n No tiene validez el argumento de que falta financiamiento público, asegura
También se quiere privatizar el petróleo: Ibarra
César Martínez n El gobierno federal pretende abrir hoy a los particulares la industria eléctrica, pero aunque no lo diga expresamente, también quiere privatizar el petróleo mexicano, aseguró ayer David Ibarra, ex secretario de Hacienda.
Según él, la generación eléctrica y la producción de petróleo constituyen, en conjunto, un ''núcleo estratégico'', cuyo impulso permitiría el desarrollo de la industria del país.
Para quien fuera secretario de Hacienda durante el sexenio de José López Portillo, en lugar de conservar y fortalecer este núcleo, el gobierno quiere privatizarlo, sin fundamentar su propuesta.
Frente al discurso oficial de la falta de recursos públicos para invertir en la expansión de la industria eléctrica, Ibarra sostuvo que dicho argumento no tiene ninguna validez.
Entrevistado luego de participar en la conferencia México 1929-1999, 70 años de desarrollo, el ex funcionario dijo que ''eso de que haya o no recursos es una falacia''.
''ƑCómo es posible que antes, cuando teníamos gobiernos populistas, dispensadores, que éramos improductivos, y la demanda de energía eléctrica crecía más que ahora, no teníamos problemas para financiar la expansión eléctrica, y ahora sí tenemos. Que me lo expliquen'', apuntó.
Agregó que desconoce las causas reales por las que la administración pretende privatizar el sector eléctrico y puntualizó que ello sólo puede suponer que tiene un origen ideológico. El gobierno ''cree que el mercado resuelve todo y que el mercado se autorregula y que es el mejor de los caminos. Es una postura ideologizada'', afirmó.
Ibarra resaltó el papel que tuvo el sector energético en el desarrollo del país. Recordó que con los recursos de la explotación petrolera, en particular, se pudo impulsar la industrialización y la creación de infraestructura básica para la modernización.
Criticó los ajustes económicos impuestos por el modelo neoliberal, porque sostuvo que ''el grupo de ganadores es muy pequeño'', mientras que los sectores perjudicados en cambio, son la gran mayoría.
Reconoció que el comercio exterior se incrementó, que aumento la competitividad externa, que las empresas grandes se adaptaron bien al nuevo esquema, que disminuyó el burocratismo y que hoy existe modernización democrática.
Sin embargo, todas estas ventajas no se han transmitido a la mayoría de la población y la consecuencia final ha sido el aumento de la concentración de la riqueza y la expansión de la pobreza, finalizó.