n Fin a la operación Guardián, insisten ONG al retirar protesta del Zócalo


Culpan a Zedillo y a Clinton de la muerte de migrantes

Angélica Enciso L. n Luego de una semana, las 360 cruces colocadas en la Plaza de la Constitución en memoria de igual número de migrantes muertos al tratar de cruzar la frontera norte volvieron a Tijuana.

Instalados en el Zócalo para denunciar las secuelas de la operación Guardián, puesta en marcha por el gobierno de Bill Clinton en octubre de 1994, representantes del Seminario Permanente de Estudios Chicanos y de la Frontera, así como de organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos humanos dieron a conocer una carta dirigida a Bill Clinton, a quien demandan suspender la operación antimigrantes.

Aunque los países tienen derecho a establecer sus límites territoriales, argumenta, también se deben tomar en cuenta los derechos humanos de quienes buscan trabajo.

La carta, leída por Enrique Toledo, dice que la operación Guardián ha ''sellado'' los cruces fronterizos, ha llevado a los migrantes a intentar cruzar por zonas desérticas y ríos en condiciones cada vez más difíciles y peligrosas, lo cual ha derivado en numerosas muertes.

En medio de veladoras y de las cruces colocadas frente a la Catedral metropolitana, José Luis Canchola, vicepresidente de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, advirtió que en la frontera norte del país se vive como en una ''zona de guerra'': hay áreas vigiladas y minas subterráneas que ponen en peligro la vida de quienes intenten cruzar.

Cada vez son más los que mueren sólo por buscar cómo ganarse la vida. ''Los dos presidentes reunidos en el sur del país son responsables de tantas muertes'', acusó.

''Hay cientos de familias en México que no saben dónde quedaron sus familiares que fueron a Estados Unidos a buscar trabajo'', dijo y detalló que si en la década de los sesenta eran adultos los que migraban, ahora lo hacen familias enteras.

Consideró que el trato de delincuentes que se da a los indocumentados es consecuencia del TLC, pues Estados Unidos necesita mano de obra barata, pero en su lugar de origen; por ello ha establecido maquiladoras en México.