n Téllez no sabe nada de energía y menos de electricidad, afirma el especialista
El plan de privatización no tiene sustento técnico, dice Viqueira
n Las modificaciones constitucionales buscan desintegrar la industria, como se hizo en Inglaterra
Miriam Posada García n El sector eléctrico mexicano no se encuentra en ninguna situación de emergencia como para que el Congreso se precipite a aprobar una propuesta de privatización que no ha dado resultado en Inglaterra, país del que se copió este modelo y que no fue hecho por ingenieros sino por consultores ingleses que ahora lo vienen a vender a México a sabiendas de que no ha funcionado allá, afirmó el profesor emérito de la Facultad de Ingeniería de la UNAM Jacinto Viqueira Landa, al destacar que si se aprueba la iniciativa presidencial se desintegrará una industria que no puede trabajar de manera fraccionada, toda vez que una sola falla tendría un costo económico incalculable para el país.
El académico advirtió que el secretario de Energía, Luis Téllez, ''quien no sabe nada de energía, pero menos de energía eléctrica'', y todo su grupo de asesores han desatendido problemas mucho más graves, como el de dónde va a salir el gas natural que se requiere para las plantas de ciclo combinado con las que funcionará el sistema eléctrico nacional en los próximos diez años ųcomo se tiene planeadoų, si Petróleos Mexicanos (Pemex) no está produciendo gas.
Este proyecto, dijo, no tiene ningún sustento técnico y tampoco es cierto que los inversionistas se van a volcar para traer su dinero; eso es falso porque antes que nada van a exigir que el gobierno mexicano les asegure sus inversiones, debido a que consideran a México como un país de alto riesgo. La prudencia indica que una iniciativa así no se puede aprobar; los legisladores deben exigir que se presente también la ley reglamentaria correspondiente y que se consulte al Colegio de Ingenieros Mecánicos Electricistas quienes fueron ignorados, dijo Viqueira.
El sistema funciona; no hay prisa por abrir el sector
El ingeniero Jacinto Viqueira enfatizó que los mexicanos ''no tenemos ninguna prisa'' en privatizar la industria eléctrica nacional, ya que ésta puede seguir así trabajando sin problema alguno durante mucho tiempo, y es que ''la administración anterior de Comisión Federal Electricidad (a cargo de Rogelio Gasca Neri) se apresuró mucho para garantizar el suministro de por lo menos tres años'', por lo que descalificó el tiempo y forma en que el Ejecutivo federal presentó la iniciativa al Congreso.
Dijo que las modificaciones constitucionales propuestas por el presidente Zedillo consisten, realmente, en desintegrar la industria, como se hizo en Inglaterra. Ahí se presenta una problema ''sencillísimo: (la privatización) no funciona, por lo que tampoco es cierto que los ciudadanos estén comprando energía en función de cómo se cotiza cada media hora, sino como en todo el mundo, por contratos a precios fijos''.
Además, dijo, allá el sistema eléctrico da servicio sólo en Inglaterra y Gales, territorio con extensión equivalente al que abarcan Chihuahua y Coahuila, donde el sistema está densamente interconectado y funciona con plantas termoeléctricas, lo contrario a lo que ocurre en México, donde no se puede poner a competir a una planta generadora de Baja California con una de Yucatán. El Reino Unido ''es un país donde la red no tiene capacidad de transmisión, hay problemas de estabilidad en la red y de regulación en el voltaje. Entonces, aquí menos va a funcionar''.
Y por si fuera poco, enfatizó, en Inglaterra se están volviendo a integrar los sistemas de distribución y generación, porque la división a la que obligó el modelo privatizador no permitió que se produjera la competencia esperada.
''Quien inventó este sistema en Inglaterra ya dejó el cargo; lo quitaron porque no obtuvo resultado positivos y estuvo aquí en México hace poco en un foro que organizaron el Programa Universitario de Energía y la Secretaría de Energía, en el que reconoció que la competencia había funcionado mal''.
El proyecto fue hecho por economistas, no por ingenieros
Mi gran crítica, fustigó Jacinto Viqueira, es que este proyecto no lo hicieron ingenieros, lo hicieron economistas que no atendieron aspectos técnicos y problemas básicos del sector eléctrico. No consideraron que con el desmembramiento de la industria, con una sola falla, se afectaría a todo el país con costos económicos incalculables para la población y la economía y no para la empresa que cometa el error, como ocurrió en Argentina.
Si la industria se privatiza, ''vamos a tener que empezar a improvisar, y tratar de reintegrar. Se quiere desbaratar algo que sí funciona, además de que pretenden hacer una cosa rarísima, que es integrar a la Constitución la forma en que operará el Estado y los inversionistas, cuando eso se debe hacer en la ley reglamentaria que no han dado a conocer, y que los diputados y senadores deben exigir''.
Como ingeniero, especialista en el ámbito técnico, pero sin dejar de pensar en la soberanía del país, Jacinto Viqueira hizo un llamado a la reflexión y dijo que la prudencia indica que ''esto así no se puede aprobar, menos cuando indudablemente el gobierno tiene una fuerte presión externa'' y agregó que éste también puede argumentar que no tiene mayoría en el Congreso.
Los inversionistas no van a arriesgar sus capitales en México
El académico subrayó que se requiere una amplia consulta entre especialistas como el Colegio de Ingenieros Mecánicos Electricistas, quienes durante más de dos años estuvieron trabajando sobre la modernización del sistema eléctrico y las mejores opciones para garantizar el abasto de energía, y no como cuando, de repente, hace unas semanas y sin tener el menor conocimiento del asunto, el gobierno federal dio a conocer su propuesta de reforma.
Si esta propuesta tuviera un sustento técnico serio, entonces el secretario de Energía, Luis Téllez, ''que no sabe nada de energía pero menos de energía eléctrica, no pensaría que cuando anuncie que todo se privatizó los inversionistas se van a precipitar y decir 'yo quiero una planta'. Lo van a hacer sólo si el gobierno federal les garantiza la inversión. Que no se hagan tontos, al rato vamos a tener un rescate eléctrico''.
Y es que, explicó Viqueira Landa, con el esquema de inversión Construir-Arrendar-Transferir (CAT) el sistema eléctrico puede subsistir, pero también se hace necesario que suban las tarifas en colonias de la clase media ''porque hay un montón de familias que realmente pueden pagar lo que cuesta su tarifa y no se van a arruinar por eso'', y pidió que se seleccione a quienes sí merecen el subsidio, como las familias que viven en el campo.
Viqueira resumió su postura en una frase: ''técnicamente, este proyecto no tiene pies ni cabeza''. Y finalizó: ''Los inversionistas no van a correr ningún riesgo y no van a invertir en países que consideran de alto riesgo. Que no se hagan ilusiones, este proyecto está totalmente fuera de la realidad''.