n Fue absuelto de los dos cargos en el segundo juicio político en la historia de EU


Exoneró el Senado al presidente Clinton

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 12 de febrero n Después de dos votaciones, llegó la exoneración. "El Senado habiendo enjuiciado al presidente William Jefferson Clinton y no existiendo los dos tercios para declararlo culpable, es absuelto de los cargos", declaró el jefe de la Suprema Corte, William Rehnquist, al concluir el juicio político contra el jefe de Estado estadunidense.

En su último acto como corte del juicio de destitución de Clinton, el Senado votó este viernes desechar dos "artículos de destitución" presentados por la Cámara de Representantes y con ello puso fin a un escándalo que ha consumido la atención de esta capital durante más de un año, juicio que casi le costó el empleo al presidente, y un hecho que ha cambiado el carácter del discurso político de este país para siempre.

Poco después de la votación, Clinton declaró que "lamentaba profundamente" su relación con Monica Lewinsky, la joven becaria de la Casa Blanca, que lo condujo a ser el segundo presidente en la historia del país en ser acusado por la Cámara y enjuiciado por el Senado.

Poco después de las 12 del día, y luego de tres jornadas de deliberaciones a puerta cerrada, el Senado fue convocado a una votación por el jefe de la Suprema Corte, Rehnquist, en su papel de "oficial" del juicio político.

Con procedimientos y modismos establecidos en 1868 durante el primer juicio político contra un presidente, el juez presentó una simple pregunta a los senadores, en su papel tipo jurado: "Senadores, Ƒqué dicen ustedes, es culpable o no culpable el acusado William Jefferson Clinton?"

Uno por uno, cada senador declaró en voz alta su dictamen sobre los dos artículos, perjurio y obstrucción de la justicia.

En la primera ronda para la primera acusación 55 senadores votaron no culpable contra 45 que lo encontraron culpable (10 republicanos se unieron a los 45 senadores demócratas para rechazar este cargo).

En la segunda ronda, sobre la acusación de obstrucción de justicia, 50 votaron no culpable contra 50 que votaron culpable.

Como se había pronosticado durante las últimas semanas, ninguno de los cargos se acercó a los dos tercios, o 67 votos, requeridos para condenar al presidente por sus delitos y removerlo de su puesto.

"Sin haberlo encontrado culpable de los cargos... en su contra, se ordena, y así será, que este juicio se levante", declaró el juez Rehnquist, y con un colectivo suspiro de alivio los senadores suspendieron sus sesiones por el fin de semana, y con ello este juicio de cinco semanas llegó a su fin.

Incluso la conducta de Clinton en el escándalo no tendrá censura: los republicanos rechazaron una moción de la demócrata Dianne Feinstein para censurar al pre- sidente por conducta "vergonzosa, irresponsable e indefensible".

Al parecer, casi todos los políticos en esta capital expresaron su deseo de dejar este episodio "histórico" atrás, y hasta los acusadores de Clinton de la Cámara declararon que había terminado.

El representante Henry Hyde, presidente del Comité Judicial de la Cámara y quien actuó como fiscal principal del caso, pidió que cesaran todos los procedimientos legales contra el presidente en este caso.

Durante toda la semana los estrategas de la Casa Blanca habían debatido cómo reaccionar al llegar el anunciado fin --la exoneración de su jefe--, y poco después de que el Senado concluyó sus trabajos, Clinton se presentó en la Casa Blanca para ofrecer un breve comentario: "Deseo decir nuevamente al pueblo estadunidense qué tan profundamente lamento lo que dije e hice para provocar estos hechos y el gran peso que impuse al Congreso y al pueblo estadunidense".

Agregó que "éste puede, y debe, ser un tiempo para la reconciliación y renovación para Estados Unidos".

Aunque el resultado del juicio no había estado en duda, la votación final fue trasmitida en vivo por todas las cadenas televisivas del país. Esta noche, muchos de los principales actores de este drama se presentaron nuevamente en programas de televisión para analizar y justificar sus papeles.

Sin embargo, en la Casa Blanca los funcionarios subrayaron que el momento no se prestaba para celebraciones, sino para enfocarse en las "tareas de la nación".

El vocero de la Casa Blanca dijo que "el presidente tuvo una cena privada con su esposa y algunos amigos esta noche".

El pueblo estadunidense, encuestado en forma constante durante todo este drama político, había declarado hace meses que lo único que deseaba era que este día llegara lo más pronto posible.

Un taxista, en la ciudad de Washington, comentó: "Por fin todos podemos descansar de esto". No pocos periodistas comparten su opinión.