n Resistencias y madeja de leyes, obstáculos para ordenar la defensa patrimonial


Licitación clara en la Unidad del Bosque, pide la diputada María Rojo

n Preocupación porque el espacio pierda su vocación cultural

Raquel Peguero n A pesar de que no existe un consenso respecto a la remodelación de la Unidad Artística y Cultural del Bosque, María Rojo, presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, espera que se llegue a un acuerdo entre las partes y, sobre todo, que la licitación sea clara, pues la preocupación fundamental de la comunidad es que el espacio no pierda su vocación cultural.

Entrevistada durante un descanso de la filmación de Crónica de un desayuno, la diputada perredista explicó que a petición de los distintos sectores en desacuerdo con el proyecto, representantes de la 57 Legislatura sostuvieron ya dos reuniones con ellos y con Gerardo Estrada, director del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), para realizar una agenda que permita conocer las distintas posiciones al respecto.

Indicó que la Comisión de Cultura creó hace veinte dias dos subcomisiones, una para el predictamen de la ley del libro y otra de patrimonio cultural, y se "acordó que esta última ųla cual analizará una probable iniciativa sobre patrimonio, que trabajaríamos conjuntamente con el Senadoų comenzara su labor con este problema de la Unidad del Bosque, pues no tenía caso formar otra que tratara el inminente asunto de los teatros. No se pretende dar un dictamen, sino sacar un punto de acuerdo como se hizo con el asunto Cuicuilco-Teotihuacán, que fue muy favorable y en el que los tres partidos votaron lo mismo".

De acuerdo con la Ley Orgánica del Congreso, Rojo ųpor ser la presidenta de la Comisión de Culturaų no puede formar parte de la subcomisión, integrada por seis diputados, dos de cada partido. "Lamentablemente no se han reunido todavía para elegir a su coordinador, porque como no hay periodo de sesiones".

Por ello, continuó, aunque vieron la maqueta, no se las explicaron a profundidad, porque no estaba la subcomisión completa. "Cuando ya esté bien integrada trabajarán seriamente en ella". En lo personal, indicó que la próxima semana, una vez concluida su participación en la película de Benjamín Cann, dedicará su atención a la problemática y acudirá a las reuniones cuando se lo soliciten.

Rojo sólo pudo acudir a una de las dos reuniones con Estrada, la del 25 de febrero. Fue acompañada por dos diputados de la mencionada subcomisión de Patrimonio, Gilberto López y Rivas y David Gálvez Gasca, y por Jorge Durán Chávez, de la Comisión de Cultura. En esa ocasión estuvieron representantes de los grupos opuestos a la remodelación y se hizo un primer acercamiento al tema.

"Lo que veo es que unos están en favor de que se remodelen los teatros, pero quieren tomar parte en la licitación ante los constantes fracasos en las privatizaciones, por lo que muchos se sienten agredidos, y con razón ųalgunas vecesų, porque hemos visto lamentables errores."

Consideró necesario que se arreglen los teatros de la unidad, debido a sus malas condiciones, "pero eso sí, que se hagan con reglas claras, por eso hay que luchar.".

Por ello, dijo, es fundamental que en posteriores reuniones con las autoridades del INBA "lleguemos con una propuesta y palomear qué se puede hacer, pero hablar con la verdad. Lo que no entiendo son los diálogos de sordos, debemos hablar para entendernos. Por experiencia sé que es difícil darle gusto a todos, lo mejor es tratar de entrar en razón, dialogar y, lo más importante, tener acceso a la licitación, conocer cómo son estos contratos de concesión, de tal forma que continúe siendo una unidad cultural, porque se tiene mucha desconfianza hacia la iniciativa privada".

Manifestó que Gerardo Estrada muestra disposición para reunirse con los legisladores, "más bien nosotros hemos cancelado reuniones por no estar presentes todos los miembros de la subcomisión".

En las mencionadas reuniones, Estrada fue cuestionado por los legisladores López y Rivas y Durán Chávez respecto a la forma en que se elaboró el proyecto. El primero se manifestó por que se cuidaran diversos aspectos, entre ellos que no se sometiera la actividad cultural a la oferta comercial que tendrán los cines. El segundo señaló su preocupación por que la conducción de la cultura por el Estado se dirija hacia un sector elitista, y pidió que se procure una protección a futuro para que la clase trabajadora tenga acceso a los bienes culturales, pues ante la preocupación de los inversionistas por recuperar su dinero se podría perder el sentido original del proyecto. Estrada respondió lo que ha dicho en repetidas ocasiones, que no se perderá el sentido social del proyecto.

ųƑGerardo Estrada explicó por qué existe esa maqueta y no otra?

ųLos trabajadores le preguntaron el porqué no había lanazado una convocatoria, si ellos también tenían mucho que decir. Argumentó que los arquitectos que la hicieron son los mismos que diseñaron el Auditorio Nacional, y lo que se buscaba es que hubiera uniformidad arquitectónica. Hubo puntos de acuerdo, de todas formas, y el propio Estrada propuso que la Comisión de Cultura creara un contrato jurídico o un convenio con los licitados para que se ciñeran a las propuestas culturales del INBA y no a la inversa: se aceptó la posibilidad de un proyecto alternativo y viable, y que la comisión que presido sirva de enlace entre la parte sindical y las autoridades administrativas del instituto. Lo importante es llegar a un acuerdo, porque el proyecto marcha y no veo que la Cámara de Diputados lo pueda parar, pues no tiene la facultad para hacerlo. Hay que hacer un trabajo conjunto, y no de posturas radicalizadas, las cuales propician nuestra salida de las reuniones igual que como entramos.


n Incertidumbre en el INAH

Renato Ravelo n El proyecto de ley que se enviará al Congreso de la Unión, a diferencia de un primer bosquejo que quitaba atribuciones al Instituto Nacional de Bellas Artes, contempla exclusivamente dar figura al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes como instancia coordinadora. En el ámbito en que sí se preparan modificaciones de fondo es en el de defensa del patrimonio cultural. Dos obstáculos aparecen en el reordenamiento jurídico: por una parte los trabajadores inconformes con la existencia del CNCA, por la otra el desenmarañamiento y nuevo tejido de los más de 365 ordenamientos legales que tienen que ver con la cultura en diversas leyes.

Mientras en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes el área dedicada a los asuntos jurídicos trabaja en coordinación con su oficina similar de Presidencia de la República, entre los trabajadores investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia crece la incertidumbre sobre el destino que tales modificaciones legislativas llevarán.

Este jueves, cuando se preparaban para analizar las 11 propuestas del llamado Acuerdo Integral para la Modernización del INAH y la Profesionalización de los Trabajadores Administrativos, Técnicos y Manuales de la Institución, se encontraron con que la directora del Museo Nacional de Antropología e Historia no autorizó la realización de su asamblea extraordinaria en el auditorio Fray Bernardino de Sahagún, con lo que, argumentaron, se violó el artículo 76 de sus Condiciones Generales de Trabajo, pactadas en 1972. El malestar de los investigadores llevó a que realizaran su asamblea en el segundo piso del museo, en un clima que se tensó cuando camarógrafos presuntamente del INAH pretendieron filmar la reunión.

El INAH al respecto declaró, por medio de Angel de la Guardia, responsable de asuntos laborales, que la solicitud de petición del auditorio no se hizo con los 20 días de anticipación que se requieren y el acto no era de carácter cultural, por ello se les negó. Asimismo, rechazó que exista una actitud de confrontación con la fracción del sindicato y lamentó que los trabajadores hayan usado las instalaciones del museo para realizar la asamblea.

Los alrededor de 200 trabajadores investigadores no están de acuerdo con el convenio que desde hace unas semanas.

José Antonio Contreras, secretario general de los académicos, uno de los sectores tradicionalmente combativos del INAH, expuso que los investigadores impugnan en principio que algunos de los puntos del acuerdo no son competencia total de los trabajadores manuales y que los deberían involucrar a ellos. Reclaman la falta de información sobre la transformación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y exigen la integridad de las funciones del INAH ųque dicen estar dispuestos a defender como lo hicieron en el año de 1985ų, además de que proponen la realización de un foro para revisar y evaluar la política que el CNCA ha realizado para señalar lo que no ha hecho.

Los acuerdos han sido dados a conocer por medio de un desplegado en los periódicos. En la asamblea de investigadores, sin embargo, se supo de la existencia de otro acuerdo que no ha sido publicitado. Se trata de un punto de acercamiento sobre el tradicionalmente polémico tema del reglamento a la Ley Orgánica del INAH.

 

Suma jurídica

 

El primer ordenamiento de cultura que se tiene registrado es la creación, en el año de 1939, de la Ley del Instituto Nacional de Antropología e Historia. En 1946 se promulgó la ley que daba carácter al Instituto Nacional de Bellas Artes, de acuerdo con un recuento de la primera Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, en 1993.

El recuento, una de sus primeras acciones, ya tiene en su haber la modificación de dos leyes ųla de autor y la cinematográficaų se registró asimismo el reglamento de la hoy polémica Unidad Artística y Cultural del Bosque de Chapultepec, promulgada en junio de 1962.

Se cuenta con el registro hasta 1993 de 14 tratados multilaterales, casi todos relacionados con la protección patrimonial y relativos a la defensa de los derechos autorales.

El ejecutivo, como sucedió con la creación del CNCA, ha tenido a lo largo de la historia un papel relativamente activo en la formación de instancias culturales. La investigación que elaboraron los diputados, encabezados en aquel entonces por Luis Dantón Rodríguez, arrojó que en la historia cultural de este siglo los presidentes han intervenido desde 1940 ųcuando se crea el Museo Regional de Jiquilpanų en 16 ocasiones en asuntos relativos a la cultura. La última de esas intervenciones registradas es justamente la del 7 de diciembre de 1988, que ahora está sujeta a revisión.