n Rechazará una ocupación extranjera, advierte el presidente yugoslavo


No recibió Milosevic al enviado de EU; dijo que no entregará Kosovo

n Coinciden Clinton y Chirac en la necesidad de usar la fuerza n La OTAN, lista para bombardear

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Belgrado,19 de febrero n El presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, se negó este viernes a recibir al mediador estadunidense Christopher Hill, y aseguró que Belgrado no entregará Kosovo "aunque haya bombardeos, ni aceptará una ocupación extranjera", en vísperas de que se cumpla el plazo que otorgó el Grupo de Contacto para Yugoslavia para que se firme un acuerdo de paz para esa provincia independentista.

El presidente estadunidense, Bill Clinton, y su homólogo francés, Jacques Chirac, coincidieron en la necesidad de emplear la fuerza contra Serbia si no se logra una solución pacífica al conflicto.

El Pentágono, por su parte, ordenó el traslado de bombarderos B-52 a Gran Bretaña, que participarían en ataques contra objetivos serbios, al tiempo que embajadas y organizaciones humanitarias en Yugoslavia comenzaron a evacuar a su personal.

Luego de que Milosevic se negó a recibir a Hill por considerar que su visita era una "ofensa", se informó que la secretaria de Estado estadunidense, Madeleine Albright, trataría de entrevistarse con el mandatario en las próximas horas.

El gobernante yugoslavo declaró a la prensa local que aún había "ciertas posibilidades para llegar a un mínimo acuerdo" sobre el conflicto, aunque fuentes militares de Belgrado aseguraron que responderán a cualquier ataque.

El principal obstáculo para lograr un acuerdo durante la conferencia, que se realiza desde hace dos semanas en la localidad francesa de Rambouillet, sigue siendo el hecho de que el gobierno yugoslavo rechaza que se instale en su territorio una fuerza multinacional para vigilar la implementación de un acuerdo de paz, por considerar que si la solución que se logra es equitativa, esto no es necesario.

Pese a todo, Hill se entrevistó con el canciller yugoslavo, Zivadin Jovanovic, sin que trascendieran detalles del encuentro, y poco después Albright reiteró que su país "seguirá presionando a Milosevic" para que acepte un acuerdo de paz para Kosovo.

El vicejefe del gobierno yugoslavo, Vuk Draskovic, afirmó que Belgrado está dispuesto a replantear el tema de la fuerza multinacional, siempre y cuando ésta verifique el desarme del separatista Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), considerado terrorista por Yugoslavia.

Reiteró el funcionario que su gobierno está dispuesto a conceder amplia autonomía a la población albanesa de Kosovo.

Hasta ahora la delegación del ELK en Rambouillet ha rechazado deponer las armas, sin que ninguno de los países miembros del Grupo de Contacto haya condenado esa postura.

Asimismo, las delegaciones albanesas rechazaron firmar una declaración de principios, que suscribió unilateralmente Belgrado, porque estipula la soberanía territorial de la República Federal de Yugoslavia y de los países vecinos, a pesar de que los albaneses aspiran a independizar Kosovo y anexar su territorio a la vecina Albania.

Pese a esto, el canciller británico, Robin Cook, señaló este viernes que "Belgrado nos debe ofrecer mucho más, para empezar a despertar nuestra confianza".

Tras un encuentro en Washington con su colega francés Jacques Chirac, Clinton afirmó: "Nos mantenemos unidos en nuestro empeño de usar la fuerza si Serbia no satisface sus compromisos previos de retirar sus tropas de Kosovo y si falla en aceptar un acuerdo de paz".

Reiteró el mandatario estadunidense la determinación de su país y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de bombardear objetivos serbios.

Además, dijo que Washington rechazará cualquier intentó de dar una nueva prórroga al plazo para lograr un acuerdo de paz para Kosovo.

Chirac, de su lado, instó a Milosevic a "escoger la senda de la prudencia y no la de la guerra", y afirmó que su país está "en pleno acuerdo" con Washington.

La OTAN, declaró su secretario general, el español Javier Solana, "ha tomado las medidas necesarias par asegurarse de que sus fuerzas estén listas para una eventual acción militar".

La Casa Blanca, por otro lado, confirmó hoy que el presidente ruso, Boris Yeltsin, envió una carta a Clinton en la que reafirmó que "cualquier intento de intervención de las fuerzas militares contra la República Yugoslava sin pasar por el Consejo de Seguridad, debe ser excluido".