DESAMPARO


Una niña, cuyas delgadas piernas y distendida barriga son los síntomas de la malnutrición que padece, se encuentra en un claro donde su familia duerme en la tierra, luego de muchos días de caminata, en el borde del pequeño pueblo de Bardera, sureste de Somalia. Ante la pérdida de las cosechas y la severa sequía, un número creciente de agricultores somalíes ha viajado a pueblos y ríos en valles en busca de comida y agua. Funcionarios de la Organización de Naciones Unidas advirtieron que la situación puede adquirir dimensiones de desastre, a menos que las necesidades comunes sean resueltas, incluyendo el envío de semillas antes de la próxima temporada de lluvias, que se espera para marzo. Unicef y el Programa de Alimentación de Naciones Unidas y voluntarios en el lugar, indicaron que esperan que sus organizaciones desempeñen un rol importante en la supervivencia del creciente número de desplazados somalíes, que empezaron a abandonar las zonas rurales desde que comenzó la escasez de comida y agua. El Programa de Alimentación de Naciones Unidas planea llevar más comida al sur de Somalia el próximo mes, pero la pregunta que queda es si las lluvias llegarán a tiempo n Foto: Ap