Marco Rascón
ƑUnos gatos contra los dinosaurios convertidos en mariposas?
La fantasía priísta: ahora resulta que mientras el PRI, a los 70 años se renueva, refunda y unifica, el país es el que envejece y ellos nos salvan. El PRI cambiará de nombre y de discurso; serán "antineoliberales" y dirán que nada tuvieron que ver con los gobiernos de los últimos 70 años; en radio y televisión harán de la campaña presidencial su propia metamorfosis de dinosaurios a mariposas. El verde, blanco y colorado seguirán igual, aunque con distinto look, pero al mismo tiempo llamarán a una alianza nacional, "para que los mexicanos no perdamos lo que ya tenemos", y con una serie de fuerzas satélites harán un frente. ƑExiste un antídoto frente a la estrategia del viejo camaleón?
Ganar la Presidencia de la República requiere una gran precisión y claridad en lo político y en el sentido de las alianzas, pues la experiencia de 1994 podría repetirse si no se establecen los compromisos con la mayoría del país. Hoy para el PRI, Guerrero es un laboratorio de lo que será su comportamiento en el año 2000, lo cual incluye el uso del Estado, y de la violencia selectiva, como el asesinato de Aurelio Peñaloza.
El PRD necesita urgentemente un congreso extraordinario, como lo ha demandado Raúl Alvarez Garín, pues aún es tiempo para impedir que continúe la actitud del gato: hacer cochinadas y para no reconocerlas, con una pata querer taparlas. El PRD necesita un congreso extraordinario a la brevedad, para ajustar su política, sus alianzas, su dirección y su perspectiva a la altura de la confrontación. El debate sobre el Fobaproa nos ha puesto en un camino donde la alianza fundamental es con los trabajadores y productores nacionales, con los campesinos y las mayorías urbanas que sobreviven en la economía informal, ampliada por causas del proyecto de integración y la destrucción de nuestra planta productiva nacional. Esta alianza es también con los empresarios, pero no con todos, pues los que se corrompieron y viven a expensas del viejo aparato político, beneficiarios del Fobaproa, estarán del otro lado, con el PRI y con su aliado el PAN.
El PRD, para convertirse en el centro de las fuerzas del cambio, debe desterrar los vicios que lo cuestionan y lo hacen ver como un partido que hace de gato. Debe integrarse como un partido unido y coherente y no puede actuar con tolerancia frente a las formas clientelistas y la violación a los estatutos por los miembros de su dirección, pues pierde un valor estratégico: la congruencia. La próxima dirección deberá tener una alta estatura moral y política, pues una de sus tareas será dar la lucha jurídica más importante de este siglo, en la defensa de la libertad de sufragio de los mexicanos, y por eso, las actitudes samaritanas de la CNGyV frente al desorden y desparpajo interno pueden conducirnos a la gran derrota.
El panismo, por su parte, cumple ya diez años de alianza con el PRI, y no sólo respecto al proyecto económico sino en contra de la democracia política. Recordaremos solamente la postura de legitimar la usurpación salinista con el lema de "el poder se legitima con hechos" y luego la quema de los votos de aquella elección, y más adelante, tres leyes electorales suscritas entre PRI y PAN en contra del PRD. La alianza del Fobaproa es una alianza oligárquica, y por eso no queda al PRD más que establecer su alianza con la mayoría del pueblo y por encima de esa clase política incapaz ya de conducir los destinos del país. Si se habla de segunda vuelta, nadie dudaría que la alianza del PAN es con el PRI.
El PRD necesita de un congreso extraordinario para definir su política de alianzas, pues se requiere no sólo ganar la Presidencia, sino también el Congreso, para impulsar los cambios constitucionales, y esto no puede hacerse con diputados tránsfugas y lecheros. No se puede repetir la historia de 1988, en que la ambición de los partidos que integraban el FDN desintegró las candidaturas comunes de diputados y senadores, dando como resultado que Cuauhtémoc Cárdenas podía haber sido Presidente desde ese momento, pero con un Congreso priísta adverso. Ahí es donde se necesitarán acuerdos profundos y alianzas de fondo para sortear los problemas y las resistencias locales e imperiales luego de la elección del 2000. Acción Nacional quiere un candidato "neutral", que no adquiera compromiso popular contra la oligarquía, y nunca aceptará como candidato a Cuauhtémoc Cárdenas, pues el compromiso histórico de éste con el país que lo sitúa desde ahora como el próximo Presidente de México sería contundente y capaz de iniciar el proceso de cambio estructural. ƑPor qué no asume el PRD que el PRI y el PAN son adversarios históricos y que para ganar hay que enfrentarlos sin concesión? Eso es una responsabilidad ante los mexicanos.
Necesitamos un congreso extraordinario del PRD, y para ello aún estamos a tiempo.