n Habría servido de enlace entre Raúl Salinas y narcos, según informes de la DEA


Aprehenden en Oaxaca a ex jefe de la PJF vinculado con el cártel de Juárez

n Involucran en el tráfico de drogas en QR a un nieto de Marcelino García Barragán

Roberto Garduño y David Sosa, corresponsal n Rodolfo León Aragón, ex director de la Policía Judicial Federal (PJF) y encargado de combatir a la delincuencia organizada durante las gestiones de los ex procuradores Enrique Alvarez del Castillo, Ignacio Morales Lechuga y Jorge Carpizo McGregor, estaría vinculado con el cártel de Juárez, según pesquisas de la PGR, que ayer lo aprehendió en Salina Cruz, Oaxaca, y lo trasladó al Reclusorio Sur, en la ciudad de México, en donde fue puesto a disposición del juez noveno de distrito en materia penal.

El ex jefe policiaco, conocido como El Chino, inició su ascendente carrera cobijado por Enrique Alvarez del Castillo, quien lo nombró director de la Unidad Antinarcóticos de la PGR y después lo ascendió a director de la PJF.

Cuando el ex gobernador jalisciense fue removido de la procuraduría fue sustituido por Ignacio Morales Lechuga, quien se encargó de ratificar a León Aragón en el mando de la policía federal mexicana.

Vino entonces el despido del político veracruzano y la llegada de Carpizo McGregor, quien también lo dejó a cargo de la PJF. Sin embargo, y a pesar del respaldo que siempre recibió de Carpizo, León Aragón tuvo que dejar el edificio de Jaime Nunó y Reforma, poco después del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, ante las crecientes denuncias de corrupción e infiltración del narcotráfico en la corporación. Posteriormente fue enviado a la agregaduría de la PGR en Guatemala.

El chino --hombre de baja estatura, al que le gusta vestir de casimir y siempre portaba una pistola escuadra "para alejar a los malos espíritus"-- regresó a México tras permanecer más de un año en Guatemala. A partir de 1995 ya no se supo nada de él, nunca más regresó a las filas de la policía federal. Los pocos que tenían contacto con él sabían que se trasladaba de la ciudad de México al puerto de Salina Cruz, Oaxaca, donde posee un rancho en el que vive su madre.

De aspecto duro, siempre andaba escoltado por diez pistoleros. Y su palabra era ley. Esa actitud sospechosa y prepotente estaba precedida de una larga relación con el ex secretario particular del presidente Carlos Salinas de Gortari, Justo Ceja Martínez, hoy prófugo de la justicia.

Esos vínculos se conocieron de voz de Adrián Carrera Fuentes, quien sustituyó a El chino en la dirección de la PJF.

Adrián Carrera, bajo proceso por el delito de fomento al narcotráfico, reveló que León Aragón contó siempre con el respaldo de Ceja Martínez y por eso su permanencia al frente de la PJF, sobreviviendo a los cambios de procurador.

En tanto, de acuerdo a los indicios de los investigadores, Ceja Martínez --a través de León Aragón-- ejerció el control sobre la policía: ponía y quitaba subdelegados estatales de la PJF y, en esa complicidad, se vendían plazas que se cotizaban hasta en seis millones de dólares, dependiendo de su importancia para las rutas del narcotráfico.

La agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), por su parte, sostiene que el mismo El chino habría sido el brazo operativo de Raúl Salinas, Justo Ceja y Mario Ruiz Massieu en el trato con los capos mexicanos de la droga.

León Aragón, que controló el combate a los narcotraficantes, establecen las investigaciones de la PGR, tejió una maraña de vínculos y contactos con éstos. Además, las más recientes pesquisas del Ministerio Público Federal (MPF) señalan que durante los dos últimos años abrió un nuevo flanco al paso de la cocaína colombiana por la sierra de Oaxaca. Su detención obedece, también, a la presunción de nexos con el cártel de Juárez.

En el llamado maxiproceso que investiga las actividades delictivas del cártel de Juárez en el estado de Quintana Roo, se encuentra registrada la participación de Oscar Benjamín García Dávila, de quien se presume es sobrino de Javier García Paniagua y nieto de Marcelino García Barragán. Ese individuo fue involucrado por el narcotraficante Gilberto Garza García como el "contacto" entre Ramón Alcides Magaña, alias El metro y el gobernador Mario Villanueva, como consta en la averiguación previa 1226/MPFEADS/98.

García Dávila llegó a Quintana Roo presuntamente por recomendación del mismo gobernador, y en el primer año de la administración de éste fue nombrado subdirector de la Policía Judicial de ese estado para que se encargara de esa unidad en la zona norte de la entidad. Una vez instalado en Cancún, formó un grupo especial al que dio por nombre los dálmatas, los agentes que lo integraron fueron trasladados desde Jalisco, Sinaloa y Sonora.

Al entonces subdirector de la Judicial se le atribuyó, en 1995, el secuestro del subjefe de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada, teniente coronel Froylán Carlos Cruz --cuyo plagio duró dos días--. Al denunciarse la participación de Oscar Benjamín García en esa acción, Mario Villanueva lo removió del cargo y lo designó coordinador de su escolta personal. Tiempo después, el judicial se separó del gobernador y desde entonces permanece prófugo. En su declaración ministerial, Gilberto Garza lo ubica como el encargado de la seguridad de El metro.

También se supo que la Procuraduría General de la República (PGR) ya logró capturar el viernes pasado a Marco Antonio Camal, junto con Antonio Soccil (información que confirmó la señora Leticia Hernández, esposa de Soccil, ex comandante de la judicial estatal); los nombres de ambos figuran en la lista de las 48 órdenes de aprehensión que obsequió el juez noveno de distrito en materia penal con sede en el Reclusorio Sur, Cuauhtémoc Carlock, en relación con el caso de narcotráfico en la península de Yucatán.

Camal, un ex comandante de la Policía Judicial de Quintana Roo, formaba parte de otro grupo encargado de enfrentar a la delincuencia en aquella región, al que se le conocía como el grupo de los ocho, que comandaba Ricardo Marín Carrillo. Este último fue comisionado hace dos años por Villanueva para hacerse cargo de la unidad de Investigaciones Especiales (espionaje a partidos políticos y "enemigos" del gobernador). Su operación más reciente fue la detención del dirigente de la CROC en la entidad, Salvador Rocha.

Por su parte, el presidente de la Coparmex en Quintana Roo, Artemio Santos Santos, afirmó que el escándalo de narcopolítica en ese estado ha perjudicado en los últimos meses el flujo de inversión y pidió más discreción a la PGR para continuar sus pesquisas: "Necesitamos que haya más definición de la procuraduría por los ostentosos operativos, porque nos está creando una mala imagen".

Por su parte, Juan Ignacio García Zalvidea, hermano del promotor hotelero Fernando García Zalvidea, dueño y operador de la cadena de hoteles Best Days Promotores Turísticos, denunció que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, envió a la Secretaría de Relaciones Exteriores una solicitud para que "liberen a mi hermano, por considerar que su detención es arbitraria y contraviene la Declaración Universal de Derechos Humanos". Ese documento, refirió, se encuentra en manos de Eleazar Ruiz y Avila, funcionario de la SRE.

Expuso que su hermano no involucró a Emilio Gamboa Patrón ni a Mario Villanueva, pues š"fue la PGR la que los nombró! šQue venga Samuel González (ahora cónsul en Sevilla, España) a explicar por qué presionó a mi hermano!".