n Presenta graves incongruencias, afirman
Ingenieros de la CFE critican la propuesta oficial de privatización
Miriam Posada García n Ingenieros de la Comisión Federal de Electricidad advirtieron que la solución al problema del sector eléctrico mexicano depende de la experiencia e ingenio de los técnicos altamente capacitados de la paraestatal, y criticaron la propuesta presidencial, al señalar que presenta graves incongruencias ''en los criterios tecnócratas, que se basan en aspectos financieros especulativos y de economía globalizada que buscan ganancias rápidas y no justicia social'', pues la privatización del sector representaría un incremento del 74 por ciento a las tarifas.
Asimismo, destacaron que la venta de los activos de la CFE, valuados en 36 mil millones de dólares, perjudicaría a 79 mil pequeñas y medianas industrias, 81 mil agricultores, un millón 700 mil comercios y microindustrias, y 19 millones de familias mexicanas, pero, enfatizaron, también podría cambiar la tendencia de 76 mil 900 votos de los trabajadores de la industria, por lo que alertaron a los legisladores a ser responsables en sus decisiones.
Los electricistas echaron abajo uno a uno los argumentos del Ejecutivo. Primero, al precisar que el sector eléctrico requeriría 150 mil millones de pesos para hacer frente a la demanda de electricidad de los próximos seis años, y destacaron que con 260 mil millones de pesos podría desarrollarse un programa integral de inversiones para diez años y una planeación elaborada en detalle.
En un documento, distribuido de manera anónima por temor a represalias, los ingenieros y técnicos sustentaron que el 6 por ciento de crecimiento anual en la demanda de electricidad, ''que tanto asustó a la Secretaría de Energía'' es bastante moderado en comparación con el comportamiento histórico de este fenómeno, ya que en los años sesenta y setenta ascendió hasta 11.9 por ciento, mientras que en 1982 fue de 8.4 por ciento. De tal forma que si el crecimiento en la demanda fuera de tan sólo 6 por ciento para los próximos años y el gobierno federal transfiriera los subsidios a CFE, al cabo de diez años se tendría un remanente de 8 mil millones de pesos de 1997.
De acuerdo con datos de ese año la paraestatal obtuvo ingresos por ventas de 57 mil millones de pesos y sus gastos totales fueron de 44 mil 500 millones.
, lo cual significó un remanente de 12.5 millones. El subsidio a las tarifas para uso doméstico y agrícola fue de 18 mil millones de pesos ''por lo que si el gobierno federal transfiriera esos recursos a CFE, el remanente anual sería de 30.5, cantidad suficiente para financiar los 26 mil millones requeridos por año para invertir en la expansión de sistemas de generación, transmisión y distribución''.
Asimismo, aseguraron que la Comisión y su personal están en condiciones de abatir pérdidas no técnicas (usos ilícitos), con lo que se obtendría un incremento adicional en las ventas por 3 mil millones de pesos por año, a lo que podría sumarse la aplicación de un programa de uso eficiente de energía en las aplicaciones relacionadas a los subsidios domésticos y agrícola a fin de reducir el monto de energía hasta en 40 por ciento, para que el subsidio requerido por estos sectores fuera de tan sólo 11 mil millones de pesos.
Sin embargo y parafraseando al secretario de Energía Luis Téllez, dijeron: ''El gobierno federal tiene una vaca que produce mucha leche... pero ahora se niega a darle de comer''.
Contrario a la versión oficial, los especialistas aseguraron que la CFE podría continuar operando de manera eficiente y competitiva, mediante el financiamiento de Productores Externos de Energía (PEE) y el esquema Construir-Arrendar-Transferir (CAT) porque además de los costos derivados de estas inversiones, se aseguró la capacidad de generación para la demanda de los tres próximos años y se logró un programa de instalación de 5 mil 750 megavatios (MW) y 3 mil 900 millones de dólares de inversión para disponer de un financiamiento externo que releva al gobierno de distraer recursos por 39 mil millones de pesos.
En su documento, los ingenieros y técnicos electricistas no escatimaron propuestas que permitirían al Estado mantener el control del sector, garantizar el abasto y ser más eficientes. En materia de plantas generadoras ųcuyos activos ascienden a 19.4 millones de dólaresų, señalaron que durante 1997 produjeron 160 teravarios/hora, con un total en generación de 35.7 millones de pesos, lo que representa un costo unitario de producción de 0.223 pesos por kilovatio/hora, equiparable a los resultados de la mejor tecnología del mundo. Sin embargo, dijeron la capacidad de generación termoeléctrica registra ''algún grado de atraso, pero bajo determinadas condiciones su reposición resultaría rentable''.
Aseguraron que los sistemas de transmisión con activos por 5 mil 900 millones de dólares podrían optimizarse dependiendo de la correcta ubicación y dimensionamiento de las plantas generadoras ''actividad especializada que es del dominio de los técnicos de CFE'', y que permitirían reducir radicalmente las inversiones adicionales requeridas. Mientras que para el sistema de distribución ųcon activos de 10 mil 700 millones de dólares-, requeriría cubrir rezagos de inversión por 24 mil millones de pesos para los próximos seis años producto de ''absurdas restricciones presupuestales que en ocasiones han impedido que se compren hasta medidores de energía''.
ƑQuiénes podrían comprar dichos activos? Pues sólo 400 de las 80 mil empresas existentes en México, señalaron los especialistas, al destacar que ese reducido grupo consumen el 31 por ciento del total de la energía eléctrica generada en el país y que en 1997 la pagaron al precio más bajo del mundo: 0.29 centavos por kilovatio/hora.