n Insuficiencia de recursos, el mayor reto: Escofet


Sindicatos de electricistas no son responsables del problema sectorial

Antonio Vázquez./ II y última n Convencido de que no existe, a nivel mundial, un modelo de apertura del sector eléctrico que sea ''tan bueno o tan rentable'' como para aplicarse en México, porque ''estas cosas no se pueden medir en el corto plazo'', Alberto Escofet Artigas, ex director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), afirma que los sindicatos son los menos responsables de la problemática por la que atraviesa el sector y exhorta a todos los involucrados en el tema a analizar ''seria y profesionalmente'' las repercusiones de una eventual apertura.

Conocedor ''de las tripas del sector'', considerado por muchos como el ''único director que pudo hacer rentable a la CFE'' y egresado de la Escuela Nacional de Ingenieros de la Universidad Nacional Autónoma de México, Escofet Artigas afirma en charla con La Jornada que si se establecen reglas claras y se llega a consensos entre las partes involucradas, la participación de la iniciativa privada puede estimularse, sin que esto represente perder soberanía, sin tener que vender activos, e, incluso, abrir la posibilidad de bursatilizar una parte de las acciones de CFE, porque ''es un buen negocio''.

Dedicado ahora a brindar consultorías a través del Bufete Alesco, que él mismo preside, Escofet sostiene que el mayor reto que enfrenta, ha enfrentado y enfrentará el sector eléctrico nacional es la ''insuficiencia de recursos'', que si bien no producirá apagones, como algunos promueven, sí colocará al país en niveles de reducción de suministro. La única forma de enfrentar este problema, advierte, es con desarrollo, ''y desarrollo de tipo industrial, que es el que genera empleos permanentes y bien remunerados''.

Y va más allá en su comentario: ''La industria no se coloca en cualquier lugar. Va a aquellos sitios en los que hay mayores ventajas o flexibilidad para competir. Es precisamente en el sector eléctrico donde México puede ser altamente competitivo y las razones son simples: Tenemos recursos energéticos; sabemos cómo manejarlos y la capacidad de nuestra mano de obra es mundialmente reconocida y aceptada. Aprovechemos esta situación para que sea factor de desarrollo.''

ųƑHasta que punto los sindicatos podrían ser un obstáculo en este proceso de apertura que usted menciona?

ųEstoy convencido de que los sindicatos ocupan los espacios que se les deja ocupar. Sinceramente, no creo que sean un problema, especialmente los del sector eléctrico. Lo que pasa es que hay que sentarse a negociar con ellos, tanto las cláusulas de sus contratos colectivos, como sus salarios, prestaciones, obligaciones y compromisos, y eso implica que las actuales administraciones sean capaces de hacerlo. Echarle leña a los sindicatos o responsabilizarlos de la situación del sector eléctrico, es darle a los administradores pretextos para decir ''no, con éstos sindicatos no se puede''. Si a eso agregamos falta de presupuesto, subsidios mal dirigidos y cuestiones de tipo político, al final todo se convierte en un cúmulo de pretextos para que el sector no avance y de eso, que quede bien claro, los sindicatos no son culpables. En todo caso, si hay cláusulas que ya no respondan a las necesidades del México actual, pues que se adecúen, pero convenciendo a los sindicatos, porque, no olvidemos que éstos están integrados por gente como nosotros.

 

No hay clara percepción de resultados

ųSe dice que el modelo de privatización que aconsejan para nuestro país es similar al inglés, impuesto por Margaret Tatcher. ƑCuál es la experiencia extranjera en los procesos de privatización?

ųCreo que el modelo que ahora se está promoviendo en México no tiene como base ningún esquema definido de tal o cual país. Los resultados a nivel mundial de quienes han abierto sus sectores están todavía por verse. Incluso, en México nos ha llevado más de 39 años, luego de la nacionalización, darnos cuenta de si el modelo funciona o no. Le puedo decir que ni en Inglaterra, ni en Argentina, ni en otros países hay una clara percepción de cuál ha sido el resultado de las aperturas. Este tipo de cosas no se pueden medir en el corto plazo. Lo que necesitamos es ver el contexto general del paquete; ver qué es lo que más nos conviene como país. Lo que es muy claro es que tenemos que sentarnos a analizar las experiencias de otras naciones y no pensar a priori que, por que el modelo funcionó en tal o cual lugar, también tiene que hacerlo en México. Lo importante ahora es buscar las partes en las que haya consenso para de ahí analizar las diferencias.

ųPero, dicen el gobierno y sus personeros que si no se actúa de inmediato, los apagones son inminentes

ųEl problema es que si no hay mayor oferta y mayor producción, tampoco podemos comprometernos a dar más servicio. Si no puedo tener más oferta de energía eléctrica, tampoco podré contratar más consumidores. Lo que si debe preocuparnos es que, si en el corto plazo no realizamos inversiones, a la mejor no habrá apagones, lo que en Estados Unidos se llama black outs, pero sí enfrentaremos los llamados brown outs, que significa bajar el voltaje al suministro. Si necesitas 120 watts para un foco, pues sólo te voy a dar cien. Caeremos en un proceso de claroscuros, sin que esto signifique llegar al apagón; para eso no hay causa justificada.

ųEn un diagnóstico resumido. Si no se abre el sector, si no se canalizan inversiones para el corto plazo, Ƒcuál es el futuro de la industria eléctrica nacional?

ųSi no crecemos en la oferta, nos quedamos como estamos. Si no crecemos, perderemos clientes. Y lo más grave, si no crecemos, frenaremos el desarrollo del país. Lo que tenemos que hacer es aumentar la oferta, hacer el sector atractivo y para lograrlo necesitamos trabajar en la parte de precios, de costos, de tarifas y cómo enfrentar a nuestros competidores.

ųPero algunos dicen que si actuamos así, se pierde soberanía.

ųBueno, si llega a darse la apertura sin consensos es bien claro que las decisiones respecto a la estrategia de desarrollo, tarifas y precios no se van a tomar aquí. Yo estoy convencido de que las empresas del Estado con reglas claras para obtener inversión, pueden beneficiarse. Si el inversionista privado puede ganar y hacer dinero, porqué no puede hacerlo el Estado. Al igual que la iniciativa privada, va a obtener recursos para incrementar inversiones y va a pagar impuestos. Lo que hay que hacer es dejar que en el marco operativo, en el mercantil y en el legal no se diga que, como es una empresa del Estado, entonces le quito o le pongo o lo desvío. Queremos una empresa que legalmente ofrezca la posibilidad de ir a tribunales a denunciarla si comete una falla y saber que ante esa instancia no contará con ningún privilegio.