\ La Jornada jueves 18 de marzo de 1999

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

José Antonio González Fernández participaba ayer en la tarde en un acto de índole laboral en el World Trade Center de la ciudad de México.

 

A la salida de la reunión, los reporteros que le entrevistaron ni siquiera tocaron el tema de la sucesión priísta porque, en ese momento, no se conocía la renuncia de Mariano Palacios.

 

El secretario del Trabajo llegó a su oficina y, después de enterarse de los pormenores de la reunión del Consejo Político Nacional, anunció a sus principales colaboradores que un grupo de priístas distinguidos le invitan a participar en el proceso de elección de nuevo presidente.

 

González Fernández participará, sin lugar a dudas, aunque esperará a que se fijen fechas y procedimientos para solicitar licencia a su cargo actual.

 

Desde ahora es previsible que muchos priístas entiendan en este movimiento un mensaje cifrado en favor del alto funcionario.

 

Una línea de razonamiento que ayer se citaba en favor de José Antonio es la unidad que puede convocar en su derredor, sobre todo respecto a grupos priístas desplazados o maltratados, entre ellos el del queretano Fernando Ortiz Arana.

 

Nuevos tiempos, nuevos libretos, nuevo espectáculo

 

La rebelión del PRI o una nueva escenografía de moda; la derrota de la línea presidencial o nada más un libreto diferente; la súbita pero genuina vocación democrática del tricolor o el aprovechamiento del escándalo perredista para buscar contrastes bajo control...

 

ƑQué es verdad y qué es mentira? ƑO todo es una simple respuesta presidencial al exabrupto cometido por Palacios Alcocer en el IFE con el coletazo de dinosaurio, cuyo único resultado real fue reunificar a una oposición que ya parecía irreversiblemente dividida? ƑDestitución para volver a enamorar al PAN y separarlo del PRD, dejando colgado de la brocha a Enrique Ibarra y sus bravuconadas legaloides?

 

Lo único seguro es que entre tanto ruido inducido, los priístas pocas fuerzas tendrán el próximo 23 para exigirle al actual gobierno que por fin esclarezca el asesinato de Luis Donaldo Colosio.

 

Y que sus futuras protestas habrá de atenderlas ya otro hombre de poder y no el Presidente de la República. El candidato del PRI que entonces sea, y no el Presidente que estos años ha sido.

 

La noche de un día difícil

 

El caldero en ebullición: Palacios renunció y, al mismo tiempo, anunció elecciones abiertas de nuevo dirigente; en el Consejo Político Nacional del PRI algunas voces se opusieron al calendario de sucesión que propuso el propio queretano; José Antonio González Fernández comenzó a ser mencionado con fuerza como presunto nuevo líder tricolor; Amalia García se proclamó nueva lideresa del PRD, Pablo Gómez fue electo nuevo coordinador de los diputados federales del PRD, el PAN y el PRD hicieron alianza para defender a los consejeros del IFE a los que el PRI ataca, el líder de los militares disidentes fue detenido en Pachuca, los guerrerenses seguidores de Félix Salgado Macedonio continuaron protestando en la ciudad de México y, por si hiciese falta algo, el presidente Zedillo arremetió de nuevo, desde Chiapas, contra los zapatistas que, mientras tanto, recorren el país entero.

 

El caldero en ebullición: ƑPueden los expertos en manipulación y simulación convertirse en cuestión de minutos en enfebrecidos demócratas? Los adoradores de la línea y del dedazo, aquéllos que no se mueven más que por instrucción superior Ƒpueden de pronto revelarse como rebeldes de convicción?... La rebelión de los priístas, el entierro de la línea, anuncian emocionados los jilgueros.

 

El caldero en ebullición: ƑA quién elegirá el priísmo súbitamente arrojado a los vaivenes de la democracia? ƑA José Antonio González Fernández, el secretario del Trabajo cuya institucionalidad parecería aceptable para todas las facciones en lucha, y a quien una elección abierta, pero inducida, legitimaría más que un simple dedazo?

