ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Lo único que Amnistía Internacional (AI) ha hecho (y que no es poco) es decir con todo el peso de su autoridad moral lo que los mexicanos muy bien saben: que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) es tan sólo una pieza del sistema de injusticia institucionalizada que vive México y que, en particular, esa instancia presidida por Mireille Roccatti cumple el doble papel de defender a las víctimas de injusticias y, al mismo tiempo, "bajar de intensidad las críticas hacia las autoridades mexicanas".

Drástica como es la caracterización que AI hace de la CNDH, resulta sin embargo cuidadosa, tal vez hasta generosa. La CNDH se ha convertido en los años recientes en una instancia mediatizadora de las denuncias ciudadanas, cómplice de autoridades violatorias de los derechos humanos y promotora de carreras políticas ascendentes para sus directivos.

Con la señora Roccatti como presidenta, la CNDH tiene la responsabilidad moral de haber fomentado la indignación extrema de los ciudadanos, al demostrarles de manera palmaria que los excesos de poder quedan impunes y que no hay instancias civilizadas, respetables, confiables, para castigar los abusos y las arbitrariedades. Esa indignación extrema ha sido el sustento para acciones que han trastocado el orden jurídico y que se han convertido en más de una ocasión en fermento de reacciones violentas en sitios como Oaxaca, Guerrero y Chiapas.

Nombrada por decisión de la camarilla política encabezada en su momento por Emilio Chuayffet, la señora Roccatti es simplemente un ejemplo más de la manera como la politiquería daña la marcha de las instituciones.

Hoy, el destrabamiento de ese aparato burocratizado, mediatizador y cómplice que es la CNDH comenzaría por el nombramiento de su presidente como un acto soberano del Poder Legislativo y no como arreglos facciosos de las camarillas del Ejecutivo. En San Lázaro, por fortuna, se trabaja activamente en ese sentido.

El país vive una generalizada violación de los derechos humanos. Ya conocemos el daño que a una nación hace la irrupción poderosa del narcotráfico. Estamos a tiempo de evitar que, como en Sudamérica en décadas pasadas, los derechos humanos y la dignidad de los individuos sean institucional y persistentemente dañadas.

Jefe de jefes

Manuel Bartlett está retomando el liderazgo del sindicato de gobernadores. De hecho, el ex mandatario poblano está ampliando el concepto de esa corporación de poderosos para que participen miembros honorarios y en activo.

Por lo pronto, el ex tantas cosas (ex secretario de Gobernación y de Educación Pública, por ejemplo) ha asumido la defensa de dos socios paradigmáticos: Mario Villanueva Madrid, enredado en asuntos de narcotráfico por desafectos superiores, y Roberto Madrazo Pintado, acosado con temas de mal uso de dinero público también por malquerencias cupulares.

Manuel Bartlett ha sido explícito en el caso del gobernador tabasqueño, advirtiendo de la inmoralidad que conllevaría la manipulación de datos oficiales para inducir el presunto ablandamiento político de alguien a quien Los Pinos no querría como aspirante a la candidatura presidencial.

El caso de Villanueva es más difícil, pero Bartlett de cualquier manera ha asumido su función de jefe y protector. Don Mario había sido, antes de que le cayera encima la maldición de Los Pinos, un activo y vociferante activista del mencionado sindicato de gobernadores y un abierto promotor de Bartlett. Ahora, caído en desgracia, Villanueva tiene de cualquier manera la solidaridad de su amigo y compañero que, aun cuando ya no ocupa el Palacio de Gobierno de Puebla, sigue conduciendo el citado sindicato que algunos llegaron a creer en proceso de des-aparición.

Por si no fuese suficiente para sus aspiraciones presidenciales el haber reasumido la conducción del citado sindicato de gobernadores (en activo y honorarios), Bartlett se ha atrincherado discursivamente en la exigencia de que renuncien a sus cargos los secretarios de Estado que deseen ser candidatos.

Tomando como pretexto el discurso pronunciado por el presidente Zedillo en el recién pasado acto de aniversario del PRI, el ex gobernador poblano ha puesto en su mira declarativa a Francisco Labastida Ochoa y a Esteban Moctezuma Barragán.

Con una argumentación correcta, aun proviniendo de alguien que personalmente abusó de sus cargos para la promoción personal, y que fue pieza clave en las maniobras de privilegio para otros anteriores candidatos priístas, Bartlett advierte que los secretarios de Gobernación y de Desarrollo Social están en condiciones inequitativas, al ejercer sus influyentes cargos y al mismo tiempo mantenerse como encapuchados aspirantes presidenciales.

El sucesor de Porfirio

En el Partido de la Revolución Democrática, mientras tanto, los diputados federales se aprestan a elegir a su nuevo coordinador, ante la renuncia de Porfirio Muñoz Ledo, quien prefirió dedicar la totalidad de su tiempo a promover su precandidatura presidencial.

Son dos los principales aspirantes: Demetrio Sodi de la Tijera y Pablo Gómez. Dado el talante siempre combativo de Pablo, militante permanente de izquierda, y del estilo personal de relacionarse que ha desarrollado (con frecuencia enfrentado con sus interlocutores, a veces en términos que hacen a éstos sentirse innecesariamente maltratados), hay quienes suponen que Demetrio tiene el camino abierto para convertirse en el nuevo coordinador.

Sin embargo, hay quienes prefieren el estilo directo, a veces hiriente, de Gómez, al de Sodi, que aun cuando es más conciliador (o precisamente por eso) puede por ello ser menos preciso a la hora de cumplir acuerdos.

Otro aspirante a coordinador es Jesús Martín del Campo.

La elección será la semana próxima...

Astillas: Tal como lo dijo el lunes pasado, en su primera conferencia de prensa como líder nacional panista, Luis Felipe Bravo Mena estima que el tema de las alianzas opositoras rumbo a la elección presidencial podrá ser abordado con más detalle en la primera reunión formal del comité nacional blanquiazul, que se realizará antes de Semana Santa. Mientras tanto, no habrá mayor definición sobre el tema. Para entonces también se reserva la designación del segundo hombre de la directiva de ese partido, el secretario general... José Woldenberg ha hablado sobre el marco legal en el que se moverían las alianzas de partidos para el 2000. El consejero presidente del IFE ha dicho que los partidos aliados deberán realizar asambleas, una declaración de principios, un programa de acción y postular conjuntamente a sus candidatos. Por lo demás, tendrían un solo representante ante el IFE, un solo recuadro en las boletas electorales, un tope de gastos como si fuesen un solo partido, y tiempos de radio y televisión conforme al partido que hubiese tenido más votos en la elección anterior. Woldenberg simplemente ha explicado lo que las leyes establecen sobre el tema... Dice Miguel Alemán que no se siente presidenciable, a pesar de que según una encuesta del Centro de Estudios de Opinión de la Universidad de Guadalajara es uno de los nombres más mencionados para competir en el 2000. El gobernador veracruzano es considerado por más de la mitad de sus paisanos como un viable aspirante presidencial.

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