigencia nacional del PRI, presentaron su renuncia su presidente y el secretario general, Mariano Palacios Alcocer y Carlos Rojas Gutiérrez, respectivamente.
La novedad es que los nuevos dirigentes serán elegidos en forma democrática, pero sin llegar a las elecciones abiertas que tantos dolores de cabeza han generado en el PRD y en el PRI al seleccionarse candidatos a gobernadores.
Esta vez el mecanismo propuesto se parece más a lo que sucede en el PAN, pero en vez de reducirse a unos cientos de consejeros nacionales, se ampliará a miles de personas que integran los 32 consejos políticos de los estados y del Distrito Federal.
Aunque la elección de nuevos dirigentes del tricolor parece abrir un periodo mayor para la elección de candidato presidencial, en realidad la adelanta. Para nadie será una sorpresa decir que obviamente las corrientes y los grupos que ya se han manifestado en el partido oficial seguramente buscarán influir para que el nuevo Comité Ejecutivo Nacional sea favorable al precandidato para el que trabajan.
Inclusive si se produjera el caso de ''candidato único'', también sería un importante indicador, ya que esto significaría si ya hay línea a favor de alguno de los que hasta ahora aparecen como aspirantes. Pero hay que analizar con mucho cuidado los nombres y trayectorias, pues luego se presumen alianzas que no existen.
Balance positivo
Al despedirse, Palacios destacó de nueva cuenta que su partido es todavía el mayoritario en el país: ''Entregamos un partido con 49 por ciento de la votación en las elecciones gubernamentales; diez puntos encima de la obtenida en 1997 y, ya se dijo, con el mismo porcentaje de votación de la elección presidencial de 1994.
''Consideramos que nuestro paso por la dirección nacional del partido ha cumplido en lo esencial, el mandato que recibimos de este Consejo Político Nacional.
''Nuestro ciclo, lo decimos con honradez, ha concluido, y debemos en congruencia con los principios democráticos que hemos postulado, propiciar que se abra un espacio para que el Consejo Político Nacional elija una nueva fórmula, en un proceso democrático, que le otorgue más fuerza y más legitimidad a la causa nacional del partido para el triunfo electoral; que contiendan, por primera ocasión, todos quienes deseen hacerlo y en la madurez y buen juicio de ustedes, señoras y señores consejeros, esté la garantía de escoger la mejor opción''.
Antes de que se calmaran las aguas se había mencionado la posibilidad de que el nuevo dirigente fuera el actual secretario del Trabajo, José Antonio González Fernández; asimismo, se mencionó al subsecretario de Gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano, y también hubo versiones en torno a la posibilidad de que regresara Genaro Borrego Estrada, quien por otra parte es considerado, como González Fernández, precandidato presidencial.
Por otra parte, en los últimos días se ha especulado mucho sobre el destino del joven gobernador de Guerrero, Angel Aguirre Rivero, quien dejará su cargo a final de este mes y, según versiones no confirmadas, tiene una invitación de alto nivel para ocupar un cargo nacional.
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