n Luz y Fuerza opera en condiciones precarias
Con la privatización eléctrica se evitará el subsidio, opina Gómez
Miriam Posada García/II y última n Con la privatización del sector eléctrico se pretende alcanzar tarifas con las que ya no sea necesario subsidiar el servicio, advirtió el subsecretario de Operación Energética, Leopoldo Gómez González, quien destacó que el Estado decidió conservar en exclusiva la nucleoeléctrica debido a que eventualmente mediante esta industria se podrían desarrollar esquemas de producción más aceptables para la sociedad y las empresas.
Sin embargo, puntualizó, por el momento la única manera de garantizar el abasto al sector industrial y residencial es con la apertura del sector eléctrico nacional a la participación de capital privado nacional o extranjero, debido a que Luz y Fuerza opera en condiciones precarias y CFE ha logrado crecer gracias a la inversión privada captada en los últimos años.
En materia de tarifas, el funcionario reiteró que la política de incremento mensual se mantendrá, al igual que los subsidios, durante el periodo de transición, toda vez que las expectativas gubernamentales son que en el mediano y largo plazo ųde acuerdo con la experiencia de otros paísesų, los costos de producción de electricidad tiendan a disminuir paulatinamente.
Esto traería como beneficio inmediato para los usuarios contar con electricidad, y luego, dentro de muchos años, tener un servicio de calidad y entonces sí reducir las tarifas, al grado de que tampoco el subsidio sea necesario porque para entonces las tarifas cubrirían perfectamente el costo.
Para el sector industrial, la reducción en los costos de producción de electricidad se vería reflejada de manera más directa, porque sus tarifas no están subsidiadas, pero además, dijo, el abasto seguro sería una garantía para empresas que han preferido no entrar al país porque no se les puede ofrecer la calidad ni cantidad de electricidad que requieren, en especial acereras.
Asimismo, el subsecretario Gómez González explicó que el interés del Estado por conservar el control de la nucleoelectricidad tiene una doble razón: "primero, porque la generación nucleoeléctrica requiere supervisión más estrecha, y luego porque eventualmente en la industria eléctrica la tecnología cambia muy rápido, por lo que se espera que en el mediano y largo plazo sea posible desarrollar esquemas de producción nuclear que sean más aceptables para la sociedad y las empresas".