n Juan Moreno Pérez n

La austeridad en la Presidencia

Aunque diversos voceros del gobierno federal han declarado recientemente que se está poniendo en práctica un ''agresivo plan de austeridad'', en muchas dependencias continúan los gastos dispendiosos. Un ejemplo es la Presidencia de la República, donde, a los elevados sueldos de los funcionarios, se agregan todo tipo de gastos que difícilmente se justifican en estas épocas de penuria económica.

Los datos que se comentan a continuación constituyen una pequeña parte del detallado análisis del presupuesto de egresos para 1999 que realizó la fracción parlamentaria del PRD el pasado mes de diciembre. Con base en dicho estudio se elaboró una propuesta de presupuesto alternativo, la cual ni siquiera se pudo discutir en la Cámara de Diputados, ante la imposición del dictamen elaborado por funcionarios de Hacienda y ''negociado'' con algunos dirigentes del PAN.

Los mil 295 millones 920 mil pesos del gasto originalmente propuesto para la Presidencia de la República son sólo una pequeña parte del presupuesto de egresos de la federación. Pero, la forma en que se gastan estos recursos refleja la visión que se tiene sobre la gestión pública y las verdaderas prioridades del actual gobierno.

En la nómina de la Presidencia se encuentran 2 mil 513 empleados, de los cuales 940 son mandos medios (jefes de departamento, subdirectores y directores de área) con un sueldo neto promedio de 18 mil 190 pesos mensuales (incluidos los bonos). Los funcionarios superiores son 58, con un sueldo promedio mensual neto de 93 mil 220 pesos. En este grupo se incluyen 50 directores generales, cinco con nivel de subsecretario, dos con sueldo de secretario, y el presidente Ernesto Zedillo, cuyo sueldo reportado es inferior al promedio señalado (92 mil 595 pesos).

Con fines comparativos, se puede recordar que Robert Rubin, secretario del Tesoro de Estados Unidos, tiene un sueldo anual de 151 mil 800 dólares, que representan 12 mil 650 dólares mensuales. Si esta cifra se convierte a pesos (tomando 10.6 pesos por dólar), dicho sueldo mensual es de 132 mil 825 pesos. Como este sueldo es antes de impuestos, aplicando una tasa impositiva de 29 por ciento, se obtiene un sueldo neto de 94 mil 306 pesos, nivel muy similar al de los 58 funcionarios superiores de la Presidencia.

Un trabajador ilegal en Estados Unidos (el nivel más bajo) gana unos cinco dólares por hora. Trabajando ocho horas diarias durante cinco días a la semana puede obtener 200 dólares. En 52 semanas (un año), su ingreso alcanza 10 mil 400 dólares, nivel considerado por debajo de la ''línea de la pobreza'' en ese país. En contraste, un trabajador con salario mínimo en México (también el nivel más bajo) gana 31.8 pesos diarios, acumulando unos 966.5 pesos al mes.

Así, mientras el secretario Rubin gana 15 veces más que un trabajador ilegal, un funcionario superior de la Presidencia tiene ingresos casi cien veces superiores a los de un trabajador de salario mínimo. Como se puede ver, mientras los salarios en México son muy inferiores a los de Estados Unidos, los sueldos de los altos funcionarios del gobierno son superiores, ya que 58 personas (sólo en la Presidencia) ganan igual queRubin.

En círculos gubernamentales se trata de justificar ese nivel de ingresos por la necesidad de ser competitivos con los sueldos ofrecidos por el sector privado. Sin embargo, ese enfoque refleja la concepción que se tiene en México sobre lo que debe ser el servicio público. En otros países la función pública se considera un privilegio para servir a la nación, no un empleo más. Por ello, alguien como Robert Rubin es capaz de dejar su puesto en la firma Goldman Sachs, donde ganaba 26 millones de dólares al año, para asumir una función pública con un sueldo 171 veces menor (Capitol Hill Blue, abril de 1998).

Además de los elevados sueldos, los funcionarios de la Presidencia utilizan una serie de partidas presupuestales que les permiten realizar todo tipo de gastos con cargo al presupuesto. Por ejemplo, durante la reciente visita del presidente Zedillo a Costa Rica, se alquilaron 20 vehículos BMW y 22 habitaciones en un hotel de lujo para transportar y alojar a la comitiva del Presidente, como comentó la prensa de ese país (El Universal, 15 de enero)

Otro ejemplo sobre cómo gasta la Presidencia el dinero de los contribuyentes, es el costo de cuidar y trasladar por vía aérea al presidente Zedillo. El presupuesto asignado al Estado Mayor Presidencial y a la Coordinación de Transportes Aéreos es de 439 millones 442 mil 367 pesos, que representan un gasto diario de un millón 203 mil 952 pesos, monto similar al pago de 37 mil 860 trabajadores con salario mínimo.

Por todo lo anterior, el presupuesto alternativo presentado por el PRD en diciembre, consideraba una reducción de 407.7 millones de pesos (31.5 por ciento) en el gasto asignado a la Presidencia. Esa reducción incluía, entre otros, una disminución de 75 por ciento en el presupuesto de la Coordinación de Transportes Aéreos. Sin embargo, el presupuesto ''negociado'' entre el gobierno y el PAN incluyó un ajuste de sólo 57.1 millones de pesos (4.4 por ciento), ya que los demás gastos se siguieron considerando prioritarios.