n Comenzó su campaña por la candidatura a la Presidencia de la República


Muñoz Ledo urge a la oposición a un acuerdo político

Georgina Saldierna n Al comenzar de manera formal su campaña en busca de la candidatura a la Presidencia de la República, el diputado perredista Porfirio Muñoz Ledo urgió a los partidos de oposición a establecer ya un acuerdo político rumbo a las elecciones del año 2000, pues la confusión y el ruido estéril, dijo, sólo sirven a los propósitos del antiguo régimen.

"El desafío no consiste sólo en trascender las ataduras feudales de los partidos y en acumular fuerzas para derrotar un sistema político obsoleto. Son necesarias también las reformas legales que hagan posible el cambio por la vía pacífica. Las oposiciones debieran convocar a la sociedad y a sus organizaciones, para crear una alianza democrática capaz de llevar al gobierno a la mesa de negociación, como ocurrió al fin del sexenio anterior, después del estallamiento de la revuelta armada", subrayó.

Las asignaturas pendientes son: el voto de los mexicanos en el extranjero, la reglamentación de las contiendas internas, la fiscalización efectiva de los gastos de campaña, la prohibición del uso de los recursos y programas públicos con fines electorales, el acceso equitativo a los medios de información, la segunda vuelta electoral para la Presidencia de la República y el restablecimiento del derecho de coalición y convergencia de los partidos políticos.

El legislador inicio su campaña proselitista en la Casa del Acueducto, adonde llegaron cientos de perredistas y políticos ligados a diferentes partidos. Allí, destacó la presencia del actual director de Caminos y Puentes, Gustavo Carbajal Moreno, y los legisladores priístas José Luis Soberanis y Melchor de los Santos, del grupo Galileo; Francisco Javier Alejo, de la Corriente Renovadora, y Mauricio Rosell, del grupo Reflexión.

También estuvieron los dirigentes del PT, Alberto Anaya; del PVEM, Jorge González Torres, y de la Convergencia por la Democracia, Dante Delgado Rannauro, así como intelectuales y personalidades del PRD. Entre estos últimos resaltaron Jorge Castañeda, Ricardo Valero, Ifigenia Martínez, Alejandro Ordorika y Layda Sansores.

En su discurso, Porfirio Muñoz Ledo dijo que los demócratas "estamos anuentes en combatir la atomización del voto y presentar opciones viables e identificables al electorado. En el mejor de los casos, construir una sola candidatura de alternancia que aseguraría la derrota del partido hegemónico y conduciría a un nuevo régimen político".

Sin embargo, ello exige la elaboración de una plataforma común y de un programa de gobierno que haga creíble y deseable para el electorado la conjunción de fuerzas políticas distintas, puntualizó, al considerar que esa empresa se facilitaría con el proyecto constitucional que previamente esbozó.

El diputado, que estará de viaje en los próximos días, para asistir a la asamblea de la Internacional Socialista, pero a su regreso empezará un recorrido por 60 ciudades del país, resaltó que México necesita soluciones del tamaño de sus problemas, no personalismos ni simplezas que desprecian la inteligencia y degradan al ciudadano.

La circunstancia exige máxima responsabilidad de los liderazgos. Pasó la hora de la tecnocracia estéril, y habrá que evitar, a la vez, la de los caudillismos elementales y los populismos aventureros. Es tiempo, dijo, de la reflexión y el diálogo, de la honestidad intelectual y la ponderación de la palabra. Es tiempo del debate y del acuerdo verdadero, subrayó.

En su propuesta, Muñoz Ledo plantea crear una nueva Constitución, congruente y accesible, estable y generadora de certezas, que ayude a desterrar la corrupción y el abuso de la autoridad, y promueva la existencia de un gobierno sometido a la ley, pero al mismo tiempo dotado de fortaleza institucional.

De igual manera, propone trasladar la capital a otro ámbito de la República, como detonador del más ambicioso programa de descentralización política y económica; colocar el proyecto educativo como una de las prioridades del Estado, y reformar el capitalismo, para mejorar las condiciones económicas de vida de la población.

El legislador se manifestó en contra de las privatizaciones, porque las desnacionalizaciones "expresan, casi siempre, intereses mezquinos y concesiones de coyuntura". Revelan ausencia de visión estratégica. Por eso, los sectores que mayormente determinan nuestros equilibrios con el exterior, como la banca, las comunicaciones y la energía, deben permanecer bajo la rectoría del poder nacional, puntualizó.