n Por carecer de metas y presupuesto es poco efectivo, afirma Olamendi


Sólo rollo, el programa nacional contra la violencia

Juan Antonio Zúñiga M. n Los programas sociales de apoyo a la mujer son prácticamente inexistentes en los diferentes estados del país, y no han sido incorporados como una prioridad política, como sucede en el Distrito Federal, afirmó Patricia Olamendi, coordinadora del Programa de Participación Equitativa de la Mujer (Promujer), que impulsa el gobierno de la ciudad de México.

Actualmente, precisó, operan 11 centros de atención integral para las mujeres, en los cuales se ofrece todo tipo de apoyos y orientación. Además, existen diez unidades de atención a la violencia familiar y se cuenta con la Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia, única en su género en el país.

Se ha dejado un mensaje muy claro en la sociedad capitalina: "No están solas las mujeres, porque aquí sí hay espacios para atender sus demandas y necesidades", enfatizó la funcionaria.

Falta mucho terreno por avanzar en el Distrito Federal, dijo, pero en el resto de las entidades la atención de más de 50 por ciento de la población recae en las organizaciones no gubernamentales, que mucho hacen, pero con recursos extremadamente limitados por la ausencia del apoyo específico y prioritario de los gobiernos locales.

La discriminación y la desigualdad se presentan en todos los ámbitos, aclaró. De las 300 empresas más importantes del país, "sólo cinco están dirigidas por mujeres", y aun en el Gobierno del DF (GDF), dentro del cual 40 por ciento del personal es femenino, la mayor parte de las trabajadoras se ocupa en niveles de ingreso de uno a dos salarios mínimos, con todo y que 48 por ciento de las becas de capacitación han sido utilizadas por mujeres.

Patricia Olamendi consideró que el Programa Nacional contra la Violencia Intrafamiliar "es más rollo que efectividad", pues no tiene presupuesto y carece de metas, aunque parece haber mucha voluntad. Tiene un carácter de exhibición más que de atención real, agregó.

Las medidas adoptadas en el gobierno capitalino, en el cual por primera vez ha sido considerada la igualdad entre los géneros como una prioridad de la política local, dijo, dista todavía mucho de corresponder con la importancia económica, social y cultural de las mujeres.

Ejemplificó: en la ciudad de México, 23.1 por ciento de los hogares está encabezado por mujeres; ellas significan 37.8 por ciento de la población económicamente activa y 41.6 por ciento del universo de personas asalariadas, pero sólo 13.3 por ciento del total de empleadores son mujeres.

La coordinadora de Promujer fue entrevistada en el marco del foro Los derechos sociales de las mujeres. Allí, la subprocuradora Social del DF, Nuria Fernández, subrayó que "a pesar de la importancia de sus aportes (femeninos), éstos han sido parcialmente reconocidos y valorados", e informó que en el ámbito de su competencia, la Procuraduría Social lleva a cabo un "programa para la participación de las mujeres", en el que se realiza un intenso trabajo de difusión de sus derechos, atención a sus quejas en los casos en que la autoridad incurra en actos de discriminación, maltrato y desigualdad por género.

En este sentido, indicó que del total de quejas que recibió la Procuraduría Social en 1998, 39.5 por ciento fueron de mujeres; de esa proporción, 6 mil 261 fueron sobre servicios urbanos; 848 por falta de respuesta oportuna; 332 por cobro indebido de agua, predial y tenencias; 109 por conducta indebida del servidor público o maltrato a la ciudadana, y hubo 3 mil 375 asesorías en materia fiscal, civil, laboral, administrativa, social, inmobiliaria y jurídica.