n Citan al Consejo Universitario a sesionar este lunes, a las nueve horas


Barnés: podrían paralizar la UNAM unos "cuantos jóvenes intransigentes"

n Estudiantes iniciarán mañana plantón en CU; intentarán impedir la reunión de consejeros

María Esther Ibarra n En tanto que el Consejo Universitario sesionará el lunes 15 a las nueve de la mañana ųreunión en la cual se discutirá, entre otros puntos, la aprobación del nuevo Reglamento General de Pagosų, el rector Francisco Barnés de Castro dijo que aun cuando miles de universitarios se oponen a la paralización de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), existe la posibilidad de una huelga en la máxima casa de estudios por parte de unos "cuantos jóvenes intransigentes".

Al enterarse de esa reunión, los integrantes de la Asamblea Estudiantil Universitaria anunciaron que se concentrarán a partir de las cinco de la tarde de este domingo en la explanada de Ciudad Universitaria, para impedir que el pleno de los consejeros universitarios pueda sesionar.

Aún no ha sido determinado el lugar de la reunión de ese órgano de gobierno, y existe la posibilidad de que sea dentro o fuera de Ciudad Universitaria.

En tanto, los estudiantes opositores al incremento de cuotas demandaron al rector Barnés cesar sus amenazas de consignar ante el Tribunal Universitario y la Procuraduría General de la República a los alumnos que participaron en el paro efectuado el pasado jueves 11, y le exigieron cumplir con el diálogo público.

Al respecto, Barnés de Castro rechazó presentarse a dicho acto al que nuevamente fue emplazado para este 23 de marzo, pues ųconsideróų "es una asamblea de descalificación y un esquema más de provocación".

En cuanto a las sanciones que aplicará la máxima casa de estudios a los participantes en el paro efectuado el pasado jueves 11, el rector Barnés, tras de señalar que fue un "daño muy grave" para la institución, explicó que se están evaluando los hechos para determinar las acciones procedentes, ya sea ante el Tribunal Universitario o, en caso de delitos civiles, se harán las denuncias ante las autoridades competentes.

En entrevista, al término de la inauguración de la vigésima Feria Internacional del Libro ųacto que presidió ayer junto con el titular de la Secretaría de Educación Pública, Miguel Limón Rojasų puntualizó que la primera función de la Universidad Nacional es "educar, y no castigar; convencer, y no reprimir", pero cuando "hay manifestaciones extremas de falta de respeto y violencia se tienen que tomar decisiones".

Copado por una nube de reporteros, camarógrafos y fotógrafos, Barnés emitió sus primeras declaraciones sobre la paralización que enfrentó la UNAM anteayer, por parte de estudiantes que se oponen a su iniciativa de incremento de cuotas, y admitió como significativa la cifra de 90 mil alumnos a los que se les "privó de asistir a clases en contra de su voluntad".

Ante el anuncio que hizo la Asamblea Universitaria Estudiantil de que se preparará la huelga en caso de que no asista al diálogo, Barnés confió en que no se llegue a ese extremo, pues, dijo, la gran mayoría de los universitarios se expresaron contra el paro, en el cual "no más de 30 estudiantes" impidieron el acceso en cada escuela y facultad.

ųAunque se dice que fue un grupo minoritario, Ƒéste puede parar la universidad? ųse le preguntó.

ųLa UNAM tiene 270 mil estudiantes, pero con unos cuantos cientos la paran como a cualquier otra institución grande, (para ello) basta con que 30 personas en condición agresiva, intransigente e irreflexiva violen toda norma y esquema de convivencia y decidan o traten de imponer su punto de vista sobre los demás.

Dijo que las únicas armas para evitar una huelga son el uso y el ejercicio de la razón, así como la observancia de los marcos institucionales y la legislación universitaria. Agregó que el diálogo estará abierto hasta el último momento en que sea convocado el Consejo Universitario e incluso durante y después de la sesión de este órgano, en caso de que éste decida aprobar su iniciativa, la cual envió el pasado 11 de febrero.

Se le preguntó si el diálogo podría hacerse por medio de una comisión integrada por funcionarios universitarios y representantes estudiantiles opositores a su proyecto de modificar el Reglamento General de Pagos, pero descartó esa posibilidad porque, insistió, debe haber condiciones y disposición no sólo para exponer los puntos de vista, sino también para escuchar al otro.

"Hasta ahora ųagregóų estos estudiantes no han mostrado ninguna disposición a escuchar puntos de vista alternos y no han demostrado tampoco disponibilidad para encontrar caminos que permitan a la universidad superar sus problemas y alcanzar los fines a los cuales estamos comprometidos todos los universitarios".

En contrapartida, recalcó, "han adoptado una actitud que únicamente conduce a la confrontación y no deja espacios abiertos, desgraciadamente, a un diálogo, y hay muchas formas para que éste se lleve a cabo. De hecho, nos hemos reunido con jóvenes interesados en discutir de manera propositiva sus puntos de vista y lo seguiremos haciendo".

Sin embargo, aseguró que la "respuesta fue que no hay más alternativa que los paros y las huelgas, y esa no es una disposición a dialogar, además de que no es a través de esquemas de fuerza como se pueden resolver las cosas". Esto lo único que hace es agudizar "los problemas y dificultar la vía para encontrar los caminos que conduzcan a los consensos".