n Se desata la ira de independentistas contra el gobierno de Grecia


Capturan turcos en Kenia a líder kurdo

Dpa, Reuters, Xinhua, Afp y Ap, Ankara, 16 de febrero n Luego de una incesante búsqueda internacional que duró varios meses, Turquía capturó al líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PTK), Abdullah Ocalan, durante una operación secreta de sus fuerzas especiales en Kenia, lo que desató la ira de la diáspora kurda en casi toda Europa con la toma de varias embajadas y consulados de Grecia, país que al parecer permitió que el jefe rebelde pasara de la manos de las autoridades kenianas a las turcas.

El anuncio de la captura de Ocalan fue dado a conocer este martes por el primer ministro turco, Bulent Ecevit, en una conferencia de prensa celebrada en Ankara.

"Dijimos que lo íbamos a capturar en cualquier parte del mundo, y cumplimos la promesa del Estado", añadió el jefe de gobierno, quien dijo que el líder separatista kurdo tendrá que rendir cuentas ante la justicia turca "por lo que hizo e hizo hacer a los demás".

Pero la detención de Ocalan, ocurrida el pasado lunes, provocó una oleada de manifestaciones de protesta en varios países de Europa: en Copenhague una joven se prendió fuego frente a la embajada griega y sufrió quemaduras graves, por lo que está en peligro de morir.

Otra mujer intentó morir de la misma manera, y trascendió que un presunto miembro del PTK se inmoló dentro de una prisión en Diyarbakir, en Turquía.

Un gran número de embajadas y consulados de Grecia en varios países de Europa fueron tomados por los miembros del movimiento kurdo para demandar la liberación de su líder, luego de que, en algunos casos, las representaciones griegas fueron rodeadas anoche al conocerse la noticia de la detención de Ocalan.

Grupos de kurdos tomaron las sedes diplomáticas griegas en las ciudades alemanas de Berlín, Francfort, Stuttgar, Hamburgo y Bonn, las de París y Marsella en Francia, la de Bruselas en Bélgica, en Estocolmo, Suecia; Ginebra, Suiza; La Haya, Holanda; Erevan, Armenia, así como en Londres y Sidney.

También fue tomada la embajada griega en Viena, donde se encontraba el presidente griego, Konstantinos Stefanopoulos, quien debió suspender su visita a Austria.

La sede de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra también se vio afectada, lo mismo que el consulado griego en Vancouver, Canadá, y en Washington se anunció que las embajadas de Estados Unidos fueron puestas en nivel de máxima alerta ante las protestas kurdas.

La toma de las misiones diplomáticas de Grecia se debió en gran medida a que ese país concedió secretamente refugio a Ocalan en su representación en Kenia, antes de que cayese en manos de Turquía.

El PTK, organización independentista kurda de Turquía, señaló la responsabilidad de Grecia y Kenia --país donde se hallaba el lunes el jefe kurdo-- por el arresto de Ocalan, pero también acusó a Estados Unidos y a Israel de estar implicados en la captura del líder independentista.

Washington, que al igual que el gobierno de Turquía considera a Ocalan un "terrorista", afirmó que no estuvo directamente vinculado en la operación de detención del dirigente separatista, pero "hemos exhortado a todos los estados a entregar a esta persona a la justicia", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart, tras declarar la satisfacción de su gobierno por la captura del dirigente separatista.

Israel, lo mismo que Alemania, negaron cualquier participación en la detención, pero el primer ministro griego, Costas Simitis, reconoció que hay grandes vacíos en el caso del arresto en Kenia de Ocalan y su posterior envío a Turquía, al estimar que se tendieron "muchas trampas" a Grecia y a los kurdos.

En un comunicado, Simitis afirmó que el gobierno de Grecia cumplió "con su deber" y acusó a Turquía de ser un "factor de tensión y desestabilización" en la región, al tiempo que le reprochó "utilizar el problema kurdo en el marco de la estrategia de tensión que mantiene".

El gobierno demandó el retiro inmediato del embajador griego en Nairobi, por su participación en la entrada ilegal de Ocalan a Kenia, pero reconoció que el líder kurdo estuvo refugiado en la residencia del embajador de Grecia, y que había abandonado la capital la noche del lunes, en avión, con rumbo desconocido.

Al caer la tarde, la mayor parte de la ocupaciones de legaciones diplomáticas había concluido ante la intervención de las fuerzas policiales, o por la salida pacífica de los manifestantes luego de un llamado de un importante líder separatista kurdo para que cesara las retenciones de rehenes en todas las representaciones.

No obstante, representantes del PTK en Alemania pidieron a sus miembros continuar la lucha armada a pesar del arresto de su máximo dirigente.

"Esta guerra continuará hasta la victoria final", es decir, lograr una autonomía para los kurdos en el sureste de Turquía, afirmó a la cadena kurda de televisión Nizamettin Tas, miembro del comité central del PTK y comandante del cuartel del Ejército Popular de Liberación del Kurdistán, rama militar del PTK.

 

La lucha por la independencia

 

Ocalan, quien nació en 1949, creó el PTK en 1978, pero fue hasta 1984 cuando lanzó una rebelión armada en la región de Anatolia, poblada mayoritariamente por kurdos --alrededor de 20 millones--, con el propósito de lograr la conformación de un Estado independiente.

La violencia que se desató desde entonces ha dejado 31 mil muertos, saldo por el que Turquía considera al líder separatista como el principal responsable de la violencia en ese país.

Al hacer su anuncio de la detención, el primer ministro turco dijo que el jefe del PTK se encuentra en manos de las autoridades jurídicas, que le juzgarán por terrorismo, por tratar de dividir al país.

En teoría, Ocalan está bajo la amenaza de ser condenado a muerte por los tribunales turcos, motivo por el cual Italia se negó meses atrás a extraditarlo a ese país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Sin embrago, el representante del gobierno turco en Italia, Augusto Sinagra, consideró que le darán 10 años de cárcel.

Varios países, entre ellos España y Alemania, así como el Consejo Europeo, han pedido garantías para la vida de Ocalan, de la misma manera que lo hizo el relator especial sobre la tortura de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, Nigel Rodley.

El funcionario internacional demandó al gobierno turco que asegure la integridad física y mental de Ocalan, de acuerdo con un reporte de Kyra Núñez, corresponsal de La Jornada en Ginebra.

Mientras tanto, en esa ciudad austriaca decenas de kurdos, bajo amenaza de inmolarse, clamaron por la protección de la vida del dirigente rebelde.