PAGINA 9 ¤ Lourdes Galaz
Cuando la esquizofrenia nos alcanza
* El hueso y la sucesión absorben tiempo y esfuerzos de quienes sólo buscan poder y riquezas
* La consulta zapatista, oportunidad para despertar la conciencia ciudadana ... en octubre de 1998, la Copppal suscribió un acuerdo en el que expresa su preocupación por el estancamiento de las negociaciones entre EZLN y gobierno federal, y recomienda adoptar medidas que propicien un clima de distensión que favorezca el reinicio de las negociaciones de paz... Representantes de PRI, PRD y PT lo suscribieron... pero todo sigue estancado...
Ya van los indios de Chiapas por todo el país. Cinco mil delegados zapatistas que están desde las montañas y la línea de la frontera sur hasta el límite norte del territorio nacional. Andan por las 32 entidades de la República en la consulta por el reconocimiento de los derechos de los pueblos indios y el fin de la guerra de exterminio.
Los delegados del EZLN preguntarán la opinión de los mexicanos sobre cuatro puntos del tema de moda: la agenda nacional. Muy oportuna la consulta porque con el fin del milenio se cuentan cinco años del último levantamiento indígena del siglo mexicano y se acaba un sexenio oficial que ha sido incapaz de llegar a un acuerdo para la paz en el sureste del país.
Ojalá que este evento concentre a la nación en un asunto político y social relevante. Y es que entre los dimes y diretes de los hombres que quieren el poder, las locas búsquedas del "hueso" que se advierten en los políticos de todo signo, las absurdas exigencias de los dueños del dinero (šdolarizar la economía y que el peso mexicano sólo se use para dar propinas a quienes sirven y limosnas a los miserables!) con las bromas y divertimentos que hacen reír al Presidente ("A mí todo eso me divierte mucho", comenta cuando se habla de política y de las alianzas para el 2000), pareciera que la gente de la calle no existe, que los problemas de los ciudadanos no interesan. Y es que los diarios, la radio y la televisión ya anuncian que el destino está aquí y que la esquizofrenia ya nos alcanzó.
Son cuatro puntos de la agenda nacional sobre los que los zapatistas pedirán opinión: el reconocimiento de los derechos indígenas, el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, la desmilitarización (de la zona de conflicto chiapaneca) y la transformación democrática de México. Este último asunto está hoy por hoy en el debate, tanto en la familia como en las escuelas, los cafés, los partidos, el Congreso y hasta en el aparato gubernamental. La consulta será el 21 de marzo, fecha simbólica por el nacimiento del presidente Benito Juárez.
La consulta en sí es importante. Más aún, el hecho de que la sociedad se moviliza en torno a la causa indígena. Algo muy positivo habrá de resultar de esta movilización, de este reconocimiento de la conciencia nacional. Vale recordar que hace exactamente un año, el 15 de marzo del 98, el Ejecutivo federal envió al Senado "su" iniciativa de ley indígena, que desconoce los acuerdos de San Andrés (una propuesta de representantes sociales para el reconocimiento de los derechos de los pueblos indios) y desestima un proyecto legislativo de la Cocopa (la comisión de legisladores para la paz en Chiapas). En el Congreso la iniciativa está prácticamente en la "congeladora", nadie se atreve a sacarla, discutirla, modificarla en su caso, dictaminarla y aprobarla.
Y así sucede con decenas de proyectos legislativos y asuntos de interés nacional que llegan a las Cámaras, sobre todo en los últimos tiempos, cuando los diputados y los senadores andan más preocupados por reconocimientos personales y partidistas, por el poder en el Congreso, por los cambios en la dirigencias de sus partidos, en fin... Luego hacen acuerdos o declaraciones políticas aquí o en el extranjero sobre temas importantes que se quedan en el papel y ni siquiera se difunden en la prensa nacional.
Ahora que empiezan las sesiones en el Congreso sería bueno que algunos legisladores sean reconvenidos por un acuerdo que firmaron en octubre del año pasado (el día 11 para ser exactos) en Buenos Aires, la capital argentina, durante una reunión de la Copppal (Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina).
En aquel encuentro de políticos de todo el continente, donde se dio un debate sobre el conflicto chiapaneco, los mexicanos, representantes del PRI, del PRD y del PT, redactaron y suscribieron un documento que ahora, con motivo de la consulta que emprendió el EZLN, es oportuno traer a cuento. El texto, a la letra, dice:
1. La XXI Reunión Plenaria de la Copppal, manifiesta su preocupación por el estancamiento de las negociaciones entre el EZLN y el gobierno federal, que impide una paz justa y digna en el estado de Chiapas.
2. Ratifica su apoyo a una legislación que respete los derechos de los pueblos indios de México, tomando en cuenta antecedentes legislativos en la materia, tanto de carácter local como internacional.
3. Llama a las partes en conflicto a reiniciar el diálogo y la negociación que garantice el total respeto de los derechos humanos, de manera particular de los habitantes de las zonas en conflicto que más indefensos se encuentran, como es el caso de las mujeres, los niños y los desplazados.
4. Recomienda tomar las medidas necesarias que propicien un clima de distensión que favorezca el reinicio de las negociaciones de paz.
El acuerdo tiene la firma de la hoy lideresa priísta en el Senado de la República, María de los Angeles Moreno; también del PRI firman los senadores Beatriz Paredes Rangel y Samuel Aguilar Solís. Por el PRD firmaron la diputada Angélica de la Peña y Cuauhtémoc Sandoval, de asuntos internacionales del CEN perredista. Por el PT, el senador Alberto Anaya y tres representantes más de ese partido: Rodolfo Solís, Vicente Estrada y Virgilio Maltos.
Allá en el cono sur del continente, en el encuentro de la Copppal, los legisladores mexicanos firmaron un documento que tiene mucho que ver con la consulta que ahora pretenden los delegados del EZLN. Claro, lo hicieron con la representación de sus partidos políticos, no del Congreso. Y como ahora los partidos y sus representantes en las Cámaras están más ocupados en sus problemas internos y la lucha por el poder en el 2000, y en el Congreso las iniciativas presidenciales toman el tiempo de los legisladores, los derechos de los pueblos indios, la paz en Chiapas y la democracia en México pueden seguir esperando. No tanto, el destino está aquí y la esquizofrenia ya nos alcanzó.