n Luis Linares Zapata n
Destinos
ƑQuiénes son los jugadores de primera línea en la actualidad mexicana? Esta pregunta remite a una adicional. ƑQuiénes serán los actores y conductores del horizonte nacional? El ex presidente Salinas, de tan infausta como merecida memoria, contestó que eran los capitanes de la empresa privada de gran tamaño los que modelarían el presente y tendrían los arrestos y medios para enfrentar, en la globalidad, la feroz competencia de las trasnacionales. Hasta hoy, la información disponible nos habla de un fracaso casi total o de una apuesta que no se ha solidificado, como se quiera ver el asunto en cuestión.
Para formar esos super empresarios no se reparó en gastos y prebendas. A los bolseros De La Madrid les dio, de golpe y sin la debida regulación, la concesión para intermediar la deuda pública y así amasar los millones requeridos para entrarle a la subasta de los bancos que, en ese entonces, estaban en manos del gobierno. Muchos de estos postulantes se formaron en la fila que les formó un Salinas presto, él también, a unirse al grupo aunque fuera a guisa de trasmano benefactora. Y tales especuladores le apostaron en grande. Manipularon a su antojo y provecho los recursos disponibles en la banca bajo la benevolente y también interesada mirada de la oficialidad que debía supervisarlos.
Se dijo hasta el cansancio, para que pareciera verdad axiomática, que compraron caro lo que se les vendió y, con tal argumento peregrino, exigieron que se les permitiera una recuperación exprés de lo poco invertido y mucho triangulado. Perdieron en la apuesta para edificar una banca moderna. El costo lo está pagando la ciudadanía con altísima intermediación y lo seguirán haciendo dos o tres generaciones de mexicanos por los pasivos que les fueron endosados (Fobaproa). Pero muchos de aquellos bolseros, hoy relumbrantes banqueros, aún siguen disfrutando de los privilegios concedidos. Se asumen con derechos adquiridos para continuar en sus lujosas oficinas en espera de tiempos todavía mejores.
Pero la cauda de "visionarios" de las empresas del futuro no tuvo medida ni final. Pasaron por la barandilla de las canonjías personajes que aspiraban a un lugar entre las cien, las quinientas empresas de Fortune o, si ello no fuera posible, pues a las de su versión nativa: las de la revista Expansión.
Los acereros tuvieron su oportunidad para prometer las grandes inversiones que el gobierno no podía hacer en Altos Hornos y Sicartsa. Ahora se ve que tampoco ellos sacaron de su bolsillo algo parecido a los volúmenes de ese capital tan buscado. Su permanencia la han financiado con acelerado apalancamiento, mismo que pudieron llevar a término las mismas empresas cuando estaban en manos gubernamentales. Recuérdese aquí otros ejemplos adicionales como las harineras de Conasupo. O los camiones Masa e Imevisión donde tantas manos (dolarizadas con millones del narco) metió Raulito (el de los crímenes famosos y los dineros cruzados con ''ilustres'' empresarios) que no crearon empleos, no han invertido recursos frescos ni tampoco han podido levantar las compañías a los sitiales anunciados por los vendedores de ilusiones. Tal crítica no quiere concluir en que se dejaran las empresas públicas como iban, porque las ineficiencias eran notables y los malos manejos y atrasos organizativos, sindicales y tecnológicos, también.
De similar manera se puede pasar revista de otros sectores y otros "ilustres aspirantes" a manejadores de altos vuelos mundiales. No se olvidan aquí los constructores magníficos que prometieron las super carreteras que el abandono oficial nunca hizo, o el WTC, que se pelotea en compras y recompras. Ahora esos mismos capitanes de la ingeniería se mueven en pos de un sector que les es afín: la energía eléctrica. Renovarán entonces las sospechas de pasadas ventas manoseadas, sobre costos, deudas impagables, prácticas monopólicas, depredación de la competencia, favores especiales para grupos facciosos y demás truculencias. El reciente caos argentino de las concesionarias de la electricidad es ilustrativo. Pero más lo es el movimiento continental que hacen ya las empresas externas para acaparar y repartirse, a sus anchas, la industria de varios países sureños. El paso por México parece entonces al alcance de sus ambiciones hemisféricas. ƑY los hombres de negocios a escala mundial de origen o con sedes en México dónde quedarían? Tal parece, por lo que les acontece a los brasileños, argentinos o chilenos, que serán simples subrogados de españoles o gringos que son los que, en realidad, dominan los cuartos de las decisiones estratégicas. Pero eso qué importa, se nos dice. Lo que cuenta, concluyen por ahí, es tener electricidad barata y en abundante oferta. La promoción de una sociedad bien imbricada, con una conciencia individual y colectiva que confíe en sus propias fuerzas, no apele a recibir favores indebidos y tenga asequibles oportunidades de desarrollo es una de las palancas básicas para conducir al país a donde se pretende. Las ventas alocadas, simplonas y tramposas que concentren la riqueza generada, la traspasen a grupos externos, terminen en feroces incrementos de precios, se apalanquen hasta la asfixia y se achiquen en magnitudes no se quieren ni convienen. Empresarios que se ocupen de fundar imperios y correr aventuras, ojalá se vieran por los rumbos del país.