n Su contrabajo sonará en el Metropólitan, en el marco del 15 FCH


Un músico debe ser modelo de alegría y felicidad las 24 horas del día, dice Cachao

n El cubano, creador no reconocido del mambo n ''Las cosas que hice para sobrevir'', comenta

Ernesto Márquez, especial para La Jornada /I n Se llama Israel Cachao López, pero todo el mundo lo conoce como Cachao, que también se entiende como cachondo. Es, sin exageración alguna, uno de los músicos más completos que ha dado Cuba.

Creador junto con su hermano Orestes del danzón de ritmo nuevo, al que luego llamaron mambo, y de las famosas descargas que dieron pie al nacimiento de la salsa y al jazz latino, este maestro del contrabajo viene con su grupo para presentarse en el teatro Metropólitan el 12 de marzo, en el marco del 15 Festival del Centro Histórico.

Decir que don Israel es una leyenda viva no es una manida y maltratada frase hecha. Este mulato octogenario, de ojos limpiamente azules y hablar meloso, carga en sus espaldas una de las biografías musicales más impresionantes y longevas de toda la música popular del Caribe. Comenzó a ejercer como músico profesional cuando tan sólo contaba con ocho años de edad. Ahora, su figura va unida a una ristra de adjetivos halagadores, que a él ųmerced a su modestiaų le tiene sin cuidado.

"Lo más importante es seguir trabajando y conservar la integridad artística ųnos dice en entrevista el gran maestro. Yo nací para ser músico, como casi todo el mundo en mi familia, y si ahora consideran que he hecho algo en la vida, bueno, pues es de agradecerse. Yo sigo trabajando".

 

''šEh, que ya se acabó!''

 

Y en realidad si hay algo que sorprende es la vitalidad de don Israel, quien a los 80 años de edad ųcumplidos el 26 de septiembreų sigue en la brega dando conciertos y soportando entrevistas.

"Lo que pasa es que a mí todo esto me gusta. Me gusta charlar y la paso bomba subido en un escenario. La pregunta no es cómo resisto los conciertos a mi edad, sino cómo soporto que se acaben. A mí me tienen que abofetear para bajarme. Me dicen: 'Cachao, que ya se acabó', y yo ni me entero".

Y Cachao ríe porque dice que la mejor receta para llegar a una vejez con frescura es ser feliz. "Un músico debe ser un modelo de felicidad y buen humor las 24 horas del día, mi mujer me dice que me río cuando duermo y así debe de ser. Imagínese usted a un músico malhumorado o a disgusto con lo que hace, es alguien que no inspira nada".

Cachao luce feliz a pesar de que la historia no ha sido del todo justa con él. No reconocida su paternidad del mambo (junto con su hermano Orestes) e ignorada su trayectoria por casi dos décadas en Miami ("šlas cosas que tuve que hacer para sobrevivir!"), asegura que gran parte de esa alegría y del reconocimiento que disfruta hoy se lo debe al actor cubano Andy García, quien a partir del rodaje del documental Cachao, como su ritmo no hay dos lo puso en los cuernos de la luna.

"Ese chico me cambió la vida ųafirma Cachao. Yo vivía a Miami un tanto relegado, tocando aquí y allá en actos sociales con un conjuntico en cuyo repertorio teníamos incluso música para fiestas judías, pero desde que él me descubrió, las cosas conmigo han sido otras. Me he presentado por medio mundo y he vuelto a interesar como compositor y arreglista para trabajos en estudios de grabación y música de cine".

Miembro de una familia de músicos en donde por lo menos, a decir de Guillermo Cabrera Infante, 35 de ellos tocan contrabajo ų"yo no los conozco a todos, además algunas mujeres de la familia se casaron con músicos bajistasų", Cachao supo escribir una historia que lo sitúa entre la constelación de los más importantes músicos cubanos de fin de siglo: Arsenio Rodríguez, Mario Bauzá, Enrique Jorrín, Benny Moré, Bola de Nieve y Dámaso Pérez Prado, entre otros insignes. Fue partícipe de la transformación del son, animador de los famosos bailes de los cuarenta, promotor de las descargas cubanas de los cincuenta y coprotagonista de la renovación del danzón y de la polémica germinación del mambo.

De esto último hablamos:

"Todo comenzó allá por el año 26 cuando mi hermano Orestes y yo decidimos otorgarle una vitalidad al danzón. Para ese tiempo ya veníamos experimentando sobre nuevas formas armónicas y rítmicas. Hay que recordar que el danzón, como baile salón, tiene un esquema musical muy rígido. Entonces, lo que se nos ocurrió para modernizarlo, sin cambiar su estructura, fue acelerar el último tiempo, el conocido como montuno, que es la parte más libre del danzón. Empezamos así a delinear un estilo con el cual hicimos muchos danzones de ritmo nuevo, siendo el primero el danzón Mombo. En este trabajo se destacaban dos cosas: la palabra mambo, que según tengo entendido es de origen congo y significa canción de cuna, y el ritmo nuevo, que consistía en un bajo sincopado, ejecutado por el piano o el contrabajo, improvisaciones de la flauta, el baqueteo de la tumbadora que suplía al timbal y un chanchullo o tumbao orquestal, a lo que en suma terminamos por llamar mambo y que podía durar cualquier tiempo mientras la gente estuviera bailando.

"Sabíamos que el público no estaba preparado para aquellas improvisaciones aceleradas, pero insistimos y sólo el cabo de medio año, con la sala vacía, decidimos bajarle la velocidad al mambo y hacerlo más lento, al mismo tiempo que las otras partes del danzón".

ųEste ritmo sincopado y libre que incluyeron en la cuarta parte del danzón, Ƒprovenía del son montuno?

ųNo. Esa era una cosa nuestra, algo que se nos había ocurrido. El son no tuvo nada que ver con ello. El son es otra cosa.

ųPero hay quienes aseguran eso, maestro.

ųLo que pasa es que algunos danzones incluyeron en el montuno pasajes de son o figuras armónicas provenientes del tres, que es el instrumento sonero por antonomasia. Pero lo nuestro era algo diferente, algo nuevo.

ųSe dice que por esa época Arsenio Rodríguez venía impulsando, en el esquema del son, un ritmo nuevo parecido al propuesto por ustedes, al que llamó diablo, el cual constituyó la primera polémica por la paternidad del mambo.

ųLo de Arsenio era otra cosa: una forma musical que partía de ritmos africanos con predominio de los tambores y en el que destacaban también las trompetas, las armonías del tres y las voces de los cantantes. No hay que olvidar que en la estructura orquestal la nuestra era la de una charanga, es decir: instrumentos de cuerdas (violines, violas, cellos y contrabajos), flautas, timbales, conga y piano.

 

Lo que nosotros inventamos

 

ųƑY qué me dice del batanga de Bebo Valdés, del cubibop de Niño de Rivera y de los mambos de Pérez Prado?

ųQue eran maneras de hacer musical que partían de lo que nosotros habíamos inventado. Si usted se pone a escuchar lo que veníamos haciendo nosotros y los compara con la experiencia musical de los que me ha nombrado descubrirá que todas esas músicas están latentes en lo que hacíamos nosotros. Ellos, incluyendo a Arsenio Rodríguez, empezaron después, justamente a partir del furor que habían provocado los danzones mambeados de nosotros. Y eso es natural, pues todo mundo quería probar con ese ritmo. Y los registros no mienten: Arsenio dio a conocer su ritmo diablo a mediados de los cuarenta; Bebo Valdés, Niño Rivera y Dámaso Pérez Prado lo hicieron ya más cercano a la década de cincuenta. Mientras que nosotros estrenamos el danzón de nuevo ritmo en 1939 con la Orquesta Radiofónica Las Maravillas de Arcaño a través de la emisora mil diez.

ųƑQué diferencia sustancial existe entre el mambo creado por ustedes y el de Pérez Prado?

ųQue Dámaso tomó el concepto nuestro, le imprimió toda la velocidad que tenía el ritmo y lo desarrolló con una jazz band convirtiendo el mambo de ritmo de salón en un verdadero espectáculo.

ųEntonces Dámaso es el creador de un estilo.

ųEn efecto. Por eso le llamaron el Rey del Mambo.

ųƑAlguna objeción?

ųNo. Ninguna, chico. El es el rey porque universalizó una manera de hacer el mambo nuestro. Desde luego yo no puedo estarle sino agradecido por su formidable trabajo de divulgación. Asunto que por cierto no fue tan sencillo, pues tuvo que salir de Cuba para darlo a conocer.

ųƑPor qué cree que el mambo de Pérez Prado tuvo aceptación en México?

ųPorque al mexicano le gusta bailar danzón. No hay que olvidar que México es la segunda patria del danzón y que el mambo es hijo natural de éste. Además, el concepto de Pérez Prado se basaba en el sonido agudo de las trompetas y en México encontró una buena promoción de trompetistas. Los trompetistas mexicanos son los mejores del mundo.

ųƑExistió rivalidad entre usted y Pérez Prado?

ųNo, chico, šqué va! Eramos grandes amigos. Con decirte que una vez estando de gira por Madrid se le enfermó el contrabajista y buscando a alguien que lo supliera me llamó y yo acepté encantado.

ųƑPlaticaron acerca del mambo?

ųNo. Cada quien estuvo en sus cosas y nadie se refirió al tema.

ųƑY por qué hablar del tema ahora que no está él para refutarlo?

ųPorque en principio nunca tuve intención de polemizar y porque además él lo sabía. En algunas ocasiones llegó a comentar que su música combinaba elementos del jazz con el montuno sincopado de los danzones que habíamos creado nosotros.

ųƑEntonces podemos concluir de una vez por todas que el creador del mambo fue usted?

ų...Mi hermano y yo, naturalmente.