En sus bailes, asistencia de 40 mil personas

Askis: somos el grupo más oído

en la historia de la música andina

Arturo Cruz Bárcenas n El grupo Askis (amigo, en otomí) defiende su labor pionera en el movimiento andino de la cumbia, pero sus integrantes no están de acuerdo con tal denominación: "hacemos cumbia, sin más". Sus presentaciones son apoteósicas, con promedios de 30 mil o 40 mil personas y, aseguran, son ellos quienes levantan los bailongos en varias plazas, en algunas de las cuales son esperados.

Defienden su música, lo cual no ha sido fácil, desde hace más de tres años, cuando se formaron. "Nos decían que lo que tocamos es un estilo pasajero, pero se ha visto que no".

--ƑQuiénes son los iniciadores de la cumbia andina? Varios grupos se adjudican el mérito?

--Nosotros somos los verdaderos iniciadores. Fuimos el primer grupo que surgió con este tipo de música en el ambiente grupero. Antes tocábamos música latinoamericana; hacíamos fusiones con otros géneros. De ahí surgió Te regalo mi corazón desde lejos, el primer tema de cumbia con instrumentos andinos; de ahí surgieron otros grupos. No pensábamos en que fuéramos a tener éxito. Y sin pelos en la lengua podemos asegurar que muchos grupos no tienen la decencia de trabajar en serio. Siempre hemos tratado de ir a la vanguardia, inclusive con nuestro vestuario, que si lo ves es original. Es poco ético autolimitarse e imitar. Apenas vimos en la tv a un grupo que se viste como nosotros; sólo son diferentes porque canta una mujer. Más que por vanidad, el hecho nos molestó porque no hay protección para el trabajo original. Nosotros no copiamos a nadie. Hubo quienes catalogaron a la cumbia andina como una moda pasajera, pero de eso a la fecha ya pasaron más de tres años. En bailes donde asisten más de 50 mil personas nosotros los encabezamos y tenemos éxito. Lo que pasa es que este ambiente está lleno de envidias, de cosas ajenas a la música. Hay quien dice que los Askis 'no pueden ser más que yo, que llevo más de 20 años en el ambiente'. Pero la gente es la que determina quién es quién. No la puedes engañar. Se le engaña con play back, que no nos agrada. Jamás lo hacemos.

--ƑCómo fue el paso de la música folclórica a la cumbia andina?

--Varios de nosotros íbamos al Zócalo y veí -amos a gente tocar con instrumentos tradicionales sudamericanos; en las escuelas había talleres. Ya sabes: El cóndor pasa, y otras.

--ƑQué piensan de quienes critican este tipo de música y consideran que se tergiversa el uso de los instrumentos andinos tradicionales?

--De hecho, la cumbia es un género tradicional, es folclor, y la gente no lo sabe. Moliendo café, por ejemplo, es cumbia. Nos sentimos contentos de poder impulsar la difusión de los instrumentos andinos y esta música, que antes era elitista. Además, mucha gente no sabía qué es un charango, una quena, unas zampoñas. El ambiente de las peñas estaba asociado a poetas como Pablo Neruda, a cantantes como Violeta Parra, Atahualpa. Nosotros llevamos sus cantos a la gente; muchos de ellos no lo lograron. En un baile de los Askis ves gente con guaraches, inclusive. Ahora que si hablamos de música andina, como tal, la india, pues, sería pentáfona, sustentada tan sólo por percusiones y flautas desafinadas. Grupos como Inti Illimani, Quilapayún, hacen un neofolclor sustentado en armonías complejas, en voces, en arreglos. Los admiramos y no sentimos imposible el hecho de hacer también cosas increíbles. Al principio el grupo se manejó con covers, sí, pero a partir del disco Amor andino, de Disa, ya hay 12 temas compuestos por nosotros mismos.

--ƑQué tanto se puede experimentar?

--En la música no hay excesos. Un músico tiene trabas mentales cuando dice que lo clásico es lo máximo, o que lo es la cumbia, o la salsa. Debe tenerse la mente abierta. Hay temas en los que inclusive damos atmósferas aztecas o chinas. En el escenario la gente se da cuenta de lo que hacemos.

--ƑPiensan internacionalizarse aún más?

--Sí, aunque ya hemos ido a varios países, en marzo iremos a Estados Unidos. Ya hay ofrecimientos para ir a mercados como el de Argentina. Pero es difícil ir a lugares donde las flautas, por ejemplo, son algo cotidiano. Pero creemos que nuestra música sí puede llamar la atención en esos sitios. El fenómeno grupero en el cono sur se asienta en Paraguay y en Argentina. Si vamos se van hasta a espantar. Claro que ya triunfaron Los Angeles Azules, pero no; en nuestro caso es como si viniera a México un mariachi de Japón. ƑPara qué?, si aquí tenemos el Vargas. Los Angeles Azules y Simba Musical han triunfado en Argentina, pero cuando vayamos a Japón se van espantar. En Europa seríamos una sensación. En Puebla dicen que no es Puebla de los Angeles, sino Puebla de los Askis. Somos el grupo más escuchado de la historia de la música andina.

--Entre tanta gira, Ƒqué onda con la familia?

--Es la parte triste, la más castigada; hay que ser inteligentes para sustituir la cantidad por la calidad. Pero por ella (por la familia) luchamos. Comes mal --sueltan risas porque dos de los músicos más bien están gorditos--; la música es lo más excesivo del mundo.

--Los casados no lo van a decir, pero Ƒcómo le va a los solteros con las mujeres, entre tanta gira?

--A los casados y a los solteros nos va muy bien --carcajadotas cómplices--; la gente se te acerca igual. Hay chicas que llegan queriendo todo, pero les dices oye, yo soy casado.

--ƑCómo se llevan entre ustedes; son askis?

--Hay quienes compartimos más la amistad; algunos chocamos, pero defendemos lo que es Askis. Varios compartimos gustos, y hasta las novias --risotas--. Somos un grupo con vida.

--ƑPuro machín?

--Sólo vemos ojitos bonitos y... Nos encanta que las chavas se acerquen al escenario --"subió al escenario una señora que era casi como la hermana de Sara García y quería que le diera un beso, y yo la esquivaba... pero sí le di el beso. De plano puse mi trompa... y vámonos... fue un sacrificio por el grupo, Ƒno?", dijo un aski que quiso quedar en el anonimato.