En 360 e-mails se le pregunta por su lápiz labial


En Internet, 35 mil páginas sobre Mónica Lewinsky

LEWINSKY_MURAL ok int Lynn Fainchtein. Miami, Florida n Un chingo de millones de seres humanos detuvieron el tiempo la noche del miércoles, se sirvieron su tv dinner (algunos hasta se fumaron un churrito) y se acomodaron a ver el show más esperado después del de la llegada del hombre a la luna o el asesinato de JFK. Según Nilsen, no llego a ser una de las 100 transmisiones más importantes de la historia, pero sí llego a tener en su mejor momento 35 puntos de rating y termino en 26. La niña tiene 35 mil paginas en internet (sí, 35 mil) y de la primera edición de su libro se distribuyeron 450 mil ejemplares y los editores seguramente tienen preparada la segunda. De tal manera que, según Nilsen, 48.5 millones de personas vieron el show 20-20 en la cadena ABC.

Esta mujer gordita y fea se había resignado a meterse con hombres casados como segundo plato "porque viniendo de Beverly Hills sabía que con ese físico jamás ocuparía la primera base en el juego. Pues bien, no sólo dejó a Hillary en la banca, sino que ocupa los titulares de miles de diarios en el mundo, horas y horas de aire, desde hace un año tres meses; congrega gente y causa polémica. Como dato, Bill Clinton jamás ha tenido dos horas en la televisión como lo tuvo ella en ABC; Hillary Clinton nunca ha recibido 360 e-mails preguntando por su lápiz de labios a la mañana siguiente de ninguna de sus entrevistas. Mónica sí. Incluso dudaría que en los últimos años ninguno de los personajes de esta historia siquiera hayan otorgado su boca y sentidos al placer, como esta mujer de 25 años lo hizo cuando tenía 22.

Muchas mujeres involucradas, envueltas en una telenovela que marcará a los culebrones para siempre. La historia Mónica/Bill es ya insuperable; dudo que Fernanda Villeli o Aarón Spelling sean capaces en su existencia de imitar lo que esta telenovela está siendo. Porque todavía no acaba; le cuelga un rato.

Dejemos claro: Bill y Mónica nunca cogieron. Lo dijo ayer en repetidas ocasiones: tantas ganas y nunca lo consumaron. Hoy por hoy admite que ya no lo quiere, pero que lo quiso mucho, mucho, que quería ser la que le cambiara los pañales cuando fuera grande y no pudiera controlar sus esfínteres. El, a su vez, insinuó que sería lindo que el alfiler se lo pusiera ella.

Durante la primera de las dos horas Mónica con un look serio de señora discreta, de ojos brillantes y respuestas muy bien pensadas, denotaba una gran tranquilidad e incluso se le veía contenta, literalmente una mujer madura, que ya ha superado una barbaridad de acontecimientos en su vida y puede hablar de ellos con bastante desapego, sonreír al recordar momentos bonitos y elevar la ceja ante ciertos detalles inoportunos (Ƒqué es para ti phone sex?, le preguntó Walters).

Empezando la segunda hora se soltó el drama, y las lágrimas, que hasta entonces no habían aparecido, brotaron de sus rosadas mejillas; con un peinado recatado, semimoderno, y un gran lápiz de labios discreto, admitió que no sólo ella pensó en suicidarse, sino también sus papás: "la gente no tiene idea de lo que hemos sufrido; la gente es tan destructiva...". A Linda Tripp no la quiere nada; de hecho lo dijo abiertamente: "Odiaría ser ella". Y a Ken Starr le tiene un terror que ni yo a un bonche de judiciales.

Lo que más me trastorna, disculpen la insistencia, es que nunca hubiesen cogido; ella sí se lo sugirió y él no aceptó (el presidente que le regaló el mismo libro que le dio a Hillary cuando salieron por primera vez); ella se empezó a calentar porque no pasaba nada más, el muchacho Bill se empezó a asustar, se quiso zafar, dijo que se quería reformar, que ya se le antojaba Hillary nuevamente y que quería terminar, šuy! Mónica se cubrió y le empezó a contar a sus amigas, "a las que les cuento todo, porque así de cercanas somos"; todo, incluso lo del puro ... y ahí todo se fue a la mierda y este país. Sobre todo los medios de comunicación recibieron el cáliz de oro, el gran tema para mantenerse al aire.

Hasta la noche del miércoles, cuando la cadena ABC logró, gratis, repito, dos horas de entrevista con una mujer "pasional y amorosa", como ella misma se describe y como le hubiese gustado que Bill (a quien llamó todo el tiempo el presidente; nunca dijo su nombre) la mencionara cuando por primera vez negó haber tenido relaciones "con esa mujer Mónica Lewinsky", admito que a mí también me llamó mucho la atención el tonito de esa frase.

Hoy medicada y mucho más controlada, Mónica desea tener una vida normal, casarse y tener hijos; no tendrá más relaciones con hombres casados y probablemente mande más seguido sus vestidos a la tintorería.

"Cuando me volví a poner el vestido no me di cuenta de la mancha; como me quedó chico porque había engordado, lo aventé de nuevo en la gran pila de ropa que tengo, "hasta que alguien se acordó "y ya era demasiado tarde para deshacerme de él, en ese momento estaba tan asustada y preocupada por mi inmunidad y la de mi familia que lo guardé".

Este evento en la historia de EU marca una gran transformación: el sexo ha sido televisado. Durante el reinado de Bill Clinton, en el que el pueblo estadunidense se encuentra en su mayor bonanza, la televisión ha jugado el rol más importante que ningún medio haya tenido hasta ahora, televisar la guerra y el sexo, hablar abiertamente de prácticas sexuales de dos seres en su intimidad, aunque resulta difícil creer que la Oficina Oval sea muy privada, la privacía no existe, la intimidad es supuesta y la infancia, adolescencia y adultez ya no tienen información correspondiente a la edad, sino a la cantidad de tiempo que tengas y puedas dedicarle a la tv o a la internet y la curiosidad que tengas por saber qué le gusta que le hagan y a quién.

Se acabó esta historia de amor inconclusa; es el Romeo y Julieta del siglo XXI; a mí me parece bastante chafa. Insisto: ni siquiera cogieron. ƑHay algo més triste que eso?

El único momento en el que Mónica dudó por un espacio mayor de 15 segundos fue cuando Ken Starr apareció en escena. Por primera vez se tardó en responder y ahí fue perdiendo la madurez que había demostrado hasta entonces.

A estas horas de la entrevista, Bill ya no era tan bueno y pasaba a ser más un mentiroso que un ser humano genuino, como lo considero durante su relación.

"ƑComo te sientes ante tanta broma?, pregunta Walters". "Algunas me hacen reír, tengo un buen sentido del humor". "ƑA dónde vas ahora?", cuestiona nuevamente. "No lo sé; tengo que hacer todavía mucha curación, quiero hacer una buena contribución a la sociedad, tener una relación normal, hijos y tratar de tener una cierta noción de normalidad".

"ƑLo volverías a hacer?". "Hay días en que pienso que sí, y días en que quisiera no haberle contado nada a Linda Tripp".

"ƑQué le dirás a tus hijos de esta historia?".

"MAMI COMETIO UN GRAN ERROR".

Hasta hoy, miles de opiniones en toneladas de paginas del internet se acumulan sobre cada detalle de esta entrevista. Hillary tuvo 15 minutos inmediatamente después, una cobertura de su visita y la negativa oficial de su intención de gobernar NY; Bill, el presidente, no apareció en pantalla. Todos, todos lo canales de radio y televisión durante todo el día no han hecho más que comentar la entrevista.

Para ser una gordita traumada de Beverly Hills, Mónica ocupa y ocupará más tiempo en la vida de millones; más que nadie, ni la madre Teresa, Maradona, Lady Di o Madonna.

Creo que hablo por muchos cuando grito šyiyij! Es la mejor manera de concluir esta historia.

Hoy, Mónica es oficialmente una celebridad, pertenece a la gran familia de las celebridades; ningún club le negará la entrada, desde hoy.