n El alza de cuotas, "defensa de la universidad pública"


Rindió el rector Barnés de Castro su segundo informe de labores

María Esther Ibarra n La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es de todos los mexicanos y no de un grupo o sector de la sociedad, y en ella no existen "discriminaciones de ninguna especie, y mucho menos económicas", afirmó el rector Francisco Barnés de Castro al rendir su segundo informe de labores, correspondiente a 1998.

Por ello, a un casi un mes de haber presentado su reforma al Reglamento General de Pagos y enfrentar manifestaciones estudiantiles contra el alza de cuotas, refutó a quienes quieren ver en su iniciativa un intento de privatizar a la UNAM pues, afirmó, "pretenden negar la defensa de la universidad pública".

Ante integrantes de la Junta de Gobierno, el Colegio de Directores, el Patronato Universitario y algunos consejeros universitarios, el rector leyó su informe. Un aparato de seguridad de por lo menos quince efectivos visibles resguardó el tercer piso de la torre de rectoría.

Barnés de Castro dijo que pese a las dificultades y limitaciones económicas que enfrentó la UNAM el año pasado, se ha podido salvaguardar a la institución como "espacio privilegiado, donde la docencia, la investigación y la difusión se atienen a sus propias leyes, y no a las del mercado".

En su documento de 18 cuartillas, el rector trazó las principales acciones realizadas el año pasado en la UNAM, a la cual denominó "república de las ideas, contraria al lucro y a los criterios del mundo de los negocios".

Ubicó las "fuertes restricciones financieras" que en 1998 enfrentó la Universidad Nacional en el contexto de la globalidad, que "manifestó su cara fría e in- sensible que se abate sobre las naciones en desarrollo, a las cuales transforman las crisis financieras ocurridas en lejanos países con efectos devastadores" .

De esta manera, afirmó que el año pasado la realidad económica del país se reflejó con "crudeza" en el presupuesto de las instituciones de educación superior, incluida la UNAM, lo que a fines de 1998 implicó una insuficiente asignación.

Lo anterior "obligó a la UNAM a dar una batalla en defensa de la universidad pública; una batalla con sustento en la autonomía y los valores universitarios, librada con respeto, pero también con decisión y firmeza", agregó.

Bajo ese contexto, explicó, la máxima casa de estudios debió recorrer "con vigor múltiples vías para asegurar los medios que le permitieran cumplir las tareas que exige el país".

Dejó en claro que las autoridades universitarias han deseado contar con más recursos económicos provenientes de diversas fuentes --gobierno federal, egresados, sectores productivos y alumnos-- para hacer "realidad el ideal de una educación de excelencia para todos, tanto para quienes tienen recursos económicos como para quienes la Universidad es la única oportunidad de adquirirla".

En el tercer piso de la torre de rectoría, sede del Consejo Universitario, con una asistencia que ocupó casi la mitad del recinto, Barnés de Castro postuló una universidad de "puertas abiertas, que haga posibles la justicia y la movilidad sociales, y a la que tengan acceso pobres y ricos sin más requisito que la capacidad académica".

Al retomar el tema de la modificación del Reglamento General de Pagos, señaló que éste se sustenta sobre los principios de la gratuidad pública. Y agregó: "Congruente con ello, la UNAM continuará trabajando en la construcción de un país en el que no tengan cabida la ignorancia y la pobreza, donde sean realidad el bienestar y la justicia, la democracia y la paz".

Entre los logros destacó los trabajos de mil 268 investigadores y 919 técnicos académicos que laboran en 24 dependencias universitarias. Mencionó que de ellos, mil 086 pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores, y en la actualidad, 81 por ciento del personal de investigación de la institución pertenece a dicho sistema.

En los últimos años, puntualizó, el subsistema de investigación creció principalmente en los polos de desarrollo, en donde participan incluso 402 alumnos de posgrado en casi mil 100 líneas de investigación en los 24 centros e institutos de la UNAM.

En el área del susbsistema de humanidades y ciencias sociales, informó, laboran mil 154 académicos --736 investigadores y 418 técnicos-- de los cuales 364 formaron parte del Sistema Nacional de Investigadores.

Además, 80 por ciento del personal adscrito a este subsistema participa en el Programa de Primas al Desempeño del Personal Académico de Tiempo Completo.

Reconoció que el personal de ambos subsistemas apoyó al área de docencia con la impartición de clases, dirección de tesis, cursos y seminarios.

Satisfecho por lo logrado, Barnés recordó sin embargo que durante el año pasado la UNAM experimentó un recorte de 175 millones de pesos en el subsidio federal a consecuencia de la caída de los precios del petróleo.

Por ello, explicó, "se tuvo que disminuir la asignación presupuestal a los Programas de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica y de Mejoramiento de la Enseñanza.

Asimismo, resultó afectada la infraestrcutura de cómputo y el manitemiento de inmuebles; se restringió la contratación de personal administrativo y se difirieron inversiones de distintas entidades, así como del Programa UNAM-BID.

Los asistentes se pusieron de pie y tributaron un aplauso al rector Barnés de Castro, quien antes había dicho: "Se cierra un periodo y se inicia otro, sin duda más rico y fructífero".