n Existen intereses políticos y ''fuerzas caciquiles'' detrás del crimen, afirma


Investigar a Figueroa Alcocer por el asesinato de Peñaloza, pide el PRD

n La Procuraduría General de la República debe atraer el caso, indica Humberto Zazueta

Enrique Méndez, Roberto Garduño y La Jornada/El Sur n La dirigencia nacional del PRD aseguró ayer que detrás del asesinato del líder perredista en la región de Tierra Caliente, Guerrero, Aurelio Peñaloza García ųoperador de la campaña de Félix Salgado Macedonioų, "hay intereses políticos", y exigió a la Procuraduría General de la República atraer el caso de este "repugnante crimen", puesto que los asesinos, quienes iban vestidos con uniformes de la Judicial estatal, emplearon armas de uso exclusivo del Ejército.

En un comunicado, así como en una reunión que por la tarde sostuvieron dirigentes perredistas con el procurador Jorge Madrazo, el partido demandó que se investigue "a las fuerzas caciquiles del estado", en especial al gobernador con licencia, Rubén Figueroa Alcocer, "responsable de la masacre de Aguas Blancas".

Después de la entrevista con Madrazo Cuéllar, el secretario de Derechos Humanos del CEN perredista, Humberto Zazueta, explicó que los argumentos de su partido para que el Ministerio Público Federal realice las pesquisas sobre el asesinato, se refieren a la desconfianza en la autoridad de Guerrero, que "puede ser cómplice de caciques como Figueroa o el mismo gobernador Angel Aguirre Rivero". Dijo que el procurador les planteó que tiene "la mejor disposición para analizar el caso" y refirió que solicitará la información necesaria al delegado estatal de la PGR.

La marcha a la capital sigue en pie

Zazueta aseguró que este hecho no impedirá que los perredistas inicien el domingo su éxodo desde Guerrero. "Esto no cambia nada, la marcha va a salir. No tememos por la seguridad de quienes participarán en el éxodo, y si ellos quieren agredirnos, que afronten las consecuencias", expresó.

En su comunicado, la dirigencia perredista considera que "resulta obvio" que con este homicidio los caciques priístas y el gobierno del estado "buscan intimidar a las fuerzas democráticas de la entidad, que demandan se limpien los fraudulentos comicios del pasado 7 de febrero". Frente a la postura de las autoridades gubernamentales, federales y estatales, de que ''impondrían'' como gobernador, "a cualquier costo", al priísta René Juárez Cisneros, el perredista Félix Salgado Macedonio "no incurrió en ninguna práctica o maniobra fraudulenta, ni antes ni el día de la elección, para ganar el voto", expuso.

El PRD reiteró al gobierno: "Si su respuesta a nuestra postura va a ser la violencia y el autoritarismo, como se desprende del presente caso, le manifestamos que no nos intimidan, y nos mantendremos en lo mismo hasta que se reconozca el triunfo de nuestro candidato".

Por su parte, en Chilpancingo, Félix Salgado Macedonio indicó que el asesinato de Peñaloza García "es un mensaje claro contra el Exodo por la justicia y la libertad" que emprenderán a la ciudad de México, y enfatizó que "los caciques Angel Aguirre Rivero y Rubén Figueroa pusieron su sello de sangre. Es una provocación abierta, peligrosa, que puede abrir más la ventana a la violencia, porque Aurelio era un cuadro de primer nivel'', agregó.

Mientras, la dirigencia estatal del PRI estableció que "no habrá objeción" si la PGR atrae la investigación del asesinato del perredista, pero demandó al PRD "no capitalizar con fines políticos el crimen".

Salgado Macedonio expresó su desconfianza hacia la Procuraduría de Justicia del estado, que tiene a su cargo las pesquisas del asesinato de Peñaloza, y aseguró que existen versiones de que los individuos que perpetraron el homicidio "tenían características de judiciales, porque huyeron en la clásica camioneta Suburban con vidrios polarizados".

Aguirre Rivero y Figueroa Alcocer "tienen un acuerdo mancomunado para imponer su sello de sangre, como sucedió con las masacres de campesinos de Aguas Blancas y El Charco, al saber que la marcha a la ciudad de México es contra los cacicazgos y sus crímenes. Con esta política de sangre, tratan de imponer al costo que sea a René Juárez Cisneros; un costo de crímenes, pero nosotros estamos dispuestos a dar la vida por la defensa de la voluntad popular y la democracia", clamó.

Mientras, los dirigentes estatales del PRI, Héctor Astudillo y Héctor Vicario, manifestaron su condena al asesinato. Sin embargo, Astudillo Flores consideró que el crimen beneficiará al PRD, dada su política de "incendiar y violentar al estado". Vicario se dijo "compadre" de Peñaloza y reveló que antes del asesinato sostenían reuniones privadas con el compromiso de propiciar una salida negociada con Salgado Macedonio.