n Hoy inicia actividades en Washington; duras críticas a la Marina de México
Labastida busca la certificación: políticos estadunidenses
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 9 de febrero n El secretario de Gobernación, Francisco Labastida, arribó hoy a esta capital donde mantendrá un intenso programa de reuniones con altos funcionarios de los departamentos de Estado y de Justicia, pero la coyuntura política en Washington provoca que el nuevo programa contra el narcotráfico anunciado por el funcionario mexicano la semana pasada, así como su propio viaje, sean percibidos por los políticos estadunidenses como parte de un esfuerzo del gobierno mexicano para influir en el proceso de certificación.
Benjamin Gilman, presidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, señaló: ''Nos estamos aproximando a la fecha de la certificación y creo que las autoridades mexicanas quieren asegurarse que percibamos que están haciendo una labor apropiada. Eso sólo subraya nuevamente el porqué la certificación es un elemento importante en nuestra lucha''.
Labastida iniciará su programa de actividades este miércoles, cuando se reúna con el zar antidrogas, Barry McCaffrey, y con funcionarios de las diversas agencias estadunidenses involucradas en la lucha antinarcóticos.
Funcionarios mexicanos confirmaron que el secretario también sostendrá reuniones con la procuradora Janet Reno, el director de la FBI, Louis Freeh, y la secretaria de Estado, Madeleine Albright. Además, se entrevistará con la comisionada del SIN, Doris Meissner.
Los funcionarios señalaron que Labastida no mantendrá encuentros con legisladores estadunidenses, ya que su visita es ajena al polémico asunto de la certificación. Sin embargo, faltando menos de un mes para que el presidente Bill Clinton anuncie sus decisiones sobre ese tema, la visita de Labastida es interpretada por legisladores y funcionarios del Ejecutivo como parte de ello.
El representante Gilman y varios funcionarios del gobierno de Clinton comentaron que el anuncio mexicano de una nueva iniciativa antinarcóticos es útil para aquéllos que en esta capital están en favor de una plena certificación al país vecino, y aun los opositores reconocen que el nuevo programa tendrá un impacto positivo. Pero Gilman señaló que aún se espera que México permita que los agentes de la DEA porten armas en su territorio, dijo que se debe acelerar el ritmo de las extradiciones y que ''el argumento mexicano de la soberanía no debería ser utilizado como pretexto'' en este debate.
Pero quizá lo más notable hoy es que, aparentemente, varios altos funcionarios del gobierno de Clinton creen que México no ha hecho lo suficiente en el último año. Jan Lodal, quien hasta hace dos meses era el principal encargado del programa antidrogas del Pentágono, comentó que la nueva propuesta mexicana es un paso importante, pero todavía hay mucho por hacer. Advirtió que el compromiso de México para invertir más de 400 millones de dólares en tres años en la lucha antinarco parecía un monto importante, pero en realidad el Pentágono gasta una cantidad igual cada año sólo para sus operaciones de interdicción en el Pacífico.
''Ni México ni cualquier otro país pueden solucionar este problema por sí solos'', dijo Lodal, pero el ex subsecretario de Defensa agregó que fue muy difícil para los funcionarios estadunidenses coordinarse con los militares mexicanos en la lucha antidrogas. ''No hay nadie encargado... sobre todo alguien que esté dedicado dentro de las fuerzas armadas mexicanas a coordinar el esfuerzo antinarcóticos'', dijo.
''La coordinación de Estados Unidos con la Marina (de México) fue lo más difícil'', agregó Lodal. Acusó a los militares mexicanos, particularmente a la Marina, de hacer críticas repentinas sobre la calidad del equipo militar otorgado por Estados Unidos, ''mientras por otro lado rechazaron equipo sofisticado de comunicaciones cuando éste fue ofrecido''. Consideró que México debería hacer más por restructurar sus fuerzas antinarcóticos, más allá de lo anunciado la semana pasada por Labastida, a fin de poder abordar problemas de narcocorrupción.
Lodal y algunos funcionarios estadunidenses destacaron que México ha mejorado su cooperación con Estados Unidos, pero que los militares mexicanos son muy rígidos y sospechan de las intenciones estadunidenses. ''Los oficiales de Marina, en particular, son un grupo de dinosaurios poco interesados en cambiar'', afirmó un funcionario.
Por otra parte, en un foro realizado este martes y organizado por Diálogo Interamericano y el Brookings Institution, Lodal y el legislador Gilman fueron cuestionados por los senadores Francisco Molina y Marta Lara, y dos legisladores estadunidenses, el republicano Jim Kolbe y el demócrata Xavier Becerra, quienes insistieron en que México ha avanzado en muchos rubros y que uno de los principales obstáculos a la cooperación es el propio proceso de certificación.
El embajador de México en Estados Unidos, Jesús Reyes Heroles, se reunió este día con varios legisladores estadunidenses para informarles sobre la nueva iniciativa y los esfuerzos antinarcóticos de México.