Recorta Azteca a Yacaranday
Soy revolucionaria en mi casa: Aylin
Arturo García Hernández n Si creemos lo que de ella dicen revistas o programas de radio y televisión especializados en la farándula, Aylin Mujica sólo es una mujer de exacerbada sensualidad; ávida de fama, aunque sea a costa de escándalos sobre su vida privada; una de tantas actricitas segundonas cuyo máximo anhelo es encarnar a la cenicienta de la telenovela en turno; un maniquí de esos que pululan en el medio, impactantes a la vista y negados a las ideas y a la palabra.
Pero cuando se le oye hablar personalmente (de su vocación actoral, de sus proyectos y motivaciones) también se revela inteligente y sensible, comprometida con su profesión antes que nada. La actriz cubana tiene su primer papel protagónico en una telenovela mexicana, Yacaranday, producción de Televisión Azteca que empezó a transmitirse apenas hace unas semanas, pero que debido a su bajo rating concluirá prematuramente.
Entrevistada antes de que se decidiera la interrupción de Yacaranday, Aylin se refiere a la imagen pública que se le ha forjado. A punto de las lágrimas, lamenta: "šYo no busco el escándalo! Vine a este país a crecer en mi carrera, a aprender, porque tengo mucho que aprender todavía, y a darle lo mejor de mí a la gente. Yo quisiera que la prensa tuviera cuidado con los escándalos que propician, porque esas cosas duelen y afectan".
Yacaranday es la segunda producción de la televisora de Ricardo Salinas en la que interviene Aylin. La primera fue Señora, al lado de Julieta Egurrola. Antes tuvo contrato de exclusividad con Televisa, donde hizo pequeños papeles, pero decidió separarse de esta empresa porque no quería "estar recibiendo un sueldo sentada en mi casa".
El malestar por los escándalos a su alrededor --asegura-- no se compara con la alegría que le produce su nuevo papel.
--ƑEste papel se acerca más a lo que quieres hacer como actriz?
--Como actriz tengo que estar preparada para hacer cualquier tipo de personaje. En ese caso yo no me siento la protagonista, la protagonista es la historia. Además, no hay personajes chicos ni hay personajes grandes; hay actores chicos y actores grandes. Como actriz puedo hacer a una sirvienta, pero, con profesionalismo y honestidad, una sirvienta que quede reflejada en la pantalla para toda la eternidad. Uno hace grande al personaje. Lo primero que tiene que hacer es ser honesto con uno mismo y con el personaje. Si tú no te crees lo que estás haciendo, la gente no lo va a creer. Eso es lo más importante en esta profesión: ser honesto".
\--ƑLas telenovelas permiten esa honestidad? < P> --Las telenovelas permiten todo lo que un actor quiera. El melodrama es bien difícil, más cuando tienes que decir una cursilería en uno de los parlamentos. Si piensas en Shakespeare, por ejemplo en Romeo y Julieta, donde puedes decir cosas como "No jures por la luna porque la luna es muy cambiante". Si oyes algo así en una telenovela te va a sonar cursi, pero si lo oyes en Shakespeare suena hermoso. Entonces, se trata de decirlo de una manera poética, šcreerlo!, y si no funciona, hablar con el director, con el escritor y pedirle que lo cambie.
--Tú vienes de la cuna de la telenovela latinomericana, Ƒqué diferencias encuentras entre la cubana y la mexicana?
--Una vez, cuando aún vivía en Cuba, vi una telenovela mexicana que se llamaba Cuna de lobos, una gran telenovela. Después empecé a ver otras, pero como que no me gustaban, como que algo les faltaba: faltaba sinceridad, calidad actoral. No sé... Ahora creo que Televisión Azteca se está inclinando un poco hacia otro tipo de telenovela, más cercana a lo que es la realidad. Lo vimos con Mirada de mujer. Y si vas a hacer una telenovela un poco más rosa, como Yacaranday, tienes que cuidar la fotografía, la iluminación, la textura. Son diferentes. Esa es la calidad que está buscando Tv Azteca.
Aylin Mujica estudió ballet clásico en la Escuela Nacional de Ballet de La Habana. Sin embargo, se dio cuenta de que no reunía las condiciones físicas necesarias para ser "una gran bailarina". De todos modos concluyó la carrera. Después ingresó al Instituto Superior de Arte, donde estudió expresión corporal, dramaturgia y teatro. Posteriormente tomó un curso de cine en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños.
--ƑPor qué decides venir a México?
--Aunque suene superficial decirlo, fue el destino. Yo estaba desesperada porque quería hacer cine y en Cuba no había muchas posibil idades. Mi madre me dijo que viniera a México y vine contratada por una agencia de modelos que se llama Set Model. Me tocó pasar hambres, recorrer las calles e ir de casting en casting para comerciales, hasta que toqué las puertas de Televisa y Florinda Mesa me propuso para La dueña. Así empezó mi carrera en México.
--ƑPor qué te pasaste a Tv Azteca?
--Porque no me gusta estar sentada. Televisa me dio muchas cosas, estoy muy agradecida con lo que viví ahí, pero llegó el momento en que se suspendió un proyecto que había para mí, por falta de presupuesto. Y yo no quiero estar recibiendo un sueldo sentada en mi casa. Me encanta trabajar, me encanta mi carrera. Y si estoy separada de mi familia (tiene un hijo) es porque estoy trabajando y no para estar sentada en mi casa.
--Sinceramente, Ƒno has aprovechado el escándalo a tu alrededor para tener presencia en los medios?
--No. Es lo más lógico de pensar, pero no. Al contrario. Te juro que estoy dedicada 100 por ciento a mi carrera y, si no, me encanta estar en mi casa, ver cine, hacer ejercicio, irme al mar, cocinar para mi pareja, para mi hijo. Eso es lo que me gusta. Soy un ama de casa que es actriz. Entonces, no busco el escándalo y tampoco lo aprovecho.
--ƑEres una damnificada de la situación económica y política en tu país?
--No, para nada.
--ƑCómo la vivías dentro y cómo la ves desde fuera?
--Yo no me puedo quejar. Estudié en Cuba, tuve una niñez feliz; si estoy aquí es porque México me ha dado oportunidad de trabajar. Pero no tengo nada de qué quejarme.
--Alguna opinión has de tener sobre la situación en tu país.
--Bueno, que es una situación económica bastante dura. No podemos autoabastecernos; hay que entenderlo. Nada más tenemos café, azúcar, tabaco y ron. De eso no vive un país. Pero qué se va a hacer. Los cubanos son una gente muy fuerte, están sobreviviendo, pero por difícil que esté la situación no van a perder su entusiasmo, su espíritu de vida, su espíritu de lucha.
--ƑEres revolucionaria como se entiende serlo en Cuba?
--Soy una revolucionaria en mi casa. Me encanta el arte, la política me da dolor de cabeza. Yo creí mucho en la Revolución, creo que hizo mucho bien.