n Inició la 15 Muestra de Cine de Guadalajara


Buenos augurios para los filmes de

Carlos Bolado y Antonio Serrano

n Un embrujo no es una película misógina, responde Carrera

Arturo García Hernández, enviado, Guadalajara, Jal., 12 de marzo n El cine mexicano que vos matásteis goza de cabal salud. Por lo menos eso haría pensar el inicio de la versión quince de la Muestra de Guadalajara, en cuyo contexto se proyectaron ayer dos cintas, Bajo California: en el límite del tiempo y Sexo, pudor y lágrimas, óperas primas de Carlos Bolado (Veracruz, 1964) y Antonio Serrano (DF, 1948), respectivamente.

Diferentes en tono, objetivos y propuestas, ambas cintas ųdos formas de ver a México aquí y ahoraų, dejaron buen sabor de boca en su presentación ante la prensa y sembraron la esperanza de que sea más que una patada de ahogado de la cinematografía nacional.

En Bajo California..., mediante una anécdota sencilla (un chicano ųDamián Alcázarų que busca su propio pasado en la tierra de sus padres), Bolado realiza una metáfora conmovedora sobre la crisis por la que atraviesa todo ser humano, momentos en que para bien o para mal se toman decisiones que cambian el rumbo de una vida. Con Jesús Ochoa, Gabriel Retes y Claudette Maillé, la película fue filmada en la península de Baja California, con las pinturas rupestres de San Francisco de la Sierra como telón de fondo. Transcurre en una atmósfera mágica donde conviven y se confrontan los símbolos de la tradición y la modernidad; los mitos y la realidad; la superstición y el conocimiento. Así, valiéndose de numerosas secuencias sin palabras, donde sólo las imágenes ''hablan", el cineasta emprende su propia búsqueda de raíces, sin demagogia y lejos de cliché folclórico de exportación.

En la conferencia posterior a la exhibición de la cinta, Retes externó su satisfacción al haber sido llamado por Bolado. Dijo que al principio, cuando leyó el guión, no le entendió, aunque por las singulares características de su personaje, aceptó el papel. Hoy, tras verla en la pantalla, no dudó en calificarla como ''gran película".

Filmada en 1996, con un costo de 5 millones de pesos (500 mil dólares), producida con apoyo del Fonca por el propio Bolado, Salvador Aguirre, Imcine C Producciones y Sincronía, Bajo California... será proyectada próximamente en salas mexicanas después de cruzar una ''maraña burocrática" que retrasa su estreno.

 

Vivir la soledad en pareja

 

Entre la comedia, el drama y la tragedia, Sexo, pudor y lágrimas tiene como base la exitosa obra teatral homónima escrita y dirigida por Serrano en 1992. Enriquecida con nuevas escenas, la película se centra en la crisis y eventual ruptura de tres parejas de clase media alta en la ciudad de México. Al cruzarse en ''su momento más caótico", la historia de cada pareja permite al director exponer, ironizar y parodiar las proverbiales razones y sinrazones de los encuentros y desencuentros. Hombres y mujeres ųseñaló Serranoų que ''viven la soledad en pareja", torturados y limitados por sus ''taras emotivas".

Aunque subyace en la trama un cuestionamiento a la práctica de la sexualidad como gimnasia vacía, el cineasta aseguró que la cinta ''no pretende ser moralista". En todo caso, el sexo es un pretexto para señalar las ''taras emotivas" de unos y otros.

Nutrido en historias reales que le tocaron de cerca, Serrano fue enfático al señalar que en Sexo... retrata a un sector muy específico de la ciudad de México y que, por lo mismo, no se atrevía a decir que esa problemática fuera idéntica en todos los estratos de la sociedad. No obstante rechazó, ante el señalamiento expreso de un periodista, que su opera prima sea un retrato del ''mundo de los yuppies".

El director de telenovelas (Mirada de mujer) reconoció que su anterior trabajo en la pantalla chica le sirvió para encontrar sus propia sintaxis cinematográfica. Sobre una estructura lineal, con un intencional y remarcado ''voyerismo" ųreconocido por el cineastaų el filme fluye con agilidad y eficiencia y remata en un final abierto marcado por la tragedia de unos y la incertidumbre de otros. Fácil de ver en cierta forma, los periodistas presentes en la muestra auguraron a la cinta éxito en taquilla.

Sexo... dura 107 minutos y es la primera incursión de Argos en la producción fílmica, tras hacerlo en telenovelas (Nada personal, Mirada de mujer, Demasiado corazón, El amor de mi vida) y teatro (Moliére, de Sabina Berman). Junto a Argos, coproducen Sexo... Mathias Ehrenberg, Christian Valdelievre, Titán y SPL e Imcine.

Las proyecciones para prensa de la Muestra de Guadalajara fueron abiertas el jueves por Un embrujo, de Carlos Carrera, y El evangelio de las maravillas, de Arturo Ripstein. Ambas, ya estrenadas en el DF, concursan en la sección oficial.

En su encuentro con los medios, Carrera, a pregunta expresa, se mostró ''totalmente en desacuerdo" con las críticas que califican a Un embrujo como una cinta misógina. Por el contrario, las mujeres retratadas en ésta, como en cintas anteriores, ''son seres fuertes", ''vitales". Subrayar estas características en las películas ųatajó Carreraų ''de ningún modo supone un juicio moral" de su parte.

En otro orden, Carrera reconoció la influencia que hay del neorrealismo italiano en Un embrujo. Ello se refleja en la integración al reparto actoral ''de personas comunes de la calle", así como la aproximación a una problemática social.

No obstante, aclaró el realizador, su cinta ya es una mezcla de géneros. Sin lograr el entusiasmo que produjeron Bajo California... y Sexo, pudor y lágrimas..., Un embrujo también recibió una acogida favorable de críticos y periodistas en esta fiesta del cine en Guadalajara.