 

Los perredistas, también en el hervor

 

Pero no fueron las únicas novedades en el frente de batalla: por ejemplo, Amalia García pareció al fin instalarse en una mayoría apenas suficiente para declararse vencedora en las elecciones internas del PRD.

 

Mientras tanto, unos y otros partícipes en este jaloneo cruzan metralla de gran calibre, haciéndole más daño a su partido que el peor de sus enemigos.

 

Con el recuento a la mano de las acusaciones que se hacen hoy entre ellos, difícilmente se necesitan mejores argumentos para desacreditar al perredismo, tarea en la que se están esmerando algunas voces genuinamente preocupadas por lo que sucede, y otras adecuadamente aceitadas desde las arcas oficiales.

 

El sucesor de Porfirio

 

Y en el mismo flanco perredista, Pablo Gómez ganó sin problemas la coordinación de los diputados federales que dejó Porfirio Muñoz Ledo para lanzarse en busca de una improbable candidatura presidencial.

 

Gómez tiene varios defectos que le son insistentemente recordados por sus adversarios pero, por otro lado, también tiene fama de ser terrible para discutir y al mismo tiempo implacable para cumplir los acuerdos tomados, de tal manera que puede ser un interlocutor firme y confiable para sus propios compañeros e inclusive para sus adversarios de otros partidos.

 

Entre tanto movimiento, entre tantas declaraciones, entre tanto ruido inducido --como se decía líneas arriba-- el Exodo guerrerense aparece opacado, disminuido, relegado. Como que hoy a las cúpulas del sol azteca y a las autoridades federales les preocupan más otras cosas. Triste realidad, triste pragmatismo.

 

Y entre la tolvanera aparece apenas como un fantasma la figura de Hildegardo Bacilio, el líder de aquel comando militar patriótico que desfiló un buen día por el Paseo de la Reforma de la capital del país y que luego desplegó una poco clara lucha declarativa contra los excesos a los que son sometidos los miembros del Ejército Mexicano. Ayer, en Pachuca, Bacilio fue detenido. Poca atención ganó este asunto entre la escandalera del día.

 

Una simbólica alianza

 

Tampoco tuvo buena resonancia el importante anuncio hecho ayer por PAN y PRD de aliarse para defender a los consejeros electorales a los que el PRI pretende enjuiciar y sancionar.

 

En un lance que podría augurar acciones conjuntas en momentos difíciles del proceso electoral que desembocará en el 2000, panistas y perredistas aparecieron juntos para enfrentar las maniobras priístas contra el IFE y contra cuatro de sus más activos consejeros. No es poca cosa, pero en el tráfago del día también se perdió un tanto el asunto.

 

Y para cerrar la agenda, el presidente Zedillo hizo su segunda visita del año a Chiapas y, desde territorio de raigambre zapatista, reiteró su argumentación adversa a quienes a su juicio se niegan intencionalmente a resolver los conflictos y a arribar a la paz.

 

La intención es obvia: mientras los zapatistas recorren el país rumbo a la consulta nacional del domingo próximo, el Presidente se mueve en terrenos de los rebeldes para lanzar desde allí una reiteración discursiva.

 

(Ah, por cierto, el próximo 23 se cumplen cinco años del crimen de Luis Donaldo Colosio, por si alguien quisiese recordar tal fecha del borrosísimo pasado.)

 

Astillas: También en el deporte hubo calderos humeantes: Humilladas fueron las Aguilas del América en Toluca. José Saturnino Cardozo le metió nada más tres goles al equipo de Villa Coapa, que no pudo anotar ninguno... Y los Pumas al fin repuntaron, ganándole al Morelia, mientras que el Santos Laguna triunfó sobre el Atlas. Digo, no todo puede ser política...

Fax: 55 45 04 73 Correo electrónico:

juliohdz@jornada.com.mx