n El peso permanecería como símbolo de nacionalidad, dijeron ante el primer mandatario
Dolarizar la economía, demandaron los hombres de negocios
Rosa Elvira Vargas n Los 34 más poderosos capitalistas del país, agrupados en el Consejo Mexicano de Hombre de Negocios, demandaron ayer al presidente Ernesto Zedillo dolarizar la economía mexicana, aunque sin desaparecer el peso. Usar el dólar como moneda corriente, serviría a los agentes económicos para acordar sueldos, precios, ahorros, préstamos y otras transacciones, mientras que el peso se mantendría como símbolo de la nacionalidad, argumentaron.
Concedieron que al igual que la bandera y el himno, el peso es parte del orgullo nacional, pero si su propuesta se aceptara, la moneda mexicana se usaría, como el balboa en Panamá, ''para dar propinas y cosas por el estilo, pues no tiene gran relevancia''.
Conscientes de la importancia de sus opiniones, los empresarios convinieron, sin embargo, que su propuesta, aunque técnicamente tiene muchas ventajas, políticamente ''no creemos que sea realista ni razonable''. Apuntaron que su iniciativa ''sorprendió'' un poco al presidente Zedillo y que por no haberla discutido previamente, desconocen su punto de vista.
Asimismo, avalaron el proyecto del gobierno de privatizar el sector eléctrico, pero eso sí, a través de un proceso ''muy transparente'', para que quienes inviertan ahí, ''no sean los Cabales ni los Divinos, sino verdaderos empresarios''.
De acuerdo con Eugenio Clariond Reyes Retana, dirigente del organismo y presidente del Grupo IMSA, la dolarización es ya prácticamente un hecho en las grandes empresas, donde ''casi lo único que tenemos en pesos es la nómina'', mientras que las industrias medianas y pequeñas, que realizan sus operaciones en pesos, no pueden obtener las ventajas de las bajas tasas de interés que reporta el dólar en los créditos y los salarios tienen que ajustarse anualmente a inflaciones cercanas al 20 por ciento.
Dijo que con la propuesta de contar con una moneda estable, los salarios se ajustarían según la productividad.
Una vez que anunciaron ante el presidente Zedillo que las empresas del Consejo invertirán este año en México 7 mil millones de dólares ų354 millones menos que en 1998ų con un estimado de 20 mil 805 nuevos empleos, los empresarios entraron al punto de la dolarización. Su virtual puesta en práctica desde hace varios años en sus empresas, dijo Clariond, ha sido una de las claves del crecimiento logrado en épocas recientes.
Además, extender esa posibilidad a las medianas y pequeñas empresas lo mismo que a los particulares, permitiría al país ''crecer mucho más rápido'', disminuir la inflación, reducir el pago de intereses del gobierno, financiar de forma más accesible la compra de viviendas y automóviles, ''muchos ahorros regresarían y se eliminaría la principal incertidumbre a los agentes económicos''.
En conferencia de prensa, Luis Berrondo Avalos, director general del Grupo Mabe, enumeró la serie de beneficios que se obtendrían al dolarizar la economía, sobre todo porque el país está ''tan pegado'' a la economía de Estados Unidos, que provoca que ''todos los días estemos viendo a cuánto está el cambio, el costo financiero''. Agregó que si esas preocupaciones se eliminaran, tanto la economía familiar como la empresarial podrían tener un crecimiento sostenido.
Entonces, en un gesto de realismo, convino en que si bien la dolarización es un proceso fácil de realizar desde el punto de vista técnico-económico, el problema ''es más bien desde el punto de vista político'', sobre todo cuando se habla de economía. ''Pero al final, Ƒde qué vale tener una moneda propia? Creo que muchos de nosotros preferiríamos tener nuestros ahorros en dólares que en pesos''.
Se trata, expuso así, de una cuestión que técnicamente tiene muchas ventajas y políticamente muchos problemas, ''de esto de la soberanía''. Los políticos ''tienen que dejar la parte política y pensar un poco más en el país en este asunto, y ayudaría mucho'', externó.
Igual de pragmático en sus planteamientos, Clariond consideró ante los periodistas, que mantener una moneda específica en cada país, tiene que ver con aquel esquema que decía que las naciones debían poseer una bandera, un himno y una moneda. ''Y esto, en un mundo globalizado, nos lleva a una serie de consecuencias negativas''. No se pueden tener monedas, dijo, que estén siempre sujetas a los flujos de los especuladores.
E insistió: ''Y sin embargo, como tenemos que tener un himno, una bandera, tenemos que tener también una moneda. Y Ƒqué es lo que sucede? Que no se pueden conseguir en esa moneda créditos de largo plazo; que las tasas de interés son artificialmente elevadas porque hay que proteger los flujos de capital y que además, lo que era parte de los ahorros del país, si pueden se fugan porque le tienen miedo al signo monetario''.
También dialéctico, el empresario de Monterrey comentó que una encuesta reciente de Bancomer demostró que los mexicanos quisiera ganar y ahorrar en dólares pero que no desaparezca el peso.
Este, admitió, ''es casi un signo de orgullo nacional Ƒverdad? Entonces, por eso decimos que políticamente no es razonable y es algo con lo que tenemos que vivir, y es obvio que las autoridades de México se dan cuenta al decir: una unión monetaria y desaparecer el peso sería poco realista desde el punto de vista político''.
Los empresarios habían dicho al presidente Zedillo que si bien el año pasado hubo factores externos que impactaron negativamente a la economía, el manejo ''sobrio y responsable'' del gobierno federal consiguió que las consecuencias no fueran más graves. Debido a ello, ''pudimos mantener nuestros programas de inversión, las exportaciones también crecieron en dólares y mucho más en volumen y el empleo creció de igual manera''.
Hay confianza en México, en sus instituciones y en el manejo de la política macroeconómica, afirmó Eugenio Clariond. Las medidas de ajuste que se han adoptado no son fáciles, populares ni menos aún, populistas, pero ''como la buena medicina'' son necesarias.
Sin embargo, al menos un par de cuartillas de la disertación del empresario se dedicaron a la dolarización. Dijo que en ningún país de América Latina, hoy en día se puede obtener financiamiento ni hacer depósitos a largo plazo en moneda local. Esto, aunado al costo de los rescates bancarios, no solamente en México, sino en Chile, Venezuela, Ecuador, Argentina y el que viene en Brasil, ''me hacen dudar que se justifique tener tantas monedas que sólo enriquecen a los especuladores. Con la globalización vamos a un mundo con menos signos monetarios''.
Y argumento: ''nosotros no recomendamos eliminar el peso, pero sabemos que si se permite a los agentes económicos acordar sueldos, precios, ahorros y préstamos en dólares, esto le daría la oportunidad a muchos empresarios medianos y pequeños, al igual que a particulares, como en muchas de nuestras empresas, volver a ser sujetos de crédito y ser entidades rentables. De pasada, los bancos podrían volver a ser promotores del desarrollo''.
Una idea precisa de la dimensión que puede alcanzar una propuesta que genere el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios está en la propia información proporcionada por ellos: en estos cinco años sus inversiones en activos fijos habrán ascendido a 32 mil 300 millones de dólares y las exportaciones en ese lapso alcanzan 42 mil 428 millones de dólares. Actualmente emplean en forma directa, a 745 mil personas. Por ello, enfatizaron que en el crecimiento de México, ''la aportación de nuestras empresas ha sido significativa y creciente''.
Ante el presidente, además, habían demandado avanzar en la negociación de la reforma fiscal integral, ''que preferentemente grave el consumo y busque disminuir la evasión, en lugar de haber eliminado el único incentivo que existía para las nuevas inversiones'' provocado con el aumento del gravamen a las inversiones y a la consolidación financiera.
Respecto a la privatización del sector eléctrico, dijeron esperar que la iniciativa del Ejecutivo sea aprobada en el Congreso, ''porque eso nos da la confianza de que el crecimiento que estamos planeando de nuestras empresas tendrá fluido eléctrico que es indispensable y además, porque atraerá muchos más capitales al país''.
Una vez más, los empresarios asumieron el imponderable de las ''medicinas amargas'' que aplica el gobierno porque, según Valentín Diez Morodo, del Grupo Modelo, se evitará que haya crisis sexenales en el próximo cambio de gobierno, ''sea cual fuere la administración que pudiera venir''.
n Se mantendrá la disciplina fiscal y la prudencia económica, aseguró
Fustigó Zedillo a quienes auguraron el fracaso de la estrategia anticrisis
n El Presidente recibió un compromiso de inversión por 7 mil millones de dólares del CMHN
Rosa Elvira Vargas n Aquellos que pronosticaron el ''fracaso seguro'' de la estrategia gubernamental contra la crisis de 1995 y desestimaron las medidas aplicadas por esta administración para enfrentar la turbulencia financiera del año pasado e, incluso, auguraron una grave recesión, ''hoy deberían hacer un esfuerzo similar para admitir que se equivocaron'', planteó el presidente Ernesto Zedillo, luego recibir el compromiso de inversión para este año de los principales consorcios empresariales del país, calculado en 7 mil millones de dólares.
Aseguró entonces que la economía mexicana va por buen camino y que el país llegará fortalecido al próximo siglo, ''porque hemos sido capaces de cambiar sin renunciar a nuestros valores''; porque México tiene fundamentos económicos más sólidos y participa en la economía mundial a partir de su solidez productiva y porque ''estamos construyendo una plena normalidad democrática fundada en las libertades individuales, los derechos humanos y un muy vigoroso pluralismo''.
En el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos se dieron cita los hombres más ricos del país, dueños o accionistas de los 34 más poderosos grupos empresariales, como Televisa, Mabe, Industrias Peñoles, Femsa, IMSA, Nadro, AXA, Alfa, Kimberly-Clark, CYDSA, Controladora Comercial Mexicana, Grupo México, Grupo Industrial Saltillo, San Luis Corporación, Organización Soriana, Grupo Bufete Industrial, Novedades Editores, Industrias Bachoco, Vitro, Desc, Transportación Marítima Mexicana, Grupo Industrial Bimbo y el Grupo Cementos de Chihuahua. Ellos, según los estudiosos, dominan la Bolsa Mexicana de Valores y sostienen más de la mitad de la actividad económica del país.
Ante el planteamiento del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, hecho por su dirigente, Eugenio Clariond Reyes Retana, de dolarizar la economía mexicana, el jefe del Ejecutivo federal respondió que el régimen cambiario de libre flotación ha permitido al país amortiguar los efectos de la volatilidad financiera internacional aun en momentos críticos y preservar las reservas internacionales.
''Este sistema está incluso siendo examinado como una buena opción en otros países que recientemente han sufrido severas crisis financieras'' añadió Zedillo y de inmediato puntualizó que los mercados financieros internacionales empiezan a distinguir entre las economías emergentes a México, como un país de mayor estabilidad y seguridad para las inversiones, ''lo que significa un reconocimiento a la congruencia del esfuerzo que todos estamos realizando''.
Expresó a los empresarios su ''más profundo reconocimiento'' por su voluntad ''de acompañar e impulsar'' el crecimiento económico nacional y resaltó que las inversiones de particulares y las exportaciones son motor fundamental del desarrollo. ''La confianza de ustedes tiene bases sólidas'', les aseguró.
Además, Zedillo les recordó que antes la economía mexicana era enormemente vulnerable a las turbulencias externas y que hoy, en cambio, la aplicación de una estrategia congruente permite que esté mejor preparada para enfrentar las condiciones adversas del exterior.
Ciertamente, admitió, hay signos inequívocos de desaceleración en la economía mundial y México no puede permanecer ajeno a esa circunstancia y sus consecuencias se percibirán aquí, ''todavía por algún tiempo''. Sin embargo, aseguró que ''podemos tener confianza'' en que más pronto que tarde, habrá un nuevo repunte de la actividad, con lo que la producción y el empleo crecerán para el conjunto del año.
Había dicho también que una muestra del buen comportamiento de las variables económicas es que las tasas de interés han venido disminuyendo en forma consistente y que, en poco tiempo, las expectativas del público y de los inversionistas han mejorado significativamente. En tal sentido, subrayó, los acontecimientos de 1998 y los observados en los primeros meses de este año, ''muestran con claridad que la estrategia económica que hemos adoptado, es la correcta''.
En ese punto, el presidente fustigó a quienes ''se esforzaron en atraer la atención de la opinión pública para decirnos, tanto en 1995 como en 1998, lo mal que muy pronto nos iba a ir a todos. Hoy, deberían hacer un esfuerzo similar para admitir que se equivocaron y, sobre todo, para reconocer el valor y el esfuerzo de prácticamente todos los mexicanos''.
Zedillo ofreció que su gobierno mantendrá la política económica de disciplina fiscal, prudencia económica y esfuerzo, de cambio estructural, porque ''estamos resueltos a emprender las transformaciones necesarias para preparar el camino, a fin de que desde el inicio del próximo siglo, contemos con la infraestructura que requiere una población todavía en aumento y una economía en franco crecimiento''.
Indicó que al profundizar el cambio estructural se alentará el crecimiento de la economía y ello permitirá al Estado contar con más recursos para el gasto social. ''Las inversiones que ustedes están realizando este año se inscriben en la visión que comparte la gran mayoría de los mexicanos de que habremos de llegar al nuevo siglo como una nación realmente fortalecida''.
Respecto al anuncio que hicieran los empresarios, hizo el recuento de que contando las inversiones que ese grupo ha realizado desde 1995, al finalizar este año habrán aplicado un monto de más de 32 mil 300 millones de dólares y se congratuló por la meta de exportaciones que se planea alcanzar ų10 mil 300 millones de dólaresų porque sugiere que el país podrá vender al exterior en 1999, más que el año pasado y ubica a esos intercambios como uno de los pilares de la recuperación y del nuevo crecimiento económico.