n Los estudiantes rechazan el procedimiento usado para aprobar el alza de cuotas


Alumnos interponen amparo contra Barnés y el Consejo Universitario

n Proponen realizar ayuno masivo, paro general el miércoles de la próxima semana y huelga en abril

María Esther Ibarra y Alma E. Muñoz n Un día después de aprobarse el nuevo Reglamento General de Pagos, la inconformidad crece en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y ya se interpuso el primer amparo contra el rector Francisco Barnés de Castro y el Consejo Universitario, por el procedimiento utilizado para aprobar el incremento de cuotas; además, se propuso realizar un ayuno masivo de alumnos, un paro de 24 horas el miércoles de la próxima semana y una huelga general, a más tardar entre el 15 y el 23 de abril.

La juez séptimo de distrito en materia administrativa, Luz María Díaz Barriga, envió ayer mismo al rector Barnés el recurso interpuesto por tres estudiantes, y le dio un plazo de cinco días para responder al procedimiento legal, en el que se le demanda informar sobre los salarios de los funcionarios universitarios y aclarar si hubo injerencia gubernamental para incrementar las cuotas.

Un consenso generalizado hubo ayer en las diversas asambleas de escuelas y facultades ųy aun por parte del sindicato de trabajadores de la universidad (STUNAM)ų: derogar el reglamento de pagos y lograr la gratuidad de la educación superior. Ambos puntos, así como otras propuestas, se discutirán hoy por la tarde en la asamblea estudiantil a celebrarse en el auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras.

Se consideró que esa reunión será determinante para la lucha en la UNAM. Prácticamente llegarán hoy a la Asamblea Estudiantil Universitaria con el consenso de derogar el nuevo reglamento, iniciar la huelga general y buscar la destitución de Barnés.

Desde las primeras horas de este martes, la agitación estudiantil continuó. Las propuestas se inclinaron por marchas, paros y un diálogo público con intelectuales, escritores y organizaciones sociales, pero sin la presencia de Barnés, por haber aprobado el alza de las cuotas a espaldas de la comunidad. Incluso, se discutió pedir la renuncia del directivo.

Consejeros estudiantes ųentre ellos el de la Facultad de Medicina, Mario Sánchezų analizaron la posibilidad de renunciar al cargo, por considerar ilegítima la manera como sesionó el Consejo Universitario, y, particularmente, por hacerlo fuera del campus de la casa de estudios.

La confrontación entre opositores y autoridades se dio también por medio de carteles. Los muros universitarios aparecieron tapizados por las posturas encontradas. Los estudiantes desaprobando con frases como: "Por mi raza hablará mi chequera", o "Nos madrugaron con las cuotas". Las autoridades, destacando cuatro puntos de "consenso entre los universitarios" sobre las "bondades" de la medida aprobada.

Entre los académicos también cundió el descontento por el método adoptado para que sesionara el Consejo Universitario. René Drucker lo calificó de "poco universitario", y consideró que, ante el anuncio de los estudiantes de impedir la reunión, se debió buscar el diálogo y agotar todas las instancias posibles para convencerlos de no llevar a cabo dicha acción.

"Ese método poco ortodoxo es preocupante, pues sólo polariza las cosas, y luego nos quejamos de lo que sucede", dijo el jefe del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina, y agregó: "no hay que hacer cosas buenas que parecen malas", y rechazó que la huelga sea el mejor camino para resolver las cosas.

 

El diálogo, ahora en tribunales

 

Bernardo Bolaños, consejero estudiantil universitario de la Facultad de Filosofía y Letras, informó sobre el recurso de amparo con folio P/0175/99 que ųjunto con sus compañeras Zaría Abreu y Claudia Sanginesų interpuso ante la juez Luz María Díaz Barriga.

Entre sus argumentos, Bolaños destacó que hubo violación al artículo tercero constitucional, por contravenir el precepto de gratuidad de la educación pública, así como a la legislación universitaria, porque el consejo sesionó de manera secreta. "A partir de mañana (hoy) le solicitaré por escrito al rector la información de su salario y los de otras autoridades, para demostrar que sí hay recursos en la universidad, los cuales tienen mal uso y distribución", anunció.

De negarse a responder, abundó, la juez deberá exigir la entrega del informe y los convenios que ha firmado la UNAM con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en los que se exige a la institución que para tener derecho al subsidio debe obtener recursos. Ello significaría, según el consejero, conocer si hubo o no injerencia gubernamental para elevar las cuotas.

"Con esto no violamos la autonomía. Si las autoridades se negaron a un diálogo con la comunidad, ahora éste tendrá que darse en los tribunales."

Lo cierto para Bolaños es que este amparo es el primero de muchos otros que interpondrán los universitarios.

En tanto, el director de la Facultad de Economía, Guillermo Ramírez, reconoció en entrevista que la aprobación del reglamento detonó las inquietudes de los jóvenes, y consideró que de surgir de la comunidad de este plantel una propuesta alternativa, ésta se haría llegar al Consejo Universitario, pues "todo reglamento es modificable".

Muy temprano comenzaron las asambleas estudiantiles. En los colegios de Ciencias y Humanidades, preparatorias, escuelas y facultades los auditorios estuvieron repletos. A la de Ciencias acudieron casi mil alumnos; a las de Ingeniería y Ciencias Políticas, más de 500; a la de Medicina, unos 220, y en el resto de los planteles, tanto en salones como explanadas, los educandos dejaron clara su inconformidad y vertieron sus propuestas.

En Economía se suscitó un enfrentamiento con las autoridades, cuando por decisión de la asamblea se determinó tomar simbólicamente el auditorio Ho Chi Min, el cual había sido convertido en bodega. En un toma y daca, el secretario general de ese plantel, Arturo Acuña, calificó la acción de ilegal, por considerarla una violación a un acuerdo del Consejo Técnico, que ya había decidido solicitar recursos para rehabilitar dicho lugar.

En esas estaban cuando el director Guillermo Ramírez abandonaba la facultad. En entrevista, dijo que, "desde hace un año", solicitó "4 millones de pesos para el acondicionamiento del auditorio, pero no me los han dado". Indicó que en esos momentos salía a una reunión con Carlos Sales, director de Nafinsa, para solicitarle becas para los estudiantes. "El es quien tiene lana; vamos a ver qué obtenemos".

Maestros y estudiantes le recriminaron que las autoridades son las que violan los acuerdos, ya que "nuestra comunidad continúa discutiendo el incremento de cuotas y el director aprobó unilateralmente el alza de las mismas", dijo el profesor Mario Benítez.

Señaló que en el primer informe del director Guillermo Ramírez "se gastaron una millonada, y ahora nos dicen que no hay recursos para remodelar el auditorio". Cuando los estudiantes sacaban retretes, sillas, mesas y mobiliario diverso inservible, un sujeto les tomó fotografías. Este reconoció no ser miembro de Economía, y dijo que el material era para "la memoria histórica del movimiento". Al final, lo entregó a Acuña.

José Luis Cruz e Higinio Muñoz coincidieron, por separado, en que lo importante no es tanto la fecha para iniciar la huelga, sino lograr las mejores condiciones posibles para ello, lo cual implica llegar al consenso de iniciarla de acuerdo con el calendario escolar.

A su vez, Cruz aseveró que hasta el momento no han recibido notificación alguna de que serán consignados ante el Tribunal Universitario él y otros consejeros, por su participación en las protestas de la semana pasada.

Por su parte, el Consejo General de Representantes del STUNAM acordó exigir la derogación del reglamento aprobado, pues también consideró inadecuado que el Consejo Universitario sesionara fuera de la UNAM, y porque el incremento de las cuotas "no es el problema fundamental, sino el papel de la universidad frente a la sociedad".

José Luis Gutiérrez Calzadilla, secretario de Finanzas del sindicato, reiteró que apoyarán la huelga de los estudiantes, en caso de que ésta se dé, pero aclaró no tendrán parte activa en la organización del paro.