n Al final, directivos se negaban a recibir instalaciones de la UNAM: alumnos
El paro, todo un éxito: AUE; semiparálisis: autoridades
Gustavo Castillo y María Esther Ibarra n Más de 90 mil estudiantes de licenciatura y bachillerato de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) vieron suspendidas sus actividades educativas al efectuarse el paro convocado por la Asamblea Universitaria Estudiantil (AUE) en protesta por el alza de cuotas. Para las autoridades se trató de una "semiparálisis", para los oganizadores fue "todo un éxito".
En ese contexto, Edgar Pereyra e Higinio Muñoz, integrantes de la AUE, afirmaron: "ni denuncias penales ni amenazas de sanciones por parte del Tribunal Universitario detendrán el movimiento, porque estamos defendiendo un proyecto de universidad y de país". Insistieron en su exigencia de diálogo público con el rector Francisco Barnés de Castro, pues de lo contario se comenzará a discutir una posible huelga general.
Este jueves por la noche, al término del paro en diversos planteles, los estudiantes denunciaron que los directivos se negaban a recibir las instalaciones y a dar fe de que no habían causado destrozos en edificios y en mobiliario. Este fue el caso de la Escuela Nacional de Trabajo Social, de los planteles Naucalpan y Oriente del CCH y de la Facultad de Psicología. Jorge Mendoza, estudiante de posgrado de ésta, informó que el director, Arturo Bouzas Riaño, los acusó de haberlo secuestrado. Sin embargo, este funcionario asistió a la conferencia de prensa --efectuada alrededor de las dos tarde-- del abogado general Gonzalo Moctezuma y de Francisco Ramos, secretario de Asuntos Estudiantiles de la UNAM.
Durante la paralización de actividades se suscitaron escaramuzas verbales entre activistas y opositores al movimiento, éstos últimos encabezados por directivos y funcionarios universitarios. Los principales cho- ques tuvieron lugar en las facultades de Derecho, Filosofía y Letras, Psicología, en la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), en los CCH Vallejo, Sur y Azcapotzalco y en la Preparatoria 5, entre otros.
En el caso de la ENTS su directora, Nelia Tello Peón, dijo haber sido objeto de agresiones físicas y verbales por parte de estudiantes de esa escuela y de otras que llegaron en apoyo al paro. Según su versión, a las cuatro de la mañana los estudiantes la obligaron a abandonar el plantel junto con otras 60 personas. Por otra parte, Máximo Carvajal, director de la Facultad de Derecho, encaró a un grupo de alumnos que le exigían dialogar sobre el alza de cuotas.
En la Preparatoria 5, cuyos estudiantes pararon desde la noche del miércoles, los alumnos se presentaron ante el director del plantel, Joaquín Sámano Ochoa, para solicitarle que les firmara una carta en la que admitiera que permanecía dentro de las instalaciones por propia voluntad, ante el temor de que después los acusaran de secuestro. Sámano Ochoa se negó a ello, así como a admitir que, tal y como denunciaron los alumnos, había utilizado grupos porriles para impedir la realización del paro.
No obstante, reconoció que dentro de la escuela se encontraba en estado de ebriedad conocido porro apodado El Zombie. Los estudiantes le reclamaron que no hubiera solicitado la intervención del servicio de seguridad de la UNAM; asimismo, dijeron que dicho sujeto golpeó a varias estudiantes. Ante la insistencia de que les firmara la carta, el director señaló: "no me voy a salir", y argumentó que su presencia era para salvaguardar las instalaciones.
En la Facultad de Filosofía y Letras, los estudiantes rechazaron haber secuestrado al director y a otros funcionarios que se encontraban en el interior de la misma. Indicaron que si bien se negaba el acceso al recinto, no así la salida de éste a cualquier persona que deseara abandonarlo.
Varios directores aseguraron en entrevista que los paristas actuaron agresiva y violentamente, por lo que se levantarán actas ante el Tribunal Universitario para que éste determine las sanciones. Tal fue el caso del director del CCH Vallejo, Ramón Adán Paredes Pérez; el de la Preparatoria 5, Joaquín Sámano Ochoa; de la directora de la ENTS, Nelia Tello Peón y los directivos de las facultades de Derecho y Filosofía y Letras, Màximo Carvajal y Gonzalo Celorio.
La toma y cierre de instalaciones comenzó desde la misma noche del miércoles, pese a que en la mayoría de las escuelas y facultades los directores, acompañados de sus colaboradores más cercanos, pernoctaron en las instalaciones educativas a fin de evitar el paro estudiantil. Cerca de las siete de la mañana, grupos de estudiantes organizaron brigadas de información y se trasladaron a los planteles donde el paro no tuvo efecto, con el propósito de explicar los motivos del movimiento contra las cuotas.
La paralización tuvo distinto grado de acatamiento en escuelas y facultades. Destacaron por su participación: el CCH Vallejo, donde los paristas bloquearon de manera intermitente el tránsito vehicular en el eje central Lázaro Cárdenas; los ceceacheros de Oriente, por haber logrado la participación de los docentes en su movimiento y la concurrencia de dos mil estudiantes. Los del plantel Sur decidieron hacer paro total luego de una asamblea extraordinaria e informaron que algunos directivos resultaron con rasguños por intentar impedir en dos ocasiones el cierre de instalaciones.
En la Facultad de Economía, que también paró desde la noche del miércoles, profesores de la Asamblea Universitaria del Sector Académico apoyó a los estudiantes y exhortó al rector Barnés a retirar su propuesta para evitar enfrentamientos entre la comunidad estudiantil.
El consejero universitario Fernando Limón aseguró que el secretario de Asuntos Estudiantiles, Martín Castañeda, golpeó al profesor Alfonso Lozano tras externar éste su simpatía para con el movimiento; asimismo, dijo que las autoridades les advirtieron que a partir de las once de la noche del miércoles era "su responsabilidad" permanecer en la escuela. El director, Guillermo Ramírez Hernández, calificó de minoritario el movimiento e indicó que el Tribunal Universitario será el que determine las sanciones contra los paristas. Explicó que decidió el retiro de las puertas de acceso porque "forma parte del mantenimiento de la escuela", y que se retiró del plantel como "muestra de la prudencia y la tolerancia del espíritu universitario".
En el caso de la Preparatoria 7, su director, Joaquín Meza Coria, instó a los alumnos paristas a permitir el acceso de estudiantes que desearan ingresar al plantel; incluso él mismo respondió negativamente a las preguntas de decenas de padres en torno a si la escuela se encontraba en paro. Ante esto, los activistas modificaron su estrategia y no cerraron las puertas de acceso, por lo que a las ocho de la mañana realizaron un mitin solicitando a sus compañeros que no tomaran clases. La mayoría acató la petición, pero permaneció en el patio.
Los directores, según se constató en las preparatorias 7 y 8, ordenaron abrir las puertas de acceso antes de las 6:30 de la mañana "para que no se obstaculice el ingreso".
Según datos proporcionados por las autoridades, el paro involucró a 90 mil 735 estudiantes, lo que representa una tercera parte de la matrícula universitaria, y de los 36 planteles docentes, 22 trabajaron de manera normal, 2 parcialmente y 12 pararon totalmente, mientras que para los líderes estudiantiles fueron 21 las instituciones que acataron el llamado de suspender clases, aunque en algunos casos parcialmente.
El Consejo Estudiantil Universitario (CEU) también calificó de "todo un exito la jornada", y consideró que quedó claro una vez más que la resistencia al cobro de cuotas en la UNAM va en ascenso. Afirmó que los paros fueron pacíficos y contaron con la participación "debida y consciente de miles de universitarios". Según los representantes estudiantiles, el paro y las asambleas realizadas ayer en diversos planteles educativos dieron por resultado que "las demandas estudiantiles se incrementen